Orinoco Zombi

Capítulo XI.Fatídica Cadena.

 

"Luego de doce días cuando penetró el EBOV-HK 6 a Venezuela:

Cadena del 30/Agosto/2017. Cadena Nacional".

Presidente Sarmiento:

“Venezolanos y venezolanas, cumplo con informarle, que lamentablemente el virus de EBOV HK-6 ha entrado a nuestras fronteras…”

[El Presidente Sarmiento estaba visiblemente afectado, con los ojos nublados, haciendo un gran esfuerzo por no liberar sus lágrimas, por no liberar su llanto.]

“…Este virus se comporta totalmente diferente a su predecesor el Ébola, los pacientes no mueren, ellos siguen con vida, no cesan en su búsqueda por infectar a los seres humanos, también se ha visto casos que se comen a otras personas, o cualquier cosa que tenga vida.

Llamo a un TOQUE DE QUEDA del más estricto. Nadie puede salir de su casa bajo ninguna condición. Las Fuerzas Armadas y la policía están tratando de neutralizar a estas personas que han perdido su humanidad. El Oriente del País y el Centro son los más afectados en la actualidad, en Caracas estamos luchando contra este mal. Les pido que no entren en pánico, no salgan de sus casas bajo ningún motivo o circunstancia.

Los alimentos, medicinas, gas natural, electricidad y el agua potable seguirán llegando a sus hogares, pero de manera limitada, así que se les ruega la mejor administración de esos escasos y vitales recursos. Si se mantienen en sus hogares estarán a salvo. El Vicepresidente les dará otras instrucciones”.

 

Vicepresidente Quijada:

 “Venezolanos y venezolanas, el peor escenario para el país ha llegado. Nos toca ahora enfrentar nuevos retos, quizás los más duro de toda la historia de Venezuela, así que le rogamos a Dios que nos auxilie, y nos ayude a salir de esto. Reitero el llamado que hizo Presidente Sarmiento, el de no salir de sus casas bajo ninguna circunstancia a fin de preservar sus vidas”.

La Cadena continuó, algunas personas que nunca antes habíamos visto dieron instrucciones especializadas para casos de pandemia, explicaron cómo administrar la comida y el agua, cómo asegurar las viviendas, pero sobre todo, resaltaron el llamado a la calma y a no salir de nuestras casas. Nos explicaron que de mantenernos en nuestros hogares podríamos frenar el avance de la pandemia y se facilitaría la neutralización de los infectados.

Mi padre no estaba sorprendido, ni tampoco mi persona, sabíamos que aquello era inevitable. Procedimos a asegurar nuestra casa, tal como explicaron en la Cadena, aunque nuestra verdadera protección estaba en nuestro sótano.

Nunca más pude comunicarme con mi ex novia, que a pesar de su infidelidad, estaba sumamente preocupado por ella. Deseé de todo corazón que estuviese resguardada de toda esta vaina que amenazaba en convertirse en una pandemia apocalíptica.

Después de aquella fatídica Cadena Presidencial la telefonía fija colapsó, la comunicación entre venezolanos se acabó por completo, afortunadamente estaba la televisión, con solo dos canales transmitiendo, un canal privado y el canal del Estado. En la radio, los venezolanos solo tenían acceso a una emisora que transmitía desde Fuerte Tiuna en Caracas.

mi vecindario nadie se atrevió a salir, la terrible noticia sobre que el HK-6 penetró nuestras fronteras y el hecho de que los infectados andaban por las calles atacando, contagiando y comiendo gente los paralizó, aquella noticia los llenó de terror. Pero ya muchos hogares en Ciudad Bolívar tenían al menos un infectado dentro de sus paredes, comportándose de la manera más normal, hasta que el virus tomó posesión completa de ellos, la mayoría de esas personas se habían contagiado en sus trabajos, eran las personas que tenían que salir de sus casas a producir alimentos y otros tantos, eran personas esclavas de sus vicios que estaban contrabandeando y cometiendo otros delitos.

continuación anexo la carta de un muchacho o muchacha que logró escapar de su casa y que supongo que sea de Ciudad Bolívar.

“Después de la Cadena Presidencial, nos reunimos a cenar, mis padres, mi hermano mayor y yo. Comíamos en profundo silencio, mi madre había hecho arepas asadas con mortadela y carato de mango. De pronto mi padre empezó a toser sangre sobre la mesa, sus ojos se le voltearon, mi madre entró en pánico y empezó a auxiliarlo. Mi hermano y yo nos quedamos viendo todo aquello, estábamos paralizados…hasta que ocurrió, mi padre cayó tendido sobre la mesa, derramando la jarra de carato de mango, botaba sangre y saliva por la boca, parecía que había muerto, mi madre no paraba de llorar…pero a los pocos segundos mi padre se levantó de la mesa con los ojos inyectados en sangre, botando una flema y baba rojiza por la nariz y la boca. Con sus manos aventó la mesa contra la pared con impresionante fuerza, agarró a mi mamá y le mordió el cuello y mi hermano…”



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En el texto hay: zombis, ebola

Editado: 17.08.2019

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