IV

Mi cabeza es un infierno donde seré esclava por lo que queda de la eternidad.

 Los dolores de cabeza son tan fuertes que te pueden causar la muerte, al parecer Grace corría con esa suerte por el frío que pasó. Por suerte no duró días, sino, horas... Horas de eterno frío, donde su único consuelo era la música de su celular, el clima en el bosque debía ser con su típica nevada pero, no fue así. Era como el otoño pero sin hojas que caen y un lindo paisaje, claro que el invierno también es lindo; sin embargo, para los indefensos no. 

 Imágenes del más allá se manifestaban por la consciencia de Grace. Cuando era niña leyó un cuento donde La Vida le pregunta a La Muerte que por qué el mundo le temía y ésta le contestaba con tanta verdad "Porque tú estás tan llena de mentiras y yo de tanta realidad".

 Entre flores nos reciben y entre flores nos despiden, el olor a flores la llenaban de tantos pensamientos que juraba haber muerto... Pero eso no lo es lo peor. Lo peor está en llorar por alguien que aún sigue vivo, como sus padres lo hacían con ella al ser tan... Tan rara, especial como dijo Jeon Somi. ¿Por qué hay que ser tan crueles con los demás por ser diferentes? Ser diferentes está bien, no ser común es lo mejor del mundo, algo jamás visto debe ser más admirado que por lo ya visto. Grace de repente recordó que luego de años pudo socializar con alguien y ese alguien también lo hizo con ella, podía morir en paz, al menos. No sabía si SeokJin contaba, puesto a que luego de esa vez no lo hizo más. Él le habló solo para burlarse de Kim Namjoon, fue bueno de su parte haber tenido los ovarios y decir de dónde venía para no dejar al moreno como un idiota, sino, a SeokJin.

Nunca sabes lo fuerte que eres hasta que serlo... Es tu única opción.

 El sentir del despertar hacía doler cada parte de Grace, abría levemente sus ojos y se cruzaba con la iluminación de la luna cubrir la habitación donde se encontraba. Una enfermería; habían camillas, medicina y ella completamente sola. Se sentó como pudo para detallar mejor su situación: Suero pasar por su vía, vapor a su lado izquierdo y una enorme ventana que daba vista a todo el campamento de noche. No había ni un alma, ni siquiera vigilantes y guardabosques. Se volvió a acostar para relajarse un poco, ya juraba que había muerto. ¿Cómo llegó?... No... ¿Quién la trajo?

 De repente la puerta de abrió delicadamente.

— Sé que estás despierta, abre tus lindos ojos —pronunció aquel chico que todos sabíamos quién era. Grace obedeció y se impresionó al haberse confundido con semejante diferencia vocal ¡Era SeokJin! ¿Por qué le decía eso? ¿Qué pretendía?— ¿Qué sucede? ¿No te alegra verme?, disculpa. Sé que me comporté mal con Nam, es mi mejor amigo pero, sentí que se pasaba de la raya contigo ¿No te hizo nada malo? —negó la chica y éste sonrió levemente— Me alegro —tomó asiento en uno de los sofás.

  La sombra que reflejaba SeokJin al estar en frente de la luz daba un toque siniestramente sexy en el lugar, él no decía nada y ella tampoco, él no estaba incomodo pero ella sí. El silencio dice más que mil palabras y en este caso Grace gritaba que por favor se fuera, obvio Jin lo notaba; sin embargo, disfrutaba de ver como la chica arrancaba cada trozo de carne en sus dedos, llena de desesperación y nerviosismo.

— ¿Tienes hambre? —preguntó luego de vacilarla. Grace lo miró con algo de miedo y éste soltó una carcajada— Tranquila, ya comí —todos entendimos el chiste— ¿Te gustan las papas? El otro día las dejaste ¿Por qué te asustaste? 

  Pobre SeokJin, su pregunta no será respondida. Hablar con Grace era como estar con un mudo y decirle si puede contarte un chiste, o decirle a un inválido que camine... Ése tipo de comparaciones, aunque es más probable que el invalido camine.

  Dejó salir un suspiro, ya tenerla cerca le fastidiaba.

— Tomaré eso como un sí —sonrió—, traeré papas... Mientras tanto, quédate aquí —comenzó a reír—. Sí, como si tuvieras otra opción —tomó un libro que había en una mesita de noche a su lado y se lo dio—. Ten, ese es tu libro, lo dejaste ese día; es muy bueno, ya lo leí.

  Vaya, leyó un libro de 300 hojas en dos días. Eso fue cautivador para Grace, un hombre intelectual y atractivo es rarísimo de encontrar. Recogió su libro y éste salió a buscar lo que dijo, así que Grace abrió su libro y se llevó una buena sorpresa otra vez de parte del chico... Cada capítulo tenía una nota resumiendo y dejando las frases más icónicas de lo leído.

  Un pequeño recuerdo vino a ella, donde su padre practicaba un discurso para los trainees.

—... Si tuvieran que escoger entre la vida o la muerte ¿Qué elegirían? —preguntó, papá y yo sonreí.

— La muerte —contesté. Se giró sorprendido al verme pero, luego recordó lo que hacía y me observó con duda.

— ¿Por qué?