Salió del bar aquella noche
pasado de copas
y tambaleando.
Un coche se estrelló
a dos cuadras más adelante
y salía fuego
parecía una especie de infierno.
Regresó al hotel donde había alquilado
una habitación en el segundo piso.
Bebió algo de agua
y caminó hacía al baño
echo una meada larga y pacifica
luego sacó un cigarrillo
lo encendió, inhaló y sacó el
humo de sus pulmones.
Se paró y miró por la ventana
había humo saliendo de alguna parte
luego recordó el auto estrellado
y como si eso no fuera suficiente
su mente rebobinó la imagen de Aurelia…
Te amé, pensó, te he amado lo suficiente
hasta que la muerte lo arruinó…