Después de la charla emocional que tuvimos con Clara, hemos quedado en acuerdo que el día sábado, ella vendrá a mi casa para alistarnos y maquillarnos. Nos iremos juntas y volveremos a mi casa para dormir, no tendremos problema, ya que mi madre está de viaje por asuntos de negocios, porque si Clara va a su casa, recibira un tremendo castigo, por llegar borracha, asi que pedira permiso, para venir a mi casa, disque haremos una piyamada.
Ya son las tres de la tarde y hemos quedado con Ariel, para ir a tomar un helado, ya que hace varios días que no, nos vemos. Así que decidimos salir juntas y pasarla bien.
Las dos son mis amigas, con Clara somos mejores amigas de hace 18 años, siempre fuimos unidas las dos, porque nuestras madres son mejores amigas y se conocen bastante tiempo. A nuestra querida Ariel la conocimos a los 10 años, en la escuela, primero no la queriamos , se veía como una niña antípatica y mimada. Un día la pillamos llorando en el baño, le brindamos nuestro apoyo y desde ese momento, nos volvimos unidas las tres.
-—Ya vamos samy, no queremos escuchar su largo discurso de Ariel, diciendonos que la puntualidad es uno de los valores más importantes— me dice mientras rueda los ojos, es gracioso verla rodar sus ojos, o haciendo una mueca.
—Bueno, vamos—recogo mi mochila, donde guardo dinero, mi teléfono, las llaves. Bueno ustedes diràn, pero ¿porque llevas mochila? Pues nose, soy rara y siempre me gusta llevar mi mochila, cuando salgo a algún lugar.
Salimos de mi casa, subimos a un taxi, luego nos dirigimos a la heladería, donde siempre nos reunimos. Al llegar la vimos a Ariel ya sentada en una mesa, nos saludamos y pedimos helado, bueno a mi me encanta el helado de chocolate, o el helado de cafe con leche.
—Bueno y ustedes dos, irán a la fiesta—cuestiona Ariel, mientras pasa su mirada del helado, hacía nosotras.
Nosotras ya habíamos acordado mentirle, decirle qué no íremos a la fiesta, para después aparecer de sorpresa.
—No—respondo y le doy una sonrisa de boca cerrada—no, iremos a la fiesta, hemos quedado con Clara, que el día sábado, haremos un maratón de películas, mientras comemos chocolates y gomitas.
Miro a Clara para que prosiga con nuesta mentirijilla.
¿Somos malas amigas no?
—Si Ariel, ya hemos decidido no ir, no tenemos ánimo de bailar o tomar— dice mientras mete una cucharada de helado a su boca.
Bueno esa misma mentira, le diremos a los padres de Clara. De que ella se quedará en mi casa, a mirar películas, ah y ami madre támbien.
—Bueno y vos irás—pregunto con el ceño fruncido, aunque la respuesta están obvia, ella irá a la fiesta. Nunca se pierde de una fiesta.
De las tres, Ariel es la que mas va a las fiestas, la más popular, más carismatica y más llorona tambien.
Clara, es la más estudiosa, tambien le gusta ir a las fiestas pero no tanto, sus padres son estrictos. Es sociable y cariñosa, con todo el mundo. Un caramelito de miel, parece.
Y pues yo Samantha, no me gusta ser cariñosa, muchas veces soy hiriente, odiosa, no me quedo callada nunca, muchas no me soportan, Como si me importara caerle a todos, salgo a fiestas tambien, tan estudiosa no soy.
—Pero claro, que iré—rueda los ojos y luego nos mira— y ustedes asociales deberian ir tambien.
Nos ha dicho asocial, ouh eso dolio. Ok no, es broma.
—Si por eso mismo no iremos—me encogo de hombros, haciendole sabes que no me importa, si somos asociales.
Luego hablamos de su relación de Ariel con Daniel. Según estan llendo bien.
La verdad Daniel, me cae bien, si le hace feliz a mi amiga, solo me queda apoyarlo.
Cada vez que estoy con las dos, pasamos vergüenza, nos reimos de todo, nuestra risa no es para nada bonita, al menos la mía, parece que me estuviera ahogando con algo.
Después de que en la heladería, toda la atención recaería, hacia nosotras, porque nos reíamos de todo. Mientras ellos nos miraban tipo estas locas de que manicomio salieron.
Nos iriamos las tres juntas ya que viviamos cerca, pero Ariel se fue a la casa de su novio. Clara recibio una llamada de su madre, diciendole que tenia que ir a su casa lo más pronto posible.
Así que me tenía que ir sola, a mi casa, dudaba si irme en taxi o tomar el bus. Luego de unos segundos de pensarlo, me dirigi hacía la parada del bus.
Queria pasar el tiempo, por suerte no espere mucho el bus.
Me subi y me sente, el viaje de la heladería hasta mi casa es tan solo de dies minutos.
Me fije por la ventana y ya estaba llegando a la parada más cercana de mi casa, así que me levanto del asiento, cuelgo mi mochila a mi hombro y me dirijo hacía la salida. El bus ya habia parado.
Todo iba bien, ya estaba a punto de bajar el último escalón del bus, cuando siento un cuerpo de alguien chocar contra el mío, pierdo el equilibrio y caigo como un costal de papa en la acera.
—mierda—murmuro
Después de unos segundos me dispongo a levantarme, me cuesta, suelto unos quejidos, hasta que estoy parada.
Dispuesta a enfrentar a quien haya sido el responsable, de que me haya caido, me decido a darme la vuelta.
Hasta que escucho una risa ronca y sexi a la vez detras mio. Ahora si me doy la vuelta, para poder insultarlo.
—Cual es el chiste estúpido—escupo con rabia, me hizo enfandar, a parte de que me hizo caer se rie.
Lo peor de todo, es como si el mundo estuviera en mi contra, no puedo verle su cara, esta oscuro.
Justo ahora, no están prendidas las luces de iluminación comunitaria.
Sea como sea, este chico entrará a la lista oscura de enemigos.
Aún, no para de reir, tendre cara de payaso pensé. Creo que ganaremos mucho dinero si entramos a trabajar al circo.
Deja de pensar estupideces, como se va a reir de tu cara, si no la puede ver, porque esta oscuro.
Grita mi subconsciente.
—Como sea, andate a la mierda, patético—suelto y me doy la vuelta, no pienso en quedarme a ver como se burla de mi.
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Editado: 05.10.2020