Novios por conveniencia

II. Pelea

Grace no imagino que su primer día sería tan fatal, todos la miraban pero no se atrevían a siquiera a mencionar una sola palabra, estaba muy decaída y en serio que deseaba solo fuera el primer día, maldecía en su mente el hecho de que "la visita del mes" fuera tan desastrosa.

Miro a sus compañeros y a ese tonto chico con quien no perdía oportunidad de pelear, "Darren" desde el primer instante que se vieron, fue odio a primera vista, simplemente lo vio y fue como cuando caminas por la calle y una piedra entra en tu zapato.

La forma más buena e interesante de sacarse todo lo malo que el le producía es hacerle bromas por doquier. Una sonrisa algo pequeña se formó en su rostro al recordar como inicio esa guerra.

Estaba entrando por primera vez al colegio con una sonrisa encantadora (según ella),  cuando lo vio... Un chico algo alto no tanto pero si para su edad, solo tenía doce años así que intuyo que el tenía la misma edad, su actitud arrogante la saco de quisio y apretó sus puños fuertemente, se suponía que en la secundaria evitaría los problemas como le prometió a su padre  pero no creía poder hacer lo.

Lo que más la puso furiosa fue ver a ese chico que hacia piruetas y llamaba la atención de chicos y chicas,  Grace siempre había llamado la atención de todos chicos y chicas por su andar tan elegante al caminar, por su inteligencia en cada materia (una cerebrito andante),  esa soltura para hablar y lo hermosa que era.

Quería ser la única importante y compartir algo era imposible para ella.

Era demasiado inteligente así que lo primero que hizo fue buscar su grupo y siendo como era no tardaría en encontrarlo, el primero fue un chico que a penas la vio quedó embobado por ella. Corley que se enamoró desde el primer instante y hasta el momento seguía enamorado.

— Hola ¿Como te llamas? — saludo Corley con su sonrisa tierna característica de él.

— Hola, soy Grace y ¿Tu eres? — la sonrisa arrasadora de Grace por poco y enmudece al chico, quien se recuperó rápidamente.

— Soy Corley ¿Quieres ser mi novia? — Grace solo sonrío, un chico útil sin duda.

Corley la perseguía por todos lados y aunque algunas veces la llegó a asfixiar, al final se acostumbró. Días después apareció Percey un chico rubio  de ojos verdes que tenía todo para ser un Playboy, pero sin duda sería de ayuda. Simplemente le habló y fue fácil ser su amiga.

— Hola desconocido ¿Cual es tu nombre? — directo al punto, ¿Quien diría que solo tenía doce años?.

— Soy Percey ¿Y tu?

— Soy Grace

El desconocido se convirtió en su amigo y fue todo tan sorprendente resultó que a los tres les caía mal el ya famoso Darren, ahora tenían que pensar en hacerle pasar un mal rato, pero que idea macabra y mal intencionada se les podría ocurrir a estos tres chicos.

— ¿De verdad tenemos que hacerle una broma? — Corley era el más sensato de los tres, aunque al final siempre terminaba haciendo todo lo que Grace decía.

— Acaso no soportan el egocentrismo de ese tonto, además por culpa de él nosotros no tenemos tanta atención y eso es algo que no podemos permitir — la lógica que usaban no era la mejor, pero quien podría cambiarles su forma de pensar.

Ese mismo día inicio todo, como siempre fueron expertos investigaron una de las debilidades de su "enemigo" le tenía miedo a las arañas y sabían el número y contraseña de su casillero. ¿Como lo supieron? Solo ellos pueden responderlo.

— ¿Como es posible que alguien le tenga miedo a estos hermosos animalitos? — susurro Percey mientras sostenía una enorme tarántula y los demás abrían y vigilaban el lugar.

Se tomaron un descanso para realizar su "pequeña broma" era normal meterse en problemas, no tenían ni un mes de estar en el Colegio y ya todos sabían de ellos.

— Para que vean que no es la gran cosa— Grace abrió por fin el casillero, Percey introdujo al animalito,  cerraron todo y se fueron.

Todos en el Instituto supieron de la broma y cuando Darren se enteró de quien fue la mente maestra de todo inicio la guerra de bromas.

Ahora podría decirse que no se hacían bromas como antes pero no perdían oportunidad para decirse cuando cosa se les ocurriera, era una relación de odio—odio, algo insano pero de lo que ya estaban acostumbrados.

— Lástima que estoy fatal, extraño pelear por la mañana — pensó para sí Grace.

Por fin la campana de finalización de clases había sonado, se despidió de sus amigos solo con la mano y se fue a su casa (ventajas de vivir frente al colegio),  entró y lo recibió el silencio de la Sala, sus padres habían contratado a una chica que los ayudaba pero normalmente a  esta hora estaría cocinando.

Subió a su cuarto y se dejó caer en la cama, estaba exhausta y no quería pensar en nada más. 








 

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Nota
 

Hola les dejo un nuevo capítulo de "Novio por conveniencia"  Espero que les guste.



#37680 en Novela romántica

En el texto hay: cliche, romance

Editado: 03.06.2020

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