Pangera

Capítulo IX

Maraton 5/5

Kailene estaba asustada será que Isaac se había arrepentido de haberse casado con ella,  después de todo eso tan intenso él la devolvería pero era algo ilógico, hasta hace poco él le había dicho tantas cosas, los nervios de Kailene aumentaron cuando en vez de las sirvientas regulares entró Irina a la habitación.

-Buenas Tardes chica ¿Cómo estás?- Irina vio el miedo en los ojos de Kailene y se adelantó a decir- espero que no te moleste que haya despedido a tus sirvientas es que eran muy aburridas y un pajarito me contó que te gusta vestirte y arreglarte sola, además no necesitas a esas tres yo valgo por tres y mucho más- la chica habló tan rápido que Kailene apenas pudo entender.

-¿Me van a devolver?- Irina soltó una gran carcajada.

-No, chica ya veo porque te ves asustada. No creo que mi hermano quiera devolverte, el hecho es que debes visitar  todas las zonas de este planeta. Solo serán visitas cortas, la gente te conocerá y listo. Es muy importante todo esto, así sabrán que el heredero al trono pretende dejar herederos y se calmaran.

-¿Se calmaran?- preguntó Kailene alzando una ceja

-Sí, en muchos territorios pensaban que el sucesor no quería dejar descendencia, así que es de vital importancia presentarte para así evitar posible descontento. Eres la seguridad de la paz de Seuropia.

-¿Si yo no doy herederos el destino de Seuropia corre peligro?- Kailene tenía muchas preguntas en su cabeza pero esa fue la primera que salió.

-Chica te seré sincera, si no logras dar herederos varones en un año, te cortarán la cabeza. Los demás hijos del Krouden no tienen tanta presión como Isaac y el necesita que colabores con esto.

-Solo soy un objeto, es decir, que no me quiere y todo esto es un teatro para acelerar las cosas y que yo le dé herederos- Una lágrima corrió por la mejilla de Kailene.

-No es eso chica, lo menos que quiere Isaac es que corras peligro, no sé cuáles son sus verdaderos sentimientos hacia ti pero sé que le gustas. Deberías  ser menos dura con esos pensamientos y como te dije ser feliz. Lo menos que queremos es que te suceda lo que le ocurrió a Iniuska- dijo esto con una triste sonrisa.

-¿Quién es Iniuska?- pregunto pero Irina no respondió y se quedó callada cuando Isaac entró para buscar  Kailene.

-Me imagino que tienes algo que ver en el retraso de Kai, ni siquiera ha desayunado, eres imposible Irina debió estar lista hace media hora así lo indica el protocolo- dijo Isaac en tono calmado.

- Me importa un comino ese protocolo por mí pueden irse tu protocolo y tú al demonio- dijo Irina con aire juguetón y sacándole la lengua en un gesto infantil.

-Por cierto va Marcus- Irina se ruborizó ante la mención de Marcus y salió corriendo de allí.

-Es mejor que estés lista niña ya es tarde y no hay que perdernos la cena con el Krouden de Pangera- Kailene entró rápido a la ducha y estuvo en ella solo diez minutos, se vistió en corto tiempo y ya lista salieron los dos hacia la nave que los llevaría a Pangera, estaba muy feliz porque volvería a ver a su padre.

-Chica pero que rápido estuviste lista- Dijo Irina sentada en  uno de los cómodos asientos de la nave, aquella nave era diferente a las otras tenia cuartos y una pequeña sala de estar, además de un comedor para seis personas.

-No sabes mantener tu boca cerrada por un momento- dijo Isaac poniendo los ojos en blanco.  

-¿Quién es Iniuska?- esas palabras salieron de su boca sin pensarlo, sentía la duda martillándole la cabeza era algo que necesitaba saber. Miró hacia donde estaba Irina y ella estaba pasmada, luego miró hacia donde estaba Isaac y este parecía molesto, miraba a Irina como si quisiera asesinarla. Isaac miró a Kailene.

-No es nadie- respondió el hombre con tono gélido, en ese momento se retiró de allí muy enojado. Al alejarse Kailene se quedó observando a Irina.

-Sé que tú si me darás respuestas por favor dímelo, quiero entender porque Isaac actuó de esa manera cuando mencioné ese nombre- dijo Kailene preocupada.

-No puedo Isaac me matará si hablo de eso- dijo Irina muy asustada.

-Por favor tal vez pueda ayudar a que Isaac se sienta mejor- miro a Irina de manera suplicante, Irina resopló y se rindió.

 - Está bien chica- Irina se paró a pensar un momento pero luego siguió- Hace cuatro años cuando Isaac tenía veinte contrajo matrimonio con una hermosa chica llamada Iniuska, ella residía muy cerca de las inmediaciones del palacio porque era de familia muy poderosa, ella para ese entonces había cumplido los dieciocho años de edad. Las dos familias aprobaban el matrimonio y todo salió a la perfección, no fue un matrimonio como el de ustedes, solo realizaron dos ritos y no asistieron  a la cascada porque lo celebraron en el Palacio. Todo marchaba muy bien pero Iniuska no lograba dar herederos y eso le sentaba mal porque toda la presión estaba sobre ella. Iniuska era muy tímida y tenía muy baja autoestima, las únicas veces que se le veía sonreír era cuando estaba con Isaac se les veía muy enamorados. Por fin llegó el día, ella quedó embarazada casi al año de haberse casado, el embarazo fue muy bien hasta que Iniuska perdió a la hija que esperaban. Ella se sintió devastada y optó por lanzarse desde su habitación en el palacio, la encontraron muerta en el jardín principal pocos minutos después. Isaac no podía creerlo se sumió en una tristeza y también intento lanzarse pero tu hermano lo salvó y lo cuido durante casi dos años, el al recuperarse de todo aquello prosiguió con su formación como futuro líder de Seuropia  le prometió a tu hermano lo que tú ya sabes antes de ser desterrado- Irina suspiro fuertemente y el lugar quedó en silencio- Te mostrare como era la chica.




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