Prólogo: Escribo esto con la certeza de que nunca lo leerás

Querido:

Ya sabes que nunca fuimos excesivamente felices juntos, que nos hicimos mucho daño y que no estábamos hechos de la misma pasta, sobre todo en algunos momentos.

Utilizarte como pretexto para iniciar este libro no deja de ser un poco cruel y rastrero. Pero lo hecho, hecho está, y esta es mi versión de nuestra vida juntos. Sé que no te interesa en absoluto lo que pueda decir sobre ti, pues tú has dicho cosas peores. Pero te perdono, si te sirve de algo. Hace tiempo que te perdoné y me perdoné a mí misma por todo lo que hice cuando estaba contigo. Nuestros caminos no deberían haberse cruzado jamás; fuimos un error el uno para el otro. Por si te interesa, duermo mejor desde que sé que no te quise tanto como pensaba que lo hacía, pues todo pasa y el tiempo nos cura.

Así que, allí donde estés, gracias. Soy más fuerte después de ti.

Atentamente,

Ariadna