Capítulo 22|"Por favor, no lo hagas"

Últimamente he estado con la mente perdida, y para mal he tenido una pésima semana. Partiendo por el examen sorpresa del lunes (el cual estoy absolutamente segura que reprobé), hasta que no he visto a Adam, ni me he enterado de ninguna noticia sobre él. Bueno, y Hunter..., con él nada, no ha venido a morderme ni muchos a hablarme en estos cinco días y creo que es mejor así, pero..., ¿me importa? Sí, lamentablemente es así, pesar de todo, sigo intentando cambiar eso, sólo que mis sentimientos no se han puesto de acuerdo con mi cerebro.

Como sea, al menos ya es viernes y pronto podré encerrarme en la cueva de mi habitación y no tendré que ver ni soportar a nadie más aparte de mi familia..., aunque, tal vez he sido algo injusta estos días con Fei, no le he puesto mucha atención y apenas hemos hablado en ésta semana, pero no lo sé, estoy deprimida y no entiendo por qué ¿Será por el maldito periodo? ¡Mierda, cuanto lo odio!

ㅡ ¿Abb? ㅡ Vi las deportivas de un chico frente a mí ㅡ ¿Qué haces aquí escondida?

Levanté mi cabeza y le miré. Yo me encontraba sentada en el suelo, en uno de los pasillos menos frecuentados de la escuela, con mis muslos pegados a mi pecho y abrazando mis rodillas.

ㅡ Hola, Max ㅡ Hice un intento por sonreírle, pero creo que fallé.

ㅡ Te ves horrible, ¿qué te pasó? ㅡ Él se sentó a mí lado, no me quejé aunque la verdad prefería estar sola, porque por algo me encontraba en ese lugar, ¿no?

ㅡ Gracias, en serio me pone bien saberlo.

Él rió.ㅡ No me refería a eso, tú eres hermosa, Abb. Sé que no somos amigos ni nada, pero si quieres puedes contarme, soy sumamente bueno escuchando, me amarás.

Reí por lo bajo.ㅡ Supongo que Hunter no pensará lo mismo...

Max bufó e hizo gestos extraños que me hicieron reír ㅡ No me hables de ese idiota, es un jodido bipolar..., por cierto, lamento lo de la otra vez, yo y mi enorme bocota siempre arruinándolo todo.

ㅡ Ah, eso ya no importa... ㅡ suspiré ㅡ Pero, dime ¿se molestó mucho contigo?

ㅡ Hmm... Si supieras ㅡ Max hizo una mueca.ㅡ Pero, bueno... Ya pasó.

ㅡ Lo siento, no es justo que se moleste contigo por algo tan bobo.

ㅡ Da igual, seguro pronto se le pasará y bueno..., no es nada.

A los pocos segundos, sonó el timbre que marcaba el inicio de la última clase del día. Estuve a punto de levantarme para ir a la sala que me correspondía, pero Max me tomó del brazo y jalándome hizo que me sentara de nuevo.

ㅡ ¿Y eso por qué fue? ㅡ Pregunté con las cejas juntas cuando mi trasero fue a dar con el piso de golpe.

ㅡ No voy a entrar a la clase, ¿te quedas conmigo?

Le miré cuestionándome en si hacerle compañía o no. ¿Qué va? No pasará nada si me pierdo una clase de historia.

ㅡ De acuerdo ㅡ Max sonrió ㅡ Pero, no te enojes si me quedo dormida, en algo aprovecharé éstas dos horas.

Él sonrió.ㅡ Me agradas, Abb, eres casi tan genial como yo.

ㅡ No es cierto, tu afro es más genial que nosotros dos juntos.

ㅡ Eso es muy, muy cierto, Abb ㅡ comentó Max con entusiasmo.

Dicen que cuando la estás pasando bien el tiempo avanza sumamente rápido, y bueno, éste no era el caso. Únicamente estábamos sentados en el pasillo mirándonos de frente, Max me hacía caras raras y yo les respondía haciendo otras peores... No nos estábamos aburriendo, pero el tiempo seguía avanzando igual de lento, así que tal vez esa teoría del tiempo no abarque a todas las ocasiones.

ㅡ Abb...

ㅡ ¿Qué pasa? ㅡ Le sonreí, Max estaba haciendo que mi ánimo mejorara.

ㅡ Hoy es el último día que tienen Ciudades de papel en el cine ㅡ Habló con voz inocente ㅡ ¿Quieres ir y..., te acompaño?

ㅡ ¿Qué clase de invitación es esa? ㅡ Reí ㅡ Bueno, ya la vi..., pero si quieres vamos.

Él soltó un suspiro ㅡ Si..., yo también la vi, de hecho la he ido a ver al menos cuatro veces.

Abrí los ojos como platos.ㅡ ¿Es en serio?

Él asintió.ㅡ Es que me pasa con todas las pelis que voy a ver, ¡hasta me pasó con 50 sombras!

Le miré divertida.ㅡ ¿50 Sombras?

ㅡ Ahora mismo me encuentro leyendo Grey..., soy todo un fanboy de Anastasia, ¿verdad que Dakota Johnson es preciosa?

ㅡ Tienes razón, la verdad está bastante buena esa chica.

ㅡ ¿Verdad que sí? ㅡMax rióㅡ pero, bueno ¿Me acompañas al cine o no? Podemos pagar la comida a medias o..., entrar de contrabando.

ㅡ De contrabando sale más a cuenta, claro que te acompaño.

ㅡ Genial ㅡ él sonrió asintiendo torpemente con la cabezaㅡ entonces iremos luego de la escuela.

ㅡ Sip, luego de la escuela ㅡ Reí. Me agradaba Max.

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Llegué a casa muy tarde, puesto que había ido con Max a la función de las seis y luego nos habíamos quedado un buen rato charlando y dando vueltas en el centro comercial.

No había nadie en casa, eso se me había hecho un hábito en los últimos días. Simplemente salían sin dejar siquiera una nota o avisar con una llamada, absolutamente nada, parecía que cada quien vivía su vida o simplemente se olvidaban de mí.