8. MALETAS

Llevábamos media hora hablando sobre la manada Mighty Wolf y de lo que hace William en ella. Cuando de pronto, llegó mi papá a la cocina y nos interrumpió. 

–William, el Alfa Damián te llama–informa serio, casi un poco enojado, algo poco común en mi papá. 

–Okey, gracias. Después seguimos hablando Adara. 

–Sí, dale. 

–¿Qué pasó Adrián? ¿Por qué nos interrupistes de esa manera?–cuestiona mi nana. 

–Sí ¿Sucedió algo papá?–pregunté asustada de su comportamiento. 

–Tengo que hablar con ustedes. El problema que tuvimos en la manada fue un combate con una manada muy antigua y poderosa, ahora ellos quieren matar… 

–¿Qué? ¿Cómo qué nos quieren matar?–interrumpí atónita. 

–Adara no me interrumpas que estoy hablando–dice con una mirada severa–Por eso vino el Alfa Damián, para encontrar una solución…y la única es tener un juicio con el consejo y para ello tenemos que viajar Mighty Wolf, las dos deben de hacer sus maletas para irnos hoy mismo. 

–Papá ¿Por qué no me dijiste la magnitud del problema?–pregunté con enojo, decepción y mucha confusión–Nos quieren asesinar. 

–Adara entiéndeme, es difícil y estresante para mí porque no sólo está en juego nuestra vida sino también la de la manada entera. 

–¿Por qué no me tomaste en cuenta? soy tu hija. Somos una familia–Me sentía terrible por las mentiras, por lo que no dijo y por las vidas en juego. No sólo eran las nuestras sino también las de toda la manada, la cual no creo que sepa algo de esto. 

–Tomé la decisión de no involucrarte para que no estuvieras intranquila. No cuestiones mi decisión y solo ve hacer tu maleta y es mi última palabra–dice emanando enojo. 

–Anda ve mi niña, para irnos rápido–pidió mi nana al ver la actitud de mi papá. 

–Está bien–acepté abatida por la discusión antes de salir de la cocina para subir las escaleras hacia mi cuarto. 

Llevaba ya una hora empacando lo necesario para el viaje, lo primero que hice fue sacar la maletas de mi armario. Después guardé artículos de aseo personal como: desodorante, shampoo, acondicionador, perfume, cepillo de dientes, maquillaje, etc. Y por último lo más difícil, la ropa. 

–Y ahora ¿Qué empaco?–me pregunté a mí misma al frente de mi armario sin saber cuanta ropa debo guardar.  

–Estaremos una semana y media allá–dice mi papá recargado en el marco de la puerta. 

–¡Ah! ¡Me asusto!–exclame con la mano en el pecho–¿Cuánto tiempo lleva allí de pie?–Tremendo susto que me dio, casi se me sale el corazón. 

–Siempre tan dramática, estaba allí desde hace un buen rato–explica con burla antes de acercarse a mi–Lleva solo lo necesario Adara…disculpame por cómo te hable en la cocina, estoy muy estresado y cansado de la situación. De igual manera no debí de reaccionar así contigo, tu no tienes la culpa de mis problemas. 

–Está bien papá, te entiendo. No te preocupes–dije al mismo que le doy un abrazo–pero prometeme que no me vas a ocultar más nada ¡Sin mentiras! me sentí mal porque me excluiste del problema. 

–Sí, te lo prometo. Te traje esto–anunció a la vez que dejaba unos lentes de contacto en mis manos–Son para que no vean el color de tus ojos Adara–explicó al ver la confusión reflejada en mi rostro. 

–¿Por qué? Si estamos entre lobos–pregunté sin poder creerlo, no tenía sentido lo que me pedía. 

–Porque vamos a viajar en un avión con humanos que no saben de nuestra existencia. Tampoco no te lo quites en la manada a la que vamos recuerda lo que siempre te he dicho. 

–Sí, sí. Cuida tu poder de las manos equivocadas–repitió con cansancio el mismo discurso de siempre. 

–El collar también nunca te lo quites, por nada en el mundo ¡Por nada!–advierte–Una última cosa, si te preguntan tu rango les dices que eres una beta. 

–¿Por qué? Si ya el Alfa Damián y William saben que soy una gamma. 

–Solo hazme caso, vamos a un lugar con lobos muy malos que pueden querer tener tu poder en sus manos, no debes confiar en nadie. 

–Está bien, ahora déjame terminar de empacar, por favor.

–Si, nos vamos dentro de dos horas–dijo antes de cerrar la puerta de mi cuarto. 

–Okey.

A los minutos mi teléfono vibró por un mensaje de Emily diciéndome que ya sabía del viaje y que venía conmigo por su papá. En ese momento me acordé de Nick y de lo que pasó ayer en la noche, decidí llamarlo para calmar las aguas. 

–Hola Nick ¿Que haces?–como siempre contestó rápido al primer timbre de la llamada. 

–Hola Adara, nada y ¿tú?.

–¿Todavía sigues molesto conmigo?–pregunte sin rodeos, quería terminar esto cuanto antes. 

–¿Por qué? Si estuviera molesto contigo no te hubiera contestado la llamada–dice cómo si nada, como si mis palabras no le hubieran dolido en la noche de ayer. 

–Entonces ¿Por qué ayer te fuiste tan rápido? Te escribí después de eso y no me contestaste–cuestiono triste.

–No quiero hablar de eso, mejor olvida lo que me pasó ¿si?–pidió incómodo. 

–Está bien, te llamaba para decirte que nos vamos de viaje mi papá, mi nana y yo. Por un problema de la manada–se lo comente antes de que se entere por otra persona, ya teníamos demasiada tensión para agregarle más, además así está enterado que no estaremos en casa por un tiempo.

–¿Por qué tienen que viajar? No lo pueden solucionar aquí.

–No, es necesario ir a la otra manada para resolverlo. 

–Okey ¿a que manada?.

–A la manada Mighty Wolf, es la del Alfa Real Dam…–me interrumpió enojado. 

 –Y ¿Por qué a su manada? No pueden ir a otra ¡¿Por qué con él?!–exclamó exaltado. 

–¿Qué te sucede Nick? Por qué me hablas de esa manera, nunca me habías hablado así–dije enojada pero a la vez muy dolida, desde la fiesta se está comportando de una forma extraña. Se que le gusto pero tampoco es para que reaccione así en contra de Damian.

–Vamos a esa manada porque es el único que nos puede ayudar. No entiendo tu molestia ni tu enojo absurdo y si vas a estar así mejor corto la llamada y hablamos cuando seas el Nick dulce de siempre–finalice agotada de su rabia y con ganas de no verlo hasta después de un mes.