Capítulo 28

Harry tomó entre sus dedos el dije que perteneció a Sage, no creía en los simbolismos de los clanes pero por primera vez en su vida tiene esta extraña sensación de pertenencia, no a los lobos, él le pertenece a ella. Aunque su status dentro del clan no valía mucho, significaba algo para los demás, Harry sabía que no era adecuado moverse libremente con los desconocidos, por lo que redujo sus actividades al máximo.

Pero las semanas pasaron en calma después de la reunión con el cuerpo de líderes, Sage iba avanzando lentamente en su recuperación, incluso estaba considerando la idea de cuidar del pequeño jardín subterráneo por su cuenta. Mientras tanto, Harry se ocupaba de las tareas de la casa y hacía el trabajo desde ahí, Sawyer se ocupaba de investigar posibles clientes y reunirse con ellos.

Todo marchaba bien, pero algo seguía incomodándolo. Él ya no sentía esa sombra en su interior, y el vínculo que lo unía a Sage parecía abierto con normalidad, las emociones de su loba vibrando en cada fibra y luz. Sin embargo, él continuaba pensando en que no había cerrado las puertas de sus miedos. No lo comprendió hasta que una noche, casi por error, dio con un reportaje en un portal de noticias en línea sobre el hijo de Bulgakov.

Fue un golpe seco en su pecho que comprimió su corazón desde adentro, el hombre en la pantalla tenía la misma edad de Harry. Un escalofrío le recorrió la espalda, y el animal dentro de él le trajo el recuerdo del sabor de la sangre. Un único significado que no necesitaba palabras para comprenderlo, surgió para aferrarse a él como zarcillos de hiedra venenosa. Todo se oscureció de golpe para él, mientras veía a la copia más joven del hombre que arruinó su infancia y lo convirtió en asesino.

Pero algo lo hizo leer el reportaje completo, esa parte de su consciencia que seguía sana, bañada por la luz de la loba que lo sostenía sin dudarlo.

Anatoly Bulgakov, heredero del noventa por ciento de la fortuna hecha por el inversionista Vittorio Bulgakov, cerró la casa de inversiones de su padre, donó el cincuenta por ciento de su herencia a organizaciones sin fines de lucro y con el resto fundó la organización Childrens For The Earth, un hogar para niños cambiantes huérfanos, abandonados y rescatados del tráfico ilegal y el mercado negro. Sus instalaciones se encuentran en la propiedad de diez kilómetros cuadrados de Vittorio, las mismas donde el magnate mantenía cautivos a cuadrillas de lobos, pumas y leones para abastecer las peleas clandestinas. Anatoly expuso los crímenes de Vittorio en su libro “La crueldad detrás del dinero” en donde se detalla los oscuros negocios que ejercía entre ellos trafico de cambiantes, cacería y venta de partes corporales, captura de niños y uso de cambiantes jóvenes como esclavos.

Sobre el motivo detrás de su fundación benéfica, Anatoly comentó: “El hecho de crear Childrens For The Earth es una forma de limpiar y remover parte del enorme peso que llevo en mi apellido, el cual me marcará de por vida por las crueles acciones de mi padre” dijo él en una entrevista hecha a la reportera Jasmine Gilmour quien trabaja para la revista digital independiente de la investigadora asociada al clan Moon Fighters, Eleine Mirianni “No espero que las víctimas de mi padre dejen de odiarme” continuó después “Lo que busco es que encuentren la paz que necesitan ahora que tenemos la capacidad de investigar sus identidades y nexos vinculares con distintas asociaciones cambiantes, ya que la gran mayoría de sobrevivientes fueron capturados siendo menores de edad. Por mí parte, he encontrado mi meta en la vida, y esa es ayudar a las víctimas más vulnerables de este horrible negocio: los niños”

Para ello, la organización de Anatoly se sustenta solo con las donaciones y el porcentaje que gana por las regalías de la casa de inversiones. Dentro de unas semanas, él será el anfitrión de un baile de beneficencia para recaudar fondos y así expandir su equipo que trabaja en la detección de niños capturados...

—¡Demasiado conveniente! —Gruñe con fuerza y cierra la página del artículo.

—¿Qué? —Cuestiona Sage, el vínculo tuvo un salto repentino pero se tranquilizó cuando él descargó una intensa oleada de apoyo.

Ella se acerca desde el pequeño descanso junto a su habitación y se sienta a su lado en el sillón, con gentileza toma el anotador digital en el que estaba leyendo y abre la última página. Ella transmite una calma inmediata que lo hace volver a la normalidad, sin embargo, no hay nada que hacer con lo que corre en su mente.

Una voraz necesidad de vengarse.

—¿Qué es lo que te tiene tan molesto? —Sage le pregunta después de leer el artículo completo.

Ella tiene una sudadera negra suya porque le gusta tener su olor en su piel. Y a ese lado roto y oscuro dentro de Harry le gusta verla llevar su aroma con orgullo y placer. Le inunda una alegría retorcida.

El brillo en sus ojos grises le apremia a responder, porque Sage es impaciente en algunas cosas, sobre todo si se relacionan con él.

—Bulgakov también hacía beneficencia y caridad para los cambiantes.

—¿Y piensas que su hijo está haciendo lo mismo?

Harry lleva su cuerpo hacia adelante, apoyando los codos sobre sus rodillas, pasa sus dedos en su cabello y exhala. Siente culpa y rabia al mismo tiempo.

—No debería pensar así, ¿cierto?

Un escalofrío lo sacude cuando Sage lo sostiene por la nuca.

—¿Te haría sentir mejor si supieras la verdad sobre Anatoly?

Harry levanta la cabeza para mirarla otra vez, ¿en qué momento se hizo merecedor de que ella lo amara tanto? Ellos todavía no se conocían a fondo, pero parecía que se complementaban el uno al otro como dos piezas de rompecabezas.

—No lo sé —admite, porque sus emociones y sentimientos son tan confusos, tan enredados unos con otros—. Pero si la historia se repite...