Algunos no conocen el significado de callarse,
y se la pasan hablando
como si sus vidas fuesen interesantes,
como si lo que hay en sus cabezas
fuese interesante.
No, ellos no entienden.
Yo les digo, bueno cállense.
Y ellos se enojan, me llaman grosero, tonto.
Pero ellos no se callan.
Nunca lo hacen.
¡Maldita sea!, si alguien te pide silencio, dáselo.
Algunos no toleramos el ruido
de mentes charlatanes.