Capitulo I

En una ciudad muy lejos. Habitaban gente de muchas lenguas, cada uno con un propósito en esta sociedad. Tenia recursos muy valiosos que les podía dura varias décadas, sabían que su hogar no se estaría en la guerra. 

Pero un día, no sabían que iban hacer atacados no un hombre, si no un tirano. 

El tirano era Eón, un de los asesinos mas despiadado de todos. Desde su infancia, mato a sus seres queridos para demostrar que no necesita a nadie a su lado, solo los mas fuertes serian su mano derecha. Mato a cada rey para conseguir su ejercito y evadir cada reino hasta que no quede nada en su camino. 

Arazó día y noche, buscaba algo para que le de un poder que lo vuelva no solo un simple tirano mortal, sino un dios que cambiara todo y destruiría a quienes que se crucen en su camino. 

Sus tropas estaban llegando, el ejercito de el lleva una gran artillería, casi para hacer cenizas la ciudad. 

Mandaron a varias tropas para poder tomar mas o menos una parte del territorio, capturaron la mitad de la gente y la otra mitad, los mataron. Cientos de familias fueron capturados y los que no servían, se usaban como escudos o paredes. 

El rey mando su ejercito pero ninguno pudo sobrevivir a los ataques de los barcos, son astutos para saber en que momento van a atacar, cada momento que intentan pasar de las paredes que hicieron ellos con los cuerpos que una vez tenían una vida, nadie podía atravesar y cada momento se dispersan mas y mas hasta tomar la mitad de la ciudad, y cuando seguían tomando cada parte de la ciudad, mas gente moría y no pararan hasta ver a ese rey, su cabeza enterrado por una lanza y colocado en el centro de la ciudad, para provocar el miedo de sus enemigos y perder las esperanzas de recuperar su ciudad. 

Mientras que la ciudad ardía en el fuego de la ira de Eón. Había alguien viendo desde muy lejos, de la montaña mas alta, estaba un guerrero, pero era cualquier guerrero que ninguna persona del reino a visto. Este llevaba varias vendas de sangre cubriendo su cuerpo, sus manos tenían pedazos pequeños de plata enterradas profundamente en la carne, llevaba una armadura antigua de un cruzado, llevaba un casco que era de acero y también de plata y huesos fundidos en uno, llevaba un arma muy rara, era una guadaña que tenia dos filos, el primero era de acero y plata y el otro era de acero y de un material oscuro. 

Esta arma que tiene, era como si lo había sacado del mismo infierno, era el arma de la misma muerte. 

Desde esa montaña, veía como es que la gente sufría y agonizaba en el fuego del infierno. Era el lugar que quisiera ver con sus propios ojos, ya estaba arto de esperar con tan anticipación. Entonces bajo con su caballo con toda la velocidad que podían, se sentía que la ciudad, tendrían no un salvador, si no el opuesto de eso. 

Cuando la ciudad seguía cayendo en picada, estaba llegando el guerrero, pero cuando llego a las puertas, cada persona huía a la nada, sabiendo que su destino estaba sellado, incluso los soldados huían de la matanza. Entrando a la ciudad, había mas que gente huyendo, varios se quedaron a saquear aprovechando que ya la ciudad no iba a sobrevivir. Pero cuando lo vieron llegar, rápidamente comenzaron a correr hacia la salida, dejando lo que robaron. Cuando por fin estaba en la ciudad, se bajo del caballo y lo llevo a que descansara y que tomara un poco de agua, al saber que su presencia, lo había traer problemas, o algo mas peor que eso. 

Varios soldados estaban al frente protegiendo la gente que salía, pero cuando se dieron cuenta de lo que estaba al frente suyo, veían una bestia sedienta de sangre. Uno de ellos fue a hablarle mientras los otros, estaban preparados para lo peor. 

Soldado1: ¿Forastero? tiene que salir de aquí, estamos en una guerra masiva, debe volver !ahora mismo¡ 

Pero no quería irse, tenia un algo que hacer en esta ciudad, no debía perder mas tiempo. Así que le dijo: 

Forastero: No tengo tiempo para esto. 

Lo dejo ahí con la boca abierta, pero cuando lo ignoro, puso su mano en su cuerpo y dijo: 

Soldado1: Le dije... que se... !VAYARA DE AQUI¡ 

Y después lo empujo fuera de su vista, aunque a los otros, tenían el miedo en todo su cuerpo. Cuando hizo eso, se acerco hacia el y le dijo estas palabras. 

