Nuestra pequeña

22

—Buenos días —susurra Ben en mi oído.

—Buenos días ¿Llevas mucho despierto?

—No tanto.

Ben se inclinó hacia mí para robarme un beso.

—Parece que Emily también despertó —digo después de sentir unas patadas.

—Y tiene hambre.

—Vamos por algo de comer.

Ambos nos levantaron y cambiamos nuestras ropas. Ben me miro mientras me cambiaba y no podía dejar de pensar en lo afortunada que soy de tenerlo, a pesar de que jamás en mi vida pensé que me enamoraría al mismo momento que tendría una pequeña bebé en camino.

—¿Qué? —pregunto ya nerviosa de tanto que me observa.

—Estas hermosa —se acerca y deja un beso en mi frente.

—Tú eres muy guapo.

—Te amo Em.

—Te amo Bensito.

Ambos reímos por el apodo que invento su mama y yo copié porque lo encontré demasiado tierno. Y que además a Ben le molesta un poco.

—Detesto ese apodo.

—A mí me gusta, es muy tierno bensito.

—A mí no... Vamos.

....

—Ayer con Ben nos pusimos cariñosos.

Le comento a Katy aprovechando que los chicos salieron a comprar.

—¿Cariñosos? ¡por Dios! ¿Hasta qué base llegaron?

—De cierta forma a todas —digo avergonzada.

—¿A qué te refieres? Sé que Ben no... ¿Cómo lo digo?

—Se podría decir que no fue como se haría comúnmente, estoy embarazada...pero... Qué vergüenza.

—Tranquila, todos usamos las manos... Y la boca a veces

—¡Ya cállate! No debí mencionarte nada.

Intento irme a otro lado, pero ella me detiene.

—No te avergüences, nos has escuchado con las chicas cuando hablamos estos temas.

—Si pero esos no me involucran.

—Ahora sí... pero dime, mi hermano no se pasó...a veces los chicos se dejen llevar.

—No claro que no, Ben siempre es cariñoso y tranquilo.

—Ahora. Espera a que tengas Emily, ahí me dirás si es tranquilo.

Escuchamos la puerta abrirse y un par de voces como si estuvieran discutiendo.

—Esto, solo nos pasa a nosotros —dice Rodrigo.

—¿Que sucedió cariño?

Katy se levanta y camina hacia a él riendo por lo mojado que se encuentra. Yo por otro lado no alcanza a levantarme cuando Ben está a mi lado sentado.

—Parece que el cielo está a punto de caer —comenta riendo y revolviendo su cabello mojado.

—¿En qué momento comenzó a llover que no me di cuenta?

—No sé, pero veníamos caminando cuando comenzó.

—Debes cambiarte de ropa o enfermaras.

—¿Por qué no me ayudas? me gusta más cuando tú lo haces —dice dejando besos en mi cuello.

Caminaron riendo hacia el dormitorio, Ben con sumo cuidado me recuesta sobre la cama y ataca mis labios. Yo con un poco de desesperación le saco y la lanzo la polera de Ben.

—Aaaahhh —me quejo del dolor.

—¿Que sucede?

—No sé... Ayúdame.

Me ayuda a sentarme

—¿Estas bien?

—Sí, solo sentí una pequeña puntada, no te preocupes.

—¿Estas seguras?

—Sí, aaahhh.

—Emma —dice ya un poco asustado.

—Mejor vamos a ver un doctor.

—Aaahhh, Ben creo que Emily ya desea salir —digo aguantando el dolor.

—¡Por Dios! ¡Ya viene!

—Sí, cálmate que soy yo quien debería morir de miedo.

—Llamare a los chicos —deja un beso en mis labios y se dispone a salir de dormitorio.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.