—¿Qué sabes de Torcuato Gallardo?—
Fue lo primero que escuché después de haber estado inconsciente por quién sabe cuanto tiempo.
Me costó reconocer donde estaba; ya que en realidad, estaba atada a un fierro extraño pegado en la pared, en una habitación extraña.
Al lado mío habían más gente atada. Pero inconsciente.
Al parecer, era la única despierta y con mis "5 sentidos" activos.
La única persona consiente estaba al lado mío, que me miraba de reojo.
—¿Qué sabes de Torcuato Gallardo? ¡Responde!—
Era el enmascarado, que con uba escopeta me apuntaba, amenazandome.
—No puedes dispararme, porque si no, perderías tu información sobre el paradero de él... — Dije yo, muerta del miedo por dentro.
—¿Y cómo sé yo que tienes información de él?—
En ese momento, recordé los 3 perfiles de Instagram que me mostró Cony, resultó ser el último que enseñó.
—Hagamos un trato. Tu buscas a alguien, y yo también. Déjame buscar a mi amiga María y te digo lo poco que sé de él.—
No me respondió, solo se fue, dejandome sola en la habitación gigante.
La chica de al lado, se acercó a mí, algo temblorosa.
—Hey, con tu boca, trata de sacar el pinche que tengo en mi pelo.—
Dijo ella, acercándo su cabeza hacia mí y susurrando.
Lo identifiqué, y acercándome lo que más pude hacia ella, con mi boca pude sacarlo.
—Okey, trata de tirarmelo a las manos de atrás.—
Con mi boca, tomé un impulso y se lo lancé, afortunadamente cayó en sus dedos, y comenzó a romperlo.
—Con esto podremos salir..—
Después de unos minutos, la chica rubia, y alta se pudo liberar de las cadenas y el candado.
Ella se acercó y en unos minutos, pudo liberarme.
—Estaba esperando a que alguien despertara para poder liberarnos. Mi nombre es Sally Margott, por cierto.—
—Yo soy Idoya, ¿Qué haremos con el resto de la gente?—
—Creo que lo mejor en este caso sería huir, y alertar a la policía que estamos aquí.—
—No te preocupes, estoy encubierta. Tengo un rastreador en mi cuello. Deberían estar llegando pronto.... —
Antes de terminar mi frase, vi que el rastreador ya no estaba. Supuse que el enmascarado me lo quitó antes de llevarme.
—¡Mierda! ¿Qué haremos ahora?—
—Lo mejor será huir, y buscar la salida más cercana.—
Nos tomamos de las manos, y nos fuimos.
El lugar, parecía ser una edificación abandonada.
El lugar estaba polvoriento, lleno de musgo, y con bastantes grietas.
Una vez afuera de la habitación, había un pasillo con un montón de puertas, no se podía visibilizar una salida clara del lugar.
—Vamos, por aquí.— Dijo Sally, aún agarrada de mi mano, continuando por el pasillo en busca de un lugar.
Seré sincera; pasamos horas caminando y aún no sabíamos por donde salir, hasta que nos encontramos con una escalera hacia abajo.
—¡Por fin! Vamos—
Comenzamos a correr, y bajamos por tales escaleras.
Al bajar, había una puerta abierta.
Antes de que lográramos salir, unos tipos aparecieron y nos bloquearon el camino, y uno nos apuntó con una escopeta.
—¿Qué hacemos ahora?.— Dije a Sally, levantando las manos.
—No voy a volver a estar encerrada.— Acto seguido, Sally se tiró a uno de los guardias. Al ver que hizo eso, yo me tiré hacia el que tenía la escopeta, y traté de quitarsela.
Sally pudo librarse de un guardia, después de haberle golpeado una patada en la pierna.
Rápidamente yo le grito que se vaya, que huya, y que revele a la policía la ubicación nuestra.
Ella asiente y corre por ayuda.
Claro, yo me quedo sola en ese momento luchando, pero no por mucho tiempo.
Como estaba tirado encima del guardia, con un pie, doy una patada hacia su brazo, haciendo que suelte el arma, rápidamente me suelto de él y la toma.
Una vez apuntando a los demás, ellos levantaron sus manos.
—Perfecto... —
Todo iba bien, hasta que sentí algo en mi cabeza, era el de la escopeta de la noche apuntandome.
—Creí que podía confiar en ti en un momento...Amarrenla, y suelta la escopeta.—