capitulo 5

Del hospital salí al rededor de las 5:00 pm me medicaron y me pidieron volver si me sentía mal.

Ya en la universidad casi no había nada solo personas recogiendo sus carteleras, desconectando, guardando y limpiando las extensiones, las pantallas que usaban y los portátiles. Caminé por toda la universidad llegué a un pequeño jardín tipo laberinto con sus caminos pavimentados y me senté en una banca de madera miré el cielo estaba lleno de estrellas, o no?, la verdad no estoy segura ¿será producto del golpe?. puede que sea solo una y esté viendo doble A lo lejos escuché como una guitarra tocaba una melodía desconocida levanté la cabeza pero no me dejaban ver las plantas (las plantas no eran tan altas pero mi baja estatura no me dejaba ver) no tenía nada mejor que hacer así que fui a ver de que se trataba, caminé por el sendero de pavimento acercándome cada vez más a la melodía. cuando el  sonido se acercó me encontré con el chico de cabello castaño sentado en una banca igual que en la que antes me había sentado,pues, ya saben cosa de diseño. Me acerqué a él y pensé en darle las gracias por lo de hace rato pero se encontraba tan concentrado que a pesar de estar a casi un meto de él no se movía. Tocaba la guitarra una melodía muy suave con una paz abrumadora mientras miraba las algo en una libreta azul, pensé en irme para no interrumpirlo, ya mas tarde podría agradecerle por lo que me dispuse a dar media vuelta e irme.

—¡mierda!—Exclamó al no alcanzar bien un acorde. yo giré mi cabeza sorprendida, él levantó su cabeza y me vio. 

—¡mierda!— si, lo dijo de nuevo, no es que me haya quedado sin ideas o que no revise el texto— me asustaste, espera, tú eres la chica inconsciente de hoy— Asentí apenada. 

—¿ya te sientes bien?—dijo el chico. 

—si, creí que iba a morir. Ese chico está loco— contesté. 

—¿el jugador de fútbol americano?— jajá, no fui la única que lo notó así.  

—exacto, es una persona perseverante y ambiciosa— sonrió 

 —jaja, yo vi todo como si se tratara de una película, las demás personas caían y todo marchaba de maravilla pero contigo se pasó. Desde el lado bueno ahora eres famosa en la universidad. 

—no creo que eso sea muy alentador —dije frunciendo el entrecejo —¿me puedo sentar a tu lado?—le pregunté. y este me hizo espacio en la banca de madera. 

—por cierto ¿qué estabas tocando?. 

—nada en especial, sólo vino a  mi mente. 

 —no creo que las cosas lleguen a la mente solo porque sí, sin ninguna importancia, debe de haber sentimientos, experiencias, e imaginación. Si no aprecias tu propio trabajo, nadie lo hará. 

—no había necesidad de la la frase motivadora—reímos. 

  —¿todo lo que tocas lo escribes en esa libreta?— señale la libreta azul de sus manos. 

— no todo pero la mayoría, la uso para practicar, aquí — señaló su libreta — hay desde canciones conocidas, canciones por conocer y melodías propias. 

— ya veo, puede resultar muy útil 

 —si 

un silencio incómodo invadió el lugar dejamos de mirarnos las caras, lo que lo haría mas incomodo, y  nos quedamos sentados uno al lado del otro por varios segundos. 

 — gracias por lo de hoy — rompí con el silencio 

—¿ que cosa? 

— hoy me ayudaste cuando me caí 

— cuando te derrumbaron querrás decir— me miró sonriendo y yo hice lo mismo 

 — si, bueno esos hechos son discutibles pero, en serio gracias por ayudarme muchas personas estaban a mi alrededor pero nadie me ayudó — su rostro se tensó y me miró 

—creo que así suele pasar ¿no? 

— si, así pasa — y... otra vez la conversación muere debería irme y dejarlo hacer su melodía en paz  pensé me levanté y me sentí mareada, él tuvo que notarlo porque se levantó con rapidez y me sostuvo. 

— muchas gracias, de nuevo — dije sonriendo 

— de nada, ve a descansar un rato — me soltó despacio mientras lo caminaba para irme 

 — si, gracias eso haré, hasta luego — le dije mientras me alejaba caminando despacio. 

Cuando llegué a la habitación, cosa que se hizo eterna, estaba kala sentada en su cama con los audífonos puestos ya en pijama, valeria se encontraba en su mesa de trabajo muy concentrada jugando algo en linea y alma ya estaba dormida. yo también tenía mucho sueño así que me puse el pijama en silencio y me fui a cepillar los dientes para luego acostarme a dormir. 

  — vamos valeria déjala dormir  — escuché un susurro en la lejanía 

 — pero, ¿y si se murió y no nos dimos cuenta?  — la voz se hace mas cercana