Forastero: que dios se apiade de tu alma. 

Soldado1: ¿que es lo que dijiste? 

Al estar ahí mismo, de repente le tomo el cuello y lo empezó a estrangular muy fuerte, intentando romper su cuello con una sola mano. Al ver a esos soldados de adelante aterrados, dijo: 

Forastero: este es el castigo por meterse con su muerte. 

Y al decirle esas palabras, rápidamente acabo con el soldado que lo tenia en su mano. Después lo dejo caer al suelo como un saco de basura. Al ver a su amigo muerto, sacaron sus espadas y fueron a contraatacar. Pero rápidamente saco su propia arma y los partió a la mitad con un solo movimiento, dejando los restos suyos esparcidos por todo el suelo dejando una marca de sangre. 

La gente que deba aun en la ciudad, vieron a esos soldados destrozados en em suelo, empezaron a gritar por todas partes. Los gritos llegaron a un grupo de soldados que estaban protegiendo el paso al centro, mas de 30 soldados llegaban y atacaban al forastero. El no sentía temor a por ese grupo, no sentía nada mas que el odio mutuo que sentía a esas personas. 

Entonces fue corriendo con su guadaña y con ella, dejo solo un camino de muerte. Cada soldado caía rápidamente tras ataque, partiéndolos en dos o dejando sus tripas al suelo, incluso con un golpe suyo, destrozaba el cráneo de cada soldado como si fuera solo una gota de agua, arrancaba cada parte del cuerpo y los usaba como una arma secundaria, ninguno pudo sobrevivir a ese brutal ataque del forastero, todos habían muerto por el y solo duro uno que estaba ahí tirado en el suelo. 

Al ver a ese con solo la parte de arriba aun en el, le dijo: 

Forastero: que el limbo tenga misericordia ante tu alma. 

Soldado3: ¿quien diablos eres? 

Forastero: soy el infierno desatado. 

Entonces con el pie, le aplastó su cabeza como si nada, destrozo con casco y todo, la cabeza de soldado como polvo. 

Al terminar con todos los soldados que estaban en su camino. Fue directo al centro de la ciudad y ver como las ciudades quedaban sepultadas en el fuego de Éon en su conquista. 

Al llegar la mitad de la tarde y ver que la ciudad estaba a punto de desaparecer. Fue por un oscuro corredor que lo llevo a una miseria que la gente estaba pasando. Solo veía la gente sufriendo por las altas quemaduras del cruel ataque, muchos quedaron sin hogar ni familias que se han perdido por el ataque. 

Cada persona estaba hambrienta, con frio, sin esperanza que su ciudad se salvara de su final. Cuando caminaba entre la locura de la gente, una de ellas le agarro la mano, vio quien era y solo era una mujer con un niño enfermo. 

Madre: por favor... debes ayudarme... mi hijo esta muriendo. 

Lo decía llorando con las lagrimas cayendo. Al verla así, vio al hijo y estaba en un mal estado, tocia sin parar, ya estaba muriendo por el dolor. Así que ayudo a la madre y fue caminando hacia al niño. Al llegar hacia al niño, vio como estaba y encontró una herida en el hombro, le había llegado una flecha venenosa desde lo mas lejos, por eso estaba en mal estado. El veneno era muy peligroso ya que este veneno es de una serpiente que su veneno no tiene cura de ninguno. Cuando su veneno esta en el cuerpo, los síntomas son despreciables, ya que de a poco tu corazón se detiene, tus brazos y piernas no te responden, te sientes que tu cuerpo se pudre por completo y al final, tu alma deja este mundo. 

Cuando sabia que no había forma para salvar a su hijo, saco una daga del bolsillo, lo tenia apuntando justo al corazón y dijo: 

Forastero: que nuestro creador te lleve al mas allá. 

Y después, entero la daga justo en el corazón del niño para terminar con su miseria, dejando a la madre viendo como su hijo moría. La madre fue a salvar rápidamente al hijo pero ya era demasiado tarde, el niño se había ido. La madre con la gran rabia que se producía en ella. Tomo la daga, la arranco del cuerpo e intento atacarlo. Cuando la mujer iba enterrarle la daga al forastero, la detuvo justo cuando lo iba hacer, la mujer furiosa le dijo: 

Madre: ¡eres un monstruo! ¡UN MONSTRUO! 

