Número Desconocido

Capítulo 6 | Visitas

Perfecta
Es la palabra que te describe Melissa, mi querida Melissa...aún recuerdo el día que nos conocimos, llevabas un pantalón de mezclilla un poco rasgado de las rodillas y una camiseta blanca que dejaba expuesto tu hombro, no paraba de mirarte y solía seguirte en los pasillos del colegio procurando que siempre estuvieras bien.

Un día pasé en frente de tu salón y pude darme cuenta que tus cosas estaban tiradas en el suelo mientras tú las tratabas de recoger lo más rápido posible, levante mi mirada y vi a un chico que conocía muy bien.

Era marco. El chico estúpido que siempre te rogaba por una oportunidad.  El tenía una mueca de frustración y confusión al mismo tiempo, para entender mejor lo que pasaba, los seguí observando procurando escuchar mejor lo que decían.

—"Perdón Melissa, no era mi intención"

Se agachó con la intención de ayudarte pero tú solo lo apartaste renuente a aceptar su ayuda. Sonreí internamente por eso y desde aquí pude notar su orgullo decaer.

—"Solo...solo déjame marco, ya tuve suficiente ¿okey?"–dijiste poniéndote de pie ya con tus cosas en mano dispuesta a retirarte de allí. Se te notaba incomoda en su presencia y lo que más deseaba era ir y sacarte de allí, pero no podía, tú aún no podías saber de mí.

—"¿Suficiente? Esto no es nada Melissa, estaré insistiendo hasta que seas mía, te pedí perdón por tirar tus cosas accidentalmente, pero jamas pediré perdón por amarte"

Te tomo de la muñeca impidiendo que te fueras, pude escuchar un suspiro de fastidio de tu parte, pero en el instante en que te toco, desee poder seguir controlándome, no soportaba que su mano estuviera en tu muñeca, no soportaba que te viera, no soportaba que estuviera cerca de ti. Tu eres mía.

—"Marco, suéltame en este instante"

Dijiste tratando de soltarte pero al parecer él hizo más fuerte su agarre ya que hiciste una pequeña mueca de dolor. Ya estando al límite, toque la alarma de incendios.

—"Esto no queda así"

Dijo marco antes de abandonar la sala después de que llegara un profesor a evacuar.
Pero en algo tenia razón, esto no se iba a quedar así, de eso yo me encargaría en estos momentos.

Aprovechando que los maestros se encontraban ocupados evacuando a los alumnos, seguí a Marco a paso seguro hasta que este salio de la escuela, se subió a su auto y se fue. Lastima, realmente estaba dispuesto a matarlo para que no te volviera a molestar.

Desde que ese pensamiento cruzo mi mente, me di cuenta que tu, Melissa, me habías enamorado, claro, en ese momento aún no sabia que el amor que sentía por ti era enfermizo, pero ¿sabes algo?, no me importa si lo es, lo único que se es que te amo y que jamas dejare de hacerlo.

Te amo con locura, una locura real.


Eso fue lo que decía la carta que el acodar me dejo en el armario de mi habitación.

Cuando Leonardo me mando ese mensaje, puse todos mis sentidos alerta y me tense esperando cualquier ataque. Tenía miedo, mucho miedo. Mis manos temblaban mientras aún sostenía el celular y sentía como mi respiración se aceleraba con cada segundo que pasaba.
Durante unos minutos no me moví, a pesar de que se escuchaban cosas moviéndose en mi habitación. Mi mirada vago por todo el lugar tratando de ver algo. Pero no pude ver nada.

Aún me preguntaba si fue estúpido no plantarle la cara o bien lo hubiera sido si lo hacía.

No estaba preparada para esto, jamás lo estuve.

Después de unos minutos, las luces volvieron a encenderse y "todo volvió a la normalidad". Ignorando el hecho de que aún seguía en la misma posición de cuando recibí el mensaje de Leonardo. No dure mucho en esa posición ya que el sonido de una puerta cayendo, me saco del shock en el que estaba haciendo que mi mirada se dirigiera a la puerta principal de donde entraban más de 7 policías armados.

—¿Se encuentra bien? ¿Le hizo daño? ¡Muchachos ya saben que hacer! ¡Búsquenlo hasta que aparezca el malnacido!

Me dediqué a responder una serie de preguntas durante más de una hora. Leonardo se encontraba a mi lado abrazándome de manera protectora. Como quería a este chico. Siempre protegiéndome a pesar de que soy unos meses mayor que él.

—¿Puede dejar las preguntas para otro día? Hoy no es momento, ella debe descansar de todo lo que ha estado sucediendo.—Dijo Leo

—De acuerdo, espero volver a vernos pronto para seguir con la preguntas.

Luego de unos minutos en los que terminaron de revisar la casa, se fueron dejándonos a leo y a mi solos.

—Gracias por eso...

—No es nada, era obvio que te sentías incómoda con esas preguntas. Estoy para protegerte, ¿lo sabes cierto? Hermanitos por siempre

Sonreí recordando nuestra promesa a los 13 años, jamás la olvidaría y lo mejor de todo es que nunca la hemos roto.

—Hermanitos por siempre

Nos abrazamos por un buen rato, él decidió quedarse aquí a dormir, dijo que se sentiría mejor sabiendo que estaba a solo unos metros de mí. Así me podría proteger más fácilmente.

Cuando me metí a mi habitación, fui al pequeño armario que tenia para sacar una pijama. Justo cuando abrí la puerta, una carta cayó sobre mis pies.

Después de leerla, intente recordar cuantas personas habian en ese momento en el que marco tiró mis cosas por accidente. Por más que lo intente, no pude recordar a nadie.

Me llamo la atención lo que dijo sobre la escuela ya que ahora sabia que esto que hacía, no era algo de momento. Desde hace años, antes de terminar la universidad, el ya me seguía y vigilaba lo que hacía.

Tenía que decírselo a la policía. Quizás con este dato, se les haga más fácil descubrir quien es el Asesino.

Aún con la carta en mis manos, me puse a observar cada detalle de esta y pude darme cuenta que había algo escrito detrás de ella, la voltee y leí lo que había estado previniendo hasta ahorita.

¿Enserio creíste que no había muerto alguien hoy?

Cerré la carta rápidamente y me repetí mentalmente que eso no era verdad y que solo trataba de jugar con mi mente.

Guardé la carta debajo del colchón de mi cama y tratando de relajarme un poco, me coloque la pijama, encendí el clima y me acosté.

No apagué la luz porque si, el miedo aún estaba en mí.

Traté de conciliar el sueño de diferentes formas, pero en ningún momento me puse sacar a esa persona de la mente, ahora solo me quedaba segui cuestionándome lo mismo.

¿Quién es el Asesino?




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