Afuera de la barrera, el edificio del Liceo estaba intacto. Las personas caminaban cerca y no se imaginaban todo lo que pasaba en el interior. La vida seguía normal allá afuera. Los alumnos de Excel School que estaban inscritos, llegaron. Las clases habían terminado y era hora de atender las órdenes de un nuevo día en el Liceo. Entraron a la recepción del lugar. Se encontraron con Alan, Nancy y Melody.
- ¿Qué está pasando? – alcanzaron a ver una especie de barrera en el pasillo.
- Es momento de pelear – dijo Nancy – Las personas que ahora son sus enemigos vinieron a atacar el Liceo. Arthur creó una barrera para evitar que los daños crucen este mundo.
Quedaron sorprendidos.
- Necesito al menos 3 equipos que tengan las agallas para entrar ahí y pelear.
Hubo muchos murmullos entre los alumnos.
- No los obligaré. Ustedes decidan.
Nancy y Melody les dieron su espacio. Debían parecer buenas personas ante ellos para no levantar ninguna sospecha.
- ¿Qué hacemos? – preguntó Emilio – Tu hermano peleó contra ellos y salió herido.
Kenneth se detuvo a pensar.
- Debemos hacerlo… ¿acaso tienen miedo? – preguntó Estela.
La chica fue hacia Alan, al igual que Elías.
- Nosotros entraremos – dijo ella.
Alan tenía que actuar todavía, Nancy y Melody eran muy peligrosas como para exponerse ante ellas.
- Está bien. Seremos el primer equipo – dijo.
Elías y Estela aún tenían el Hechizo de Control, era normal que quisieran ayudar a Arthur, aunque les costara la vida.
- Si va Alan, yo también voy – dijo Dora.
- ¿Qué te pasa? No sabemos a qué nos enfrentaremos – Violeta la detuvo.
- Pero podríamos salvar a Alan – agregó Azucena – Si lo salvamos de algún ataque, puede que se enamore de alguna de nosotras.
- Exacto. Podemos salvarle la vida y así nos pagaría muy bien – apoyó Dora.
La chica lo consideró.
- Tenemos que hacerlo – dijo Kenneth, al fin.
- ¿De verdad? – Emilio no estaba tan decidido.
- Es la única oportunidad que tenemos para hacer que paguen por lo que le hicieron a Kevin.
- Oh… es cierto. Para eso fuimos entrenados.
Kenneth se dispuso a caminar hacia la barrera…
- Espera. Primero… deberías avisarle a Sherly – Emilio le ofreció su teléfono celular.
- No es como que no vayamos a regresar – dijo él – Eres tan miedoso, Emilio.
Después de decir esto, tomó el teléfono y se alejó para hacer la llamada.
- Nosotras también entramos – anunció Dora, decidida.
- Muy bien, son el segundo equipo – dijo Nancy – Sigan al equipo de Alan.
Las mujeres obedecieron.
- Recuerden el entrenamiento, ustedes no pueden ser derrotadas fácilmente – dijo Estela, dándoles la bienvenida.
Sonó el teléfono en casa de Sherly.
- Kenneth, ¿estás en el Liceo?
- Sí… y ya es hora de pelar contra Joshua y sus amigos.
- ¿Qué? Pero… no, no deberían pelear.
- Debo hacerlo por Kevin, por favor, compréndeme.
Hubo silencio.
- Espero poder salir de esta… se ve que es muy peligroso entrar ahí.
- ¿A dónde? – la chica se sorprendió - ¿De qué estás hablando?
- Sherly, a pesar de todo lo que hemos pasado, quiero decirte que realmente estoy enamorado de ti.
La mujer no quería aceptar esto como una despedida…
- No digas eso, no lo digas de esa manera. ¡Maldición! ¡Yo debería estar allá!
- Es mejor que te recuperes. Emilio y yo no dejaremos que nos derroten fácilmente, te lo prometo.
- ¡No lo hagas por favor! Si es peligroso, deben huir de esa misión.
- Te amo mucho.
Sherly comenzó a llorar.
Editado: 01.10.2019