Cuando aun seguía diciendo eso a el, le apretó la mano y se la dobló, haciéndole que la dirección de la daga fuera la dirección de quien la tomaba. Al tener la mano doblada y la mujer sufriendo por el dolor, le dijo: 

Forastero: te reuniré con tu hijo. 

Entonces tomo la daga y se la clavo justo en el ojo, y la metió muy profundo hasta atravesar el cráneo. Cuando ya estaba muerta, saco la daga de su cabeza y dejo el cuerpo ahí cayendo rápidamente al suelo. 

Cuando guardo la daga, vio la gente que estaba viendo lo que ocurrió, vieron a la mujer tirada en el suelo y a su hijo muerto. Al ver eso, les causo un gran temor hacia el, cuando la gente lo veía, se dio la vuelta y les dijo: 

Forastero: la esperanza. Solo es para los débiles que nunca sabrán si su libertad se dará y em camino de dios no eligieras.  

Entonces se fue caminando hasta el final de este callejón dejando a esas persona sufriendo y agonizando en la cruel verdad que les dio. El había pasado por eso, creyó que había esperanza y solo le dio una cruel verdad que el enseñó que al pensar que todo lo perdiste vuelva, solo te hará sufrir todo eso y te atormentara toda tu vida hasta la muerte. 

Al llegar al final, vio un gran caos por ahí, vio una parte de la ciudad en llamas. El ejercito de Éon estaba arrasando con todo a su paso, ya esta ciudad iba a caer en la desgracia. 

Cuando iba directo al lugar en donde ardían en el fuego del infierno. Había una persona al lado suyo. 

Viejo: vaya, vaya. Si que eres muy impredecible, ¿o no? 

Se dio la vuelta y vio a un viejo ahí sentado en el suelo, tomando una botella de vino. 

Viejo: si que creciste mucho, casi ni siquiera te reconocí. 

Forastero: ¿quien eres? 

Viejo: solo un viejo que andaba teniendo una gran día por aquí. 

Forastero: no tengo tiempo para esto. 

Viejo: enserio... yo veo que tienes mucho tiempo para hablar. 

Forastero: ¿que es lo que quieres? 

Viejo: nada... solo quiero habla con alguien y... eres la primera que hablo (je). 

Cuando perdía el tiempo hablando con el. Dejo al viejo tomando y fue directo al lugar del ataque, pero el otro le dijo: 

Viejo: te puedo hacerte una pregunta. 

Se dio la vuelta otra vez y oyó lo que le quería decir 

Viejo: ¿porque mataste a esa madre y su hija. 

Forastero: era un niña y además quería ver a su hijo otra vez. 

Viejo: me refiero a la madre que te encontró, Oxluz. 

De repente le llamo la atención cuando dijo ese nombre. 

Oxluz: ¿como sabes mi nombre? Contesta. 

Viejo: todo el mundo lo sabe, sabe de alguien que mata las personas sin razón, mata a cualquiera que se le cruce en su camino, la persona que mato a su propia familia porque lo cambiaron por las riqueza con el diablo. 

Oxluz: ¿como sabes sobre eso? 

Viejo: Oxluz.... sabemos que este mundo se esta hiendo a la desgracia y solo terminas el trabajo. Y se además, que esa arma no es de este mundo y de ninguna parte. 

Oxluz: (...) 

Viejo: se que sufriste mucho en los círculos, te torturaron, te hicieron creer que la piedad ya no existía. Y se que hay alguien del infierno que te importa y ahora esta sufriendo. 

Oxluz: no importa que la gente sufra por mis acciones, pero sabes que porque estoy haciendo esto. 

Viejo: por cierto Oxluz. 

Oxluz: ¿que? 

Viejo: nuestro maestro te manda saludos. 

Oxluz: ¿que? 

Viejo: buena suerte. 

El viejo dejo de hablar y se durmió. Oxluz no sabia como es que el pudo saber su pasado, un pasado que lo llevo hasta aquí. Entonces fue directo a las entradas de la muerte para llegar a donde estaría el ejercito de Éon dejando solo sangre y polvo de las personas que ahora abrazados por el brazo de su creador y llevados a su camino en el paraíso...