Maraton 3/5
Kailene se sentía muy mal estaba tan cabreada que no pensó en lo que iba a enfrentar en aquellos momentos. El tour se había suspendido por lo ocurrido. Llegaron a Seuropia muy rápido al bajar fue llevada de emergencia al Hospital del castillo, si este era tan grande que tenía un hospital con todo lo necesario para atender a la familia real.
Fue rodeada por muchos médicos ella era la futura Kroundesa de Pangera y tenían que atenderla de manera muy especial. Le hicieron varios chequeos, escanearon su cuerpo y redactaron varios informes para que enviárselos al Krouden. Terminado todo este chequeo fue llevada a sus aposentos, estaba cansada muchos criados estaban a su alrededor y le iban pasando los medicamentos que debía tomar para retirar cualquier enfermedad de su organismo que le hayan contagiado. También había medicamentos para evitar cualquier embarazo ya que esas píldoras actuaban de forma inmediata.
Los médicos habían tomado pequeñas muestras de semen de que habían quedado en sus partes íntimas, ello hizo que sus mejillas se pusieran rojas de la vergüenza con tan solo recordarlo. Se quedó dormida rápidamente todo aquel ajetreo le había causado mucho cansancio y el acostarse le ayudaría a recuperar fuerzas.
Sintió que una mano le acariciaba el rostro abrió los ojos rápidamente y allí estaba él, Isaac estaba sentado a un lado tenía una mano en la mejilla de Kailene y otra agarrada a su mano. En una bandeja pudo notar un sobre abultado de color amarillo brillante.
-David pagará con sangre lo que te hizo, no sabes cuánto lo lamento, pensar que colocó sus sucias manos sobre ti hace que quiera matarlo, lo haría con mis propias manos, pero estaría violando muchas leyes y mi familia estaría en riesgo de perderlo todo- Isaac se veía realmente triste y bajó la mirada.
-Mírame Isaac, mírame, tú no eres un asesino tú serás el próximo Krouden de Pangera y manchar tus manos de sangre por una basura, no me hará feliz y tampoco pasará que el tiempo vuelva atrás para que no me suceda aquello- musitó ella en un tono de voz muy bajo.
-Si lo sé pero es que en parte me siento culpable, no debí dejarte ni un momento sola. Aquí están las pruebas, el o saldrá impune de esto, al fin podrá pagar por la muerte de sus esposas y también por lo que te hizo a ti. Espero no sea un inconveniente que me dejes dormir a tu lado. Llevo tiempo deseándolo y mi compañía no te haría mal. Pero si aún sigues molesta conmigo lo entenderé y me marcharé- Isaac se levantó para irse.
- Espera no te vayas por favor, quédate, pero solo quiero que me abraces, no podría responder a tus caricias y a tus besos y tú ya sabes las razones, necesito un poco de tiempo y espero que lo puedas entender.
- Lo entiendo mi querida Kai, si solo quieres que te abrace lo haré, si me pides que me quede inmóvil a tu lado también lo haré, todo por ti lo haría Kai eres una de las cosas más importantes en mi vida, no he definido lo que siento por ti pero es algo que sé que va más allá del cariño que al principio te tenía. No lo puedo llamar amor todavía, sería algo tonto porque si vamos amarnos, tenemos que ir construyendo ese sentimiento y tú y yo apenas comenzamos a colocar las primeras bases de lo que podemos llegar a sentir.
Kailene lo abrazo tan fuerte que el chico se sorprendió ante aