O.S.I.A.S La aventura de Chloe; el eslabón perdido

Cap 4; El Mundo Real

  - ¿¡Estás loco?! No pienso irme así como así y dejar a Rose y Roger creyendo cualquier cosa de nosotros.- Debía estar loco si creía que lo seguiríamos sin cuestionarlo ni nada.
 - Por eso les digo que llamen a los Cliffmann, idiotas, o dejen una nota suicida,- aunque en este momento lo odiaba, su ridiculo humor y su muy pero que muy abundante sarcasmo me causaban mucha gracia, de hecho si no nos estuviera diciendo que si no huimos ahora, vendrá un tipo y nos matará, me caería muy bien- como prefieran, la verdad es que la nota suicida sería chistosa; algo así como, papá y mamá o Señores Cliffmann, debido a nuestra excesiva fortuna, Chloe y yo decidimos saltar de un... puente, si, un graaan puente para demostrarle al mundo que el dinero no lo es todo. Gracias por ser nuestros padres, adiós.
Sería divertido ver sus caras, ¿no creen?
 -Aún quiero asesinarte por romperme la mano idiota- Dije con un tono que demostraba claramente que en el fondo sólo me tragaba la risa- Necesito ir a un hospital.
 - ¿Voy por la moto o te llevo en el nuevo Mercedes-Maybach Exelero?- Preguntó Seth presumiendo de forma intencional para ver la cara de Stone.
 - ¿En serio...- empecé con tono de enfado, pero terminé la pregunta de forma inesperada- ...me vas a llevar en esa basura? Creí que estaba claro que prefiero mi Rolls-Royce Sweptail, tu Mercedes-Maybach Exelero es una lata de sopa vieja junto a mi colección de autos.- Y resultó; la cara del supuesto investigador era como la de un niño frente a una vitrina llena de caramelos de colores.
 - ¿Tienen... tienen un Mercedes-Maybach... Y también un... un Rolls-Royce Sweptail? Debo estar muerto... O tal vez soñando, no lo sé, pero gracias a la vida por darme esta oportunidad de conducir esas bellezas...
 - JJAJAJAJA Chloe hermana, ¿Quieres explicarle que tendrá mucha suerte si lo dejamos subir y que ni en sus mejores sueños le permitiremos conducirlo?- Boom idiota, en tu cara.
 - Verás amigo, Stone o como sea que te llames, hoy entraste a nuestra casa, te hiciste pasar por un investigador privado, trataste de mentirosos a nuestros padres, te burlarse de nosotros, hiciste que me rompiera la mano- que por cierto ahora parecía un enorme globo azul deforme- y ahora nos dices que dejemos una nota suicida y huyamos contigo. ¿En serio crees que te dejaré conducir mi auto de diseñador?- Pareció reflexionado un momento y luego contestó:
 - Conozco a alguien que te va a encantar, puede reparar tu mano sin causarte dolor y además estoy seguro de que se harán buenos amigos muy rápido. Pero... sólo te llevaré con él si me permites conducir tu Rolls-Royce- Miré a Seth como preguntándole si sería buena idea permitirle conducir en caso de que decidieramos ir con él. 
 ~No lo sé, tal vez dice la verdad y lo siguieron hasta aquí. Y por otro lado, sabe demasiado de nosotros, incluso cree que puedo hablar con los animales y rebuscando en mi memoria, noté que mis padres jamás me dejaron estar cerca de animales de ningún tipo.~ Me sentía confusa, ya que tal vez era sólo una trampa o algo así para secuestraron o quien sabe que.
 -Necesito una prueba para saber cuáles son tus verdaderas intenciones.- Quería poner a prueba mi don.-  Sólo quédate quieto, trataré de hacer algo que llevo practicando algún tiempo.- Leer mentes. Analizar si decía la verdad o mentía. Comprender sus intenciones y el porqué de su visita. 
Se quedó quieto y se agachó para quedar a mi altura de modo que sus cara quedará frente a frente con la mía.
Puse la mano izquierda, la mano en buen estado, en la parte posterior de su cuello y me acerqué hasta que nuestras frentes se tocaron, cerré los ojos y me esforcé por ver que pensaba y sentir lo que el estuviera sintiendo, sólo necesitaba concentrarme y dejar que sus emociones fueran también mías, sentirme como parte de él por un minuto. Cuando lo logré, fue raro, él tenía miedo y nervios, él se sentía nervioso porque alguien venía y venía por nosotros, además sentía miedo por qué nos pasara algo y él no pudiera hacer nada para ayudarnos. Sus intenciones era buenas y decía la verdad. Estaba seguro de que yo era la chica perdida y la hermana de la chica de la cual estaba profundamente enamorado. Pero habían dos cosas que llamaron mi atención, primero, creía que Seth y yo éramos leyendas y se sentía emocionado por estar con nosotros y segundo, estaba dispuesto a morir con tal de permitirnos huir y encontrar a mis "padres".
Me separé de él y me acerqué a Seth, repetí el mismo proceso de acercamiento, pero en vez de entrar a su mente, le mostré todo lo que había visto en la de Stone.
 -Vamos, te permitiré conducir mi Mercedes-Maybach. Llevanos con el sujeto que le arreglará la mano. Pero danos diez minutos para llamar a nuestros padres.- Seth le tiró las llaves del auto y el chico salió para darnos privacidad, entonces Seth desbloqueó el teléfono y llamó a Rose, que luego de tres llamadas respondió gritando:
 - Corran, tomen las maletas ocultas bajo sus camas y váyanse de casa, enviaron a un asesino- Seth apretó el teléfono cuyo altavoz casi explotaba a causa de los gritos de fondo- Hay mucho que no les contamos, pero creo que enviaron a un chico apodado "Stone", confíen en él, les contará todo y los...- la llamada comenzó a interrumpirse- los pondrá a salvo- Gritó Rose.
 - Los queremos, todo lo que hicimos fue para protegerlos, perdónenme y tambien a su madre.- Decía Roger- Ahh y Chloe, querida, no confíes en todos y menos en los Kirmani, te sacamos del orfanato para protegerte de ellos.- Mi labio inferior temblaba y se me habían puesto los pelos de punta. Seth miraba más allá de la pantalla y estaba como congelado.- Los amamos.- y cortaron la llamada sin más.
 - Seth, creo en ellos, hagamos lo que dicen- Le pedí con la voz temblorosa luego de un momento de silencio. Sin siquiera creer en lo que yo misma decía- Busquemos ayuda y vayamos por ellos, no los vamos a abandonar así si más.- apretó mi mano y  me abrazó con fuerza mientras yo intentaba contener las lágrimas.
 - Vamos con el idiota, iremos con los Kirmani y buscaremos ayuda para encontrarlos.- Me dijo corriendo a su habitación para buscar la maleta y reuniéndose conmigo en mi habitación, luego corrimos escaleras abajo y no dejamos de correr hasta que llegamos a la cochera y vimos a Stone esperando sentado al volante, nos subimos rápidamente tirando las maletas de formas descuidada dentro del auto y emprendió la marcha sin siquiera voltear para ver la mansión Cliffmann por última vez.




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