Noches de diversión

Capítulo 6

Martes 21 de marzo del 2017

Cuando salí del baño, me topé a Spencer planchando su traje.

—Te dije que yo lo haría —dije señalando la plancha.

—Que seas mujer no significa que tengas que hacer todo lo que hacía mamá —me dijo.

Le sonreí y me fui a peinar. Traté de hacerme una trenza francesa, porque mamá decía que le encantaba verme así. Ella siempre me la hacía y no fue nada fácil hacermela sola, en todos los sentidos, así que preferí dejarme el cabello suelto

Busqué mis zapatos negros estilo muñeca, porque son lo más formal que tengo. He ido a otros funerales, pero nunca voy tan formal. El funeral más importante al que he ido es al de papá, pero no me preocupé por como me veía. Esta vez haría sentir orgullosa a mamá y no iría como un desastre.

Salí de mi dormitorio, bajé las escaleras y miré el ataúd, pensando en que pronto quedaría bajo la tierra. Luego vi a mi hermano con su traje puesto, pantalón, saco y corbata negra y su camisa blanca, que usa en pocas ocasiones.

Llamamos de nuevo a la funeraria para que llevaran el cuerpo hasta la iglesia, la misma iglesia a la que asistíamos con mamá cada domingo. Cuando llegaron nos dijeron que podíamos ir con ellos, así que subimos al carro fúnebre y miré por la ventana todo el camino.

A las 8:45 la gente empezaba a llegar, a decir «lo siento mucho» otra vez.

La verdad no puse mucha atención a lo que pasó en la iglesia, solo sentía lágrimas caer por mis mejillas, pero no me molesté en limpiarlas. Y cuando caminamos hasta el cementerio sentía que iba programada como un robot, estaba en otro mundo. Escuchaba que Shannon me decía un montón de cosas, pero no pude concentrarme y prestarle atención.

No podía dejar de pensar en lo que pasaría después, cuando llegaramos a casa y todo cambiara, porque desde el momento que murió, solo estaba presente físicamente, pero ya ni siquiera de esa forma lo estaría.

Fue cuando entramos al cementerio que reaccioné, ¿acaso alguien sabe lo difícil que es ver a un par de hombres cavando el hoyo en el que van a sepultar a tu madre?

He pensado en aquellas personas que están preparadas para que en cualquier momento, algún miembro de su familia se vaya, porque están enfermos y el doctor dice que son sus últimos días. Pero mamá me dijo a las 7:30 am que se cuidaría y a la 1:15 pm recibo la noticia de que murió.

Cuando los tipos terminaron de cavar, bajaron el ataúd de mamá hasta el agujero. Las personas tomaron un puño de tierra y lo lanzaron al ataúd de forma simbólica, pero los más cercanos no lo hicimos, porque yo creo que es una forma de sepultarla y tal vez los demás piensen lo mismo.

Es imposible impedir que las lágrimas salgan en ese momento, es lo más duro de todo. Mi tía Cecilia, Shannon y Joyce fueron las que estuvieron siempre con Spencer y conmigo.

Cuando terminaron de sepultar a mamá, me fui lejos de su tumba, sola. Pude estar sola seis minutos, hasta que mi hermano llegó y dijo—: ¿Quieres estar un tiempo sola? Puedes ir a casa y yo iré a...

—No quiero estar sola —lo interrumpí—, pero no quiero que alguien más este aparte de nosotros, porque ninguna persona está sintiendo lo mismo que nosotros en este momento y solo van a tratar de consolarnos y sabes que no funciona.

—Que bueno que lo dijiste, porque creí que era el único que lo pensaba —dijo y sonrió un poco—. ¿Tomamos un taxi o vamos caminando?

—¿Qué quieres hacer? —le pregunté.

—Sinceramente, caminar.

—Entonces caminaremos.

Caminamos hasta casa sin decir una sola palabra. Siempre he tenido una muy buena relación con mi hermano, pero nunca habíamos estado tan unidos como en este momento y no sé que hubiera hecho sin él, es como si estuviera en el desierto y el fuera una botella de agua.

Tengo miedo.

Tengo miedo de llegar a casa y que ella no esté ahí como siempre cuando yo llegaba de estudiar, también de que llegue el día en que haya que recoger las cosas de su habitación, y principalmente tengo miedo de que deje de ser tan fuerte como lo estoy siendo ahora.

Llegamos a casa y el único que estaba para recibirnos era Pepe, nuestro perro y casi un hijo más de mamá. Una hora más tarde Pepe me rompió el corazón, no paraba de llorar y raspar con sus uñas la puerta de la habitación de mamá que Spencer y yo preferimos mantener cerrada por ahora.

Me puse de cuclillas al lado de Pepe y luego me senté en el suelo y me recosté en la pared.

—Ya se fue amigo, no va a volver —le dije al perro con la esperanza de que me entendiera.

De pronto vino una frase a mi mente que me hizo sacar unas cuantas lágrimas. —Soy huérfana—dije en voz baja.

Lloré en silencio con Pepe abrazado, tenía los ojos cerrados pero sentí una brisa a mi lado y luego mi hermano se sentó junto a mí, tenía que ser él, era el único en casa.

—Yo también. No vengo a tratar de consolarte porque sé lo que piensas de eso, pero no estás sola—me dijo Spencer con voz temblorosa.



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En el texto hay: asesinatos, misterio, recuerdos

Editado: 11.09.2020

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