Olvídate del Pasado

✨Capítulo 1✨

—¿Me prometes que irás en unos días?—Pregunté a Jade mientras veía sus ojos color celeste entre cerrándose mientras se dibujaba en su rostro una leve sonrisa.

Después de unos años del asesinato de mi madre, nos mudamos con mis tíos a un pueblo muy alejado de mi ciudad natal, pero mi tío Jason no estaba muy convencido del vecindario o más de la gente de ese pueblo, y yo estaba totalmente de acuerdo con mi tío, la gente de ese pueblo era rara, un poco aislada con los visitantes. No lograba adaptarme a la gente de este pueblo y ya en sí me costaba demasiado conocer gente o confiar en ellos. Madison, mi tía, justificaba mi desconfianza con el asesinato de mi madre, pero yo no creía que eso fuese lo que provocaba mi desconfianza en la gente.

Cuando nos mudamos a este pequeño pueblo conocí a Jade, un joven, pequeño, muy delgado, él tenía acné, cabello rubio dorado y unos enormes ojos celeste, tenía solo quince años y tenía una historia algo similar a la nuestra, por lo que nos hicimos muy amigos al poco tiempo. Él había estado desde mi adolescencia hasta ahora que ya había abandonado aquella etapa.

Jade pasaba su mayor parte del tiempo en mi casa, con nosotras, su madre había fallecido de una enfermedad terminal, su padre perdió su trabajo a causa de que comenzó a tomar demasiado, volviéndose alcohólico y muy agresivo con el pequeño Jade, a quien golpeaba sin razón alguna. El niño andaba desde muy chico rebuscándose en la calle para poder comer, por lo que mi tía Madison al ver la calidad de vida del niño, solía invitarlo muy seguido a la casa a comer, o le regalaba vestimenta, ya que Jade se encontraba en una condición muy triste.

Mis tíos hace meses decidieron volver a mi ciudad natal, era muy triste porque no quería abandonar a Jade, lo necesitaba, él era el único que conocía mi historia al derecho y al revés, y no me imaginaba una vida sin él. Jade prometió irse con nosotros ya que mis tíos lo amaban, y le habían propuesto estadía hasta que terminará la universidad en nuestra ciudad, dijo que en unos meses iría, ya que tenía que sacar unas materias que le quedaron pendiente para poder ser aceptado en una universidad. Por lo que se tenía que quedar en el pueblo. Así que debíamos estar unos meses distanciados.

— Tranquila Gin, iré en unos meses y te prometo que nos pondremos al día.—Afirmó Jade desparramando mi cabello con su mano mientras lo abrazaba fastidiada con el.

Su aspecto había cambiado radicalmente, él acné se había ido hacía ya casi unos años, sus ojos se había adaptado a su rostro haciendo que quedarán perfectamente en el, su estatura había aumentado bruscamente en los últimos dos años y también su masa corporal, pero en cuanto a su personalidad, seguía siendo el mismo joven extrovertido, tímido y aislado de los demás.

Me subí al auto, mientras Ruth se despedía cálidamente de él también, ambas lo extrañaríamos demasiado. Sus ojos se cristalizaron mientras nos saludaba y sonreía con su linda y acogedora sonrisa. Lloré unos minutos mientras Ruth me secaba las lágrimas hasta que recibí un mensaje.

—"No seas llorona, volveremos a vernos en unos meses, cobarde."

Reí al ver el nombre de Jade en el mensaje de texto.

Nos alejamos de la casa que había sido un refugio para mi hermana y para mi, dejando todo atrás.

Horas más tardes habíamos llegado a mi ciudad, después de años al fin volvía, estaba contenta, pero me sentía algo incómoda al imaginarme las miradas de todos encima, es decir no creería que recordarán aquel trágico suceso, o al menos eso esperaba.

El auto se detuvo frente a una casa pintada color verde manzana, tenía un hermoso patio delantero, lleno de flores, y un césped verde muy bien cortado. Observe la ventana que se encontraba en el segundo piso de la casa y parecía ser la única ventana en el segundo piso del lado de la calle.

—No es la mejor casa que hay, pero es lo que podemos pagar niñas.—Comentó mi tío.—¿Qué les parece?— Preguntó Jason sonriendo ampliamente achinando sus ojos color verdes.

—Opinó...—Dije haciendo una pausa volviendo a mirar la ventana de arriba.—Opinó que quiero la hermosa habitación que tiene la ventana que da a la calle.—Grité quitándole las llaves a mi tío, mientras mi tía reía y escuchaba la voz de Ruth decir que eso no se valía.

Corrí, hasta donde se encontraba la gran puerta de roble oscuro, logrando abrirla rápidamente con la llave. Sin embargo mis piernas no se detuvieron ahí, y mis ojos buscaban las escaleras, pero me quede unos segundos estancada en la sala principal anonada ante los detalles de la casa, era algo grande, tenía mucha simpleza en ella, pero era muy acogedora. El piso de la sala principal era de madera marrón arena, estaba muy bien amueblada y parecía que todas las habitaciones de la casa se dirigían a esta sala.

—Emma va a morir cuando llegue y vea esta gran casa.— Mencionó Ruth, posándose detrás de mi, sonriendo sin dejar de observar la casa.




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