Pacto Con Un Vampiro

Capítulo 42|"Debo confesar que..."

Él dijo "no te duermas" y yo me quedé dormida...

Genial.

Luego pasé toda la mañana regañandome mentalmente por eso.

Acababa de rendir un examen de matemáticas "sorpresa" y ahora sólo quería golpear a Matt por ello, sin embargo tendría que quedarme con las ganas, porque justamente hoy él me haría un súper favor; me llevaría a casa de Christian.

Estaba muy ansiosa, habían tantas cosas que quería preguntarle a mi hermano... Pero, bueno, aún me quedaba toda la jornada escolar por delante.

ㅡ ¡Oye! ㅡ Alguien gritó a mis espaldas mientras caminaba en uno de los pasillos de la escuela. Me giré.

ㅡ ¿Adam? ㅡ Me costó reconocerle a simple vista. Llevaba una barba que acaparaba gran parte de su rostro y el cabello le había crecido bastante. No lucía mal, pero me desconcertó verle así, ya que apenas le había visto ayer y bueno... estaba notablemente menos peludo.

ㅡ ¿Tan horrible me veo? ㅡ Preguntó con una lastimera sonrisa.

No respondí a eso.

ㅡ Oye, ¿y pensaste en lo que te dije?

ㅡ Un poco... ㅡ Mordí nerviosa mi labio.

ㅡ ¿Y bueno...?

Bufé ㅡ No estoy segura.

Adam sonrió sin ánimos ㅡ Era de esperarse.

ㅡ ¿Y tú por qué dices eso? ㅡ Pregunté con poca empatía. No me agradó su actitud.

ㅡ Porque a ti te gusta ese, ¿no? Es obvio...

Me sentí inquieta bajo la mirada de Adam, que me daba un aura para nada amigable.

ㅡ Quiero hablar con Gina ㅡ Sentencié. Adam me miró, luciendo incrédulo ante mis palabras.

ㅡ ¿Y para qué? ㅡ Preguntó.

ㅡ Tú se lo cuentas todo a ella, ¿no? ㅡ Bufé ㅡ Sacaste esas conclusiones con respecto a Hunter gracias a ella, ¿o no?

ㅡ En... Teoría.

ㅡ Bien. Entonces, quiero hablar con ella y que me lo explique.

Adam levantó las cejas con sorpresa y suspiró ㅡ Ohm... No puede ser ahora.

ㅡ ¿Por qué no? Si estamos en el colegio, ¿qué mejor?

Adam ladeó la cabeza ㅡ No vino hoy a clases, no vendrá en toda la semana.

Bufé por enésima vez ㅡ ¿Y tienes idea de por qué?

ㅡ Por un asunto de sus padres va a tener que viajar..., pero igual, no se marchará aún, puedes venir hoy conmigo al departamento y yo le digo a ella que también venga.

ㅡ No puedo hoy...

ㅡ Gina se va esta noche, luego no volverá hasta una semana o quizás más días, y no nos olvidemos de que tu vida corre peligro.

<< No es así, mi vida no corre peligro >> decía una terca voz en mi interior, que todavía no quería aceptar que realmente podía morir.

Me parecía algo falso, no podía aceptar la muerte como parte de un futuro próximo. A pesar de todo lo que he pasado hasta ahora, la idea de morir me parece lejana aún.

ㅡ Voy más tarde entonces, tengo algo que hacer después de clases.

Adam asintió ㅡ Entonces te estaré esperando.

ㅡ Vale.

Luego de eso, me di la vuelta y seguí caminando. No había querido seguir hablando con Adam, encontraba que mi actitud estaba un poco pesada hacia a él y como no quería enojarme, decidí ir a vagar a otro lado en lo que duraba el receso.

El día se ma hacía demasiado lento, las clases conseguían distraerme, pero me aburría en los recreos porque estaba sola.

Fei había faltado, mi teléfono se había quedado sin carga y yo no tenía nada que hacer.

La hora del almuerzo al menos no estuvo tan mal..., Max, el chico del súper afro, al verme tan sola, supuse le di lástima y me invitó a sentarme junto a él.

Después llegaron sus demás amigos y aunque al principio me sentí muy incómoda, luego conseguí entrar en confianza. Además a algunos ya los conocía, sólo que ellos no recordaban eso. 

Cuando entré a la sala para mí última clase, divisé a Fei que aparentemente acababa de llegar.

ㅡ ¿Cuál es el maldito punto de llegar justo a la última clase? ㅡ Pregunté a Fei burlonamente y tomándola por sorpresa.

ㅡ ¡Oh, me asustaste! ㅡ Se quejó ㅡ Si, es tonto... Pero tuve la mañana ocupada.

Sonreí de lado y partí a acomodarme al pupitre junto al de Fei ㅡ ¿Y qué pasó?

ㅡ Oh. Nada importante ㅡ Comentó ella con la mirada pérdida, lucía algo cansada ㅡ ¡Oye! ㅡ Su postura floja de pronto se volvió vivaz ㅡ Me he olvidado de preguntarte..., ¿Me podrías dar el número de tu amigo Juan?

Le miré demasiados segundos con evidente desconcierto.

¿Juan? ¿Qué Juan?

Oh. Ese Juan.

ㅡ ¿Qué con Juan, eh? ㅡ Pregunté retomando otra vez la compostura, dejando a un lado el desconcierto.

ㅡ Me robó...

Oh, mierda. ¿Qué hiciste ahora, Derek?

ㅡ ¿Cómo?

ㅡ Pues el viernes, iba donde Arúna y este chico, Juan, apareció de repente caminando a mi lado. Me comenzó a charlar y parecía que se interesaba mucho en los temas raros que hablaba, que era puro mito y fantasía, que sabes que a mí me encanta. De repente, preguntó por mi collar y apenas dejé que lo viera, me lo quitó y salió huyendo con él.



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En el texto hay: vampiros, hombreslobo

Editado: 12.04.2018

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