Orbeia, Devastación de Mundos

Batalla en la Constelación de Orión

Parte del Quinto Capítulo: "Batalla en la Constelación de Orión".

 

(...)

Las naves de la Alianza Solar estaban desoladas, no había ningún tripulante en ellas. Los controles se movían solos como si las propias naves tuvieran vida. Definitivamente estabán en automático, esperando algo para autodestruirse, porque eso era la finalidad desde un principio. La Alianza Solar ya sospechaba de las malas intenciones de los reptilianos y fue por eso que decidió instalar en todas sus naves, bombas de neutrones que estallarían en caso los reptilianos atacaran a traición.

Los reptilianos habían caído en su propia trampa. Pensaban que las naves aliadas estaban llenas de tripulantes y que eran una parte importante de la Flota Interestelar de la Alianza Solar. Verdaderamente los reptilianos se confiaron esta vez.

Desde las cabinas de mando de las naves de la Alianza Solar se veian como venían los misiles y rayos a destruirlas. Cuando se produjo el choque, se activaron las bombas de neutrones y toda la flota obsoleta de la Alianza Solar estalló generando una onda expansiva en el espacio tan gigante que arrasó inesperadamente con la Flota Interestelar Orbeiana. Miles de reptilianos sucumbieron y los pocos sobrevivientes no encontraron explicación a este hecho.

Darlek quedó muy mal herido. Se encontraba en la cabina de mando, que era la única pieza casi intacta que había quedado de una nave principal orbeiana.

-¡Maldito Yaoh! ¡Todo fue una trampa! -expresó Darlek de forma entrecortada, mientras se arrastraba en el piso tratando de sujetarse a algo.

Toda cabina de mando de toda nave orbeiana, por más pequeña que fuese, tenía la propiedad de sellarse y desprenderse de la nave principal y de esa forma ser utilizada como una cápsula de escape. Esto último es lo que hizo Darlek para poder salvar su vida.

(...)

La cápsula de Darlek después de un corto trayecto, arribó al planeta RITH 68. Después de unas inyecciones y un tratamiento de reparación de tejidos en la camilla médica de la cápsula, pudo salir a la superficie del planeta.

La llanura que divisaba el general orbeiano estaba llena de desperdicios tecnológicos, restos de naves espaciales antiguas y circuitos de sistemas de diversos artefactos de anteaño. De pronto Darlek comenzó a caminar por donde sus instintos lo guiaban. Escogió un camino que llegaba a la parte más alta de la llanura. Cuando llegó a esa parte alta observó todo su contorno y pudo ver, al pie de una colina, una entrada que terminaba en una gran puerta metálica.

Darlek caminó velozmente, a pesar de su pierna aún convaleciente, hacia esa entrada al pie de la colina. Al estar parado frente a la puerta metálica, el general orbeiano comenzó a buscar algún botón o ranura que le permitiera abrirla. Al fin después de tanta búsqueda levantando el polvo aderido sobre la placa metálica, Darlek encontró un detector de ADN sobre el cual puso su dedo. Rápidamente el sistema de identificación reconoció el ADN y una voz computarizada dijo: «ADN orbeiano de raza guerrera alfa reconocido.»

La gran puerta metálica logró abrirse totalmente gracias al ADN de Darlek. El general orbeiano entró al bunker de forma desconfiada. Todo estaba oscuro hasta que prendió un artefacto de luz artificial que logró alumbrar todo. El recinto era extraordinario, pero lo que le llamó la atención más a Darlek eran veinte estructuras con una forma de romboide alineadas en dos filas. Estas estructuras eran de un color negro intenso.

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Darlek reconoció inmediatamente el rostro que había salido en todas las pantallas, era su abuelo Dorbeth quien fue considerado como uno de los mejores generales que tuvo la Flota Interestelar Orbeiana.

-Quien haya venido hasta aca -habló la imagen del abuelo de Darlek-, se que puede ser mi hijo, nieto, bisnieto, tataranieto o algún descendiente más de mi casta guerrera, es por ese motivo que la puerta de este recinto se abrió al leer el ADN de mi familia.

-¡Descendiente! tú que seguro estás al frente mio, contemplando mi imagen en las pantallas -continuó hablando Dorbeth-, hoy te enseñaré un secreto que fue guardado por mí ante la negativa de los orbeianos a atacar a los atlantes, lemurianos y nordianos, en su debido momento.

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-Estas veinte estructuras de forma de romboide, son las mejores armas que se hayan creado o se vayan a crear -habló Dorbeth.

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-¡Es increible! Con estas armas podremos derrotar y exterminar fácilmente a la Alianza Solar -expresó Darlek.

-¡Descendiente! Haz lo que ningún orbeiano ha hecho antes, otórgale a nuestra raza la hegemonia total de la galaxia, destruyendo a los atlantes, lemurianos y nordianos -fueron las últimas palabras que pronunciaba la imagen de Dorbeth en todas las pantallas del recinto, antes que se apaguen.

Ahora Darlek, estaba seguro que el péndulo de la lucha contra la Alianza Solar y los andromedanos, señalaría al Imperio Orbeiano como el vencedor de esta Gran Guerra Intergaláctica.

(...)

 

 

 




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