Capitulo 2

- ok nuevo record, dormí... quince minutos - murmure apuntandolo en mi bitácora, la última vez solo dormí diez minutos. No es como que lo necesite, seguiría sintiéndome igual, es solo que a menos de que me quiera seguir viendo como un zombie, deberia dormir más, ¿por qué no soy como Annabelle? duerme tranquila y feliz, supongo que debe soñar algo lindo, sería bueno poder soñar, y lo digo porque yo no puedo, principalmente por el hecho de que para poder soñar necesitas recordar y yo no puedo recordar nada. Los Non Mort sólo podemos soñar recuerdos de cuando estuvimos vivos, por lo que mis nuevos recuerdos son nulos.

Me levanto mirando el reloj en la pared, nueve con cinco, suspiro pesadamente y me dispongo a salir del edificio llendo en dirección al parque, tomando asiento en una de las bancas de ahí, siempre en la misma, la que nadie más toca solo por el simple hecho de que esta a punto de desmoronarse pero que por alguna extraña razón aún no lo hace, rezo para no caerme porque odiaría que se acerquen a ayudarme y cuando siento que esta por suceder me levanto y camino hacia el poste de luz que esta cubierto por las noticias del día de ayer, siempre actualizado.

Mueren cinco personas en fiesta de graduación, causa de muerte: desconocida.

Causa de muerte: Non Mort. Una sonrisa se apodera de mi rostro y es ahí cuando me doy cuenta de que mi mañana no podría ser mejor, aunque solo dura unos minutos. Con la poca energía que me queda camino hacia el edificio del alojamiento solo para darme cuenta de que Annabelle no se encuentra ahí, probablemente esté preparando la fiesta de su natalicio, conviviendo con sus amigos vivos o bien teniendo sexo con cualquiera que se cruze por su camino. Ya sea persona o cosa lo cual es asqueroso y prefiero dejarlo de lado concentrandome en el por qué de todos los amigos. Es decir, ¿cómo le hace para tener paciencia con los vivos?, yo con suerte tengo uno, y es el celador del cementerio. Un viejito que está más cerca de ascender de lo que yo podré estar nunca.

Caminé hacia mi baúl, todos tenemos uno y bueno, el que quiere - justo como Annabelle - se compra otro, yo no creo necesitarlo, pues en realidad no tengo mucha ropa, solo la necesaria, tampoco es como que no tenga sentido de la moda, pero un pantalón de mezclilla con un suéter morado y unos botines negros me harán sentir más cómoda que otra cosa. Me dirijo a las duchas y cuando por fin acabe de "alistarme" ya son las cinco.

Bueno, creo que recibiré un muy buen regaño por durar tanto en el agua. Tendré que pedirle prestado a Annabelle, la cual no ah llegado, pero es normal, tomo el estúpido celular que me regalo para "emergencias" pero ¿qué clase de emergencia podría tener yo? ¿morir otra vez? solo si esta vez puedo ascender, además, es mucha tecnología para mi, llámenme abuelita pero los muertos tenemos la cabeza más dura, irónicamente.

Llego a la recepción y me detengo por unos minutos.

- G... go... googo... googlo maps ¡ash!

- querrás decir google maps - habló Kevin, uno de los porteros del edificio, un Non Mort viejo, aunque en terminos vivos sería tal vez más joven como de unos treinta y cuatro, la edad en que murió. Como muchos aquí, tampoco ascendió solo espera, su edad en realidad es de setecientos cuarenta años más o menos, no llevo la cuenta. Y la verdad es que lo compadezco, ah tenido que actualizarse en el mundo de los vivos, pero no le queda más, ya no vive aquí, tiene su propia casa, con su propio trabajo y solo viene cuando puede, no es el único, pero citandolo "es bueno apoyar a las personas que me apoyaron".

- es una porquería, no entiendo como pueden utilizar estas estupideces.

- tranquila - sonríe tomando con cuidado el aparato - tratalo con cariño, este no es un celular que se te puede caer y no pasará nada, ya no estamos en los viejos tiempos.

- pues no se utilizarlo - soltó una risita contenida, se que disfruta verme batallar - ¿que buscas?

- el cementerio - su ceño se frunce y es cuando me lanza la siguiente pregunta - ¿que acaso no has ido millones de veces ahí? ¿Que hay de tu radiarcementerio?

- Annabelle siempre lo configura para mi, pero ya no la alcance, además, los Non Mort de fábrica nuevos no nacemos con eso - suelta una carcajada - tienes que adaptarte al mundo.

- y si no quiero

- te comerán viva - lo medito unos segundos hasta que rompe el silencio.

- aquí esta, tardarás mucho - me entrega el aparato - hago un poco de cardio - abre la puerta dejándome pasar - no mates a nadie - murmura bajo - ¡lo intentaré! - grito alejándome pero se que tiene una sonrisa en el rostro, que envidia.

Ya veo porque los humanos prefieren el transporte público, tarde mínimo tres horas en llegar, hubiera tardado menos pero mi paso de zombie me lo impidió, además de todas esas personas que gritaban por alguna extraña razón, yo solo seguía mi camino, de vez en cuendo, al cruzar la acera los autos frenaban de una manera horrorosa, vaya que no saben conducir, por eso se mueren.

Siento mis labios curvearse en una especie de sonrisa y es ahí donde se que me encuentro en mi hogar ¡arriba cementerio!

- veo que estas de un muy buen humor.

- pues claro señor Gartière, no me diga que cuidar de esta maravilla no lo pone así.

- no cuando tiran basura, se supone que este es un templo sagrado pero tal parece que los vivos lo ven como un basurero.

- usted también es un vivo.

- si, uno muy listo - toma aire y con cansancio lo suelta - estas aquí por Annabelle.

- ¿por quien más?

- no lo se, tal vez te acordaste de este viejo y decidiste visitarme - suelto una carcajada - eso solo los domingos - ahora sonríe el - vas a darme mas trabajo.

- ¿no quiere ir al cielo?

- en paz, probablemente, no de un coraje por las golosinas tiradas - sonrío mientras muevo la cabeza negando - será mejor que vayas, ya sabes como es la señorita perfección - asiento y me dirijo a la tan linda fosa común, la cual está más lejos, me tomo mi tiempo para respirar el maravilloso aire del mundo de los muertos, me gusta esta sensación, paz, ¿así se sentirá estar arriba? probablemente.