-Esperaba algo más... - dice Violet y titubea intentando encontrar la palabra para lo que estamos viendo.
-Indecente. - termina Dante por ella. Tiene el ceño fruncido y su cabello atado. - ¿Esto es una maldita broma?
Estoy boquiabierta. En verdad no esperaba esta clase de entrada.
No puedo apartar la vista de la puerta roja a unos metros de nosotros. Se encuentra incrustada en una montaña, rodeada de musgo y plantas. Parece haber estado en este lugar por mucho tiempo. Debe medir por lo menos dos metros. A simple vista parece estar hecha de un material como el metal. Hago una mueca "Espero que no sea tan pesada como se ve"
Hemos caminado durante unos veinte minutos para encontrarla. Porque, según Sitael, si nos transportaba directamente, la puerta podía sentir su energía angelical y desaparecer.
"No. Jodas" es lo único que pensé.
Mi lista de cosas que nunca llegaré a entender de este mundo, consiste en habitaciones que se mueven y ahora, en puertas que desaparecen. "Dudo que la lista termine ahí, Emma" Y tengo el presentimiento de que las cosas que vienen, no son, precisamente, sorpresas agradables.
Sitael nos mira con los brazos en jarras. En su cara se dibuja una falsa mueca de fastidio.
- Así son las puertas del infierno, para que todos puedan reconocerlas. Bueno, mal agradecidos,pero si tanto se quejan, deberé hablar con los herreros del infierno e informas que su trabajo solo trae decepción y que deberán crear una puerta mucho más... desagradable. - se ríe
Dante pone los en blanco y Violet abre mucho los ojos. Yo intento contener mi risa al ver su expresión.
- Eso no es lo que quise decir - dice rápidamente ella - Esta puerta es más de lo que esperaba - ladea la cabeza - solo que realmente me imaginaba algo como, no se. - agita la mano - Una cueva con la tierra podrida y llena de gusanos o mínimo un agujero en el piso, oscuro y pequeño.
- Como Alicia. - asiento con la cabeza, recordando como la niña cayó en el pozo sin fondo y fue transportada a otro lugar. "Uno mucho más agradable que el infierno, claro"
- ¿Alicia? - Violet se ve confundida. Dante me mira con una expresión en blanco. Sitael se cubre la boca intentando contener la risa. Frunzo el ceño
- Si, Alicia, la niña la niña que persigue al conejo blanco a través de... - me detengo al ver como Violet me observa como si me hubiesen salido dos cabezas. Entonces lo recuerdo y mis mejillas se encienden un poco. Aclaro mi garganta. - No importa, solo es algo de literatura.
Había olvidado completamente que Violet y Dante no tienen mucho contacto con el mundo humano, por lo cual es lógico que no conozcan de nuestra lectura.
Me congelo cuando me doy cuenta de lo que dije. Nuestra.
Trago saliva. "No vayas por ese camino. Emma" Es cierto. Debo enfocarme en el presente. No hay tiempo para lamentaciones. No ahora.
Avanzamos hacia la puerta. Cuando nos acercamos, una brisa nos cubre y de repente un coro de voces, provenientes de la entrada, extrañas y sin sentido, son arrastradas hacia nosotros. Un escalofrío sube por mi columna y no soy la única. Por el rabillo del ojo veo como Dante, Sitael y Violet se estremecen simultáneamente. Mi mente me grita que corra y mis piernas parecen de piedra, resistiéndose a moverse. Mi voluntad vacila y mi valentía se derrite. Como si este lugar te advirtiera que no te acerques. Cierro los ojos y me concentro en el rostro de mi demonio. En aquellos ojos rojos, cabello multicolor y su arrogancia. Esto es por él. Y no me iré hasta salvarlo.
Entrecierro los ojos hacia la puerta. "El infierno nunca ha visto a una mujer enojada, mejor que nos dejes pasar"
Cuando la tenemos frente a nuestras narices me doy vuelta y veo como todos tienen los dientes apretados, Violet incluso tiembla, por el esfuerzo de salir huyendo.
Sitael parece igual de afectado. Me hace una seña con la cabeza hacia la puerta. "Quiere que la abra...y rápido" Respiro pesadamente, el aire se vuelve espeso y la presión aumenta, casi asfixiante.
Agarró la manija y sin detenerme, tiro con todas mis fuerzas. La puerta se comienza a abrir y lo único que veo es negro. Una eterna e interminable oscuridad. Retrocedo un paso.
Gritos resuenan desde lo profundo. Los pájaros dejaron de cantar y los ruidos parecen haber secado completamente. Como si la naturaleza supiera que aquello no es de este mundo.
Ignoro todo a mi alrededor y agarro mi mochila, sacando la linterna. Me dispongo a entrar pero cuando me percato, nadie me sigue. Mi equipo está paralizado. Dante está tenso y el miedo se refleja en su mirada. Violet tiene lágrimas en sus ojos. Sitael me mira fijamente y no necesito que lo diga en voz alta.
Esto es suicidio.
Golpeó el miedo lejos y miro a mis amigos.
- Vamos. - ellos se sobresaltan - Estamos juntos en esto. Nadie saldrá herido, porque nos tenemos el uno al otro. - les regalo una sonrisa, la mejor que se puede obtener en un momento así - No dejare que nada les ocurra.