Our Diary - Los Cuatro Príncipes

Capítulo 61 - Despedida

- Podemos comenzar con la ceremonia.

Todos estaban presentes, sentados en los asientos alrededor de un gran arreglo de flores. Era una boda en el Mundo de la Magia. Joshua y los demás estaban sorprendidos…

- ¿Qué no Uriel es demasiado joven para casarse? – preguntó Dany.

- Creo que ahora ya no importa eso… - contestó Joshua.

- ¿Ese es Cupido? Se supone que pertenece a la mitología griega – comentó Francis.

- Sí, bueno… algo de eso me dijo Mark – explicó Joshua – Es un ser mágico y parece que es el más poderoso.

- ¿Por qué se ve que tiene nuestra edad? – Dany seguía con dudas.

La apariencia de Cupido era curiosa, pues tenía la forma humana y vestía con una túnica color blanco que dejaba descubiertos sus brazos, como la vestimenta griega. Las alas eran blancas también y grandes, se notaban a distancia, aunque las tuviera cerradas. El cabello rubio y rizado era lo único que tal vez coincidía con las imágenes que se mostraban de él en el Mundo Real.

- ¡Dejen de murmurar! Este es un momento muy importante – pidió Sharon, en voz baja.

- Pero esto ni siquiera debería ser posible – insistía Dany.

Sandra, o, mejor dicho, Kristal y Uriel estaban tomados de las manos, mirándose frente a frente. Tal como estaba destinado, sus vidas se unirían para siempre. Ella conservó su forma humana, con el cabello rojo cubierto de flores, el vestido blanco y unas alas delgadas que salían de la espalda. Él vestía muy formal, pero no tenía cambios en cuanto a su apariencia, el ser un Hechicero no lo cambiaba de ninguna manera. Celebraron la unión. Todos estaban felices al ver a la Princesa Kristal.

 

Mientras tanto, en el Mundo Real…

- ¿Dónde está la banda que debería tocar hoy? – preguntó Candy a Mayra.

- Ellos dijeron que llegarían temprano, pero no hay nadie. Solo espero que no me hagan quedar mal hoy o cancelaré su próximo concierto.

- No te precipites, todavía tienen tiempo – Candy notó la molestia de la joven.

En el baile, Sherly estaba buscando a Lucero.

- ¿Por qué quieres buscarla ahora? Deberíamos hacer algo en la fiesta – se quejó Kenneth.

- Pensé que no te gustaba bailar – comentó ella.

- Ahh… sí, pero… si tú quieres bailar, podríamos hacerlo.

- Necesito hablar con Lucero, tenemos que hacer que esas tipas confiesen.

- ¿De qué hablas?

- Es verdad… ¡no te he dicho nada!

Antes de que pudiera explicarlo, algo llamó su atención.

- ¡Eres una imbécil, Violeta! ¿Por qué me están diciendo las demás chicas que nosotras provocamos el accidente? – reclamó Sarah, al llegar y tomarla de los cabellos de forma agresiva.

- ¡Déjame! ¡No me toques! – se apartó rápidamente.

- Me están diciendo que abriste la bocota en la final del Torneo Juvenil.

- ¡No les hagas caso! Están mintiendo.

- ¡No es cierto! – decía una chica.

- ¡Tú le dijiste a Sherly que le provocarían otro accidente! – acusó otra.

- ¿Qué? – Kenneth se acercó al escuchar esto - ¿Eso es verdad?

Sarah se mordió los labios, no se había dado cuenta de que él pudiera estar cerca, escuchando todo.

- ¿Ya viste lo que provocaste? – le dio una cachetada a Violeta.

- ¿Qué te pasa, idiota? – la mujer se la regresó.

Las chicas comenzaron a pelear, causando un alboroto que llamó la atención de todos.

- ¡Fue tu idea! ¡A mi no me estés metiendo! – gritó Violeta.

- ¡Tú estuviste de acuerdo!

Candy llegó, acompañada de los policías.

- Así que era verdad lo que me decían las chicas. Ustedes fueron las causantes del accidente que tuvieron Sherly y Lucero.

- Sí, ya confesaron – añadió Sherly.

- Me temo que van a tener que acompañar a los policías – concluyó la prefecta.

- ¡No! ¡Yo no formé parte de eso!



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En el texto hay: fantasia, romance, magia

Editado: 01.10.2019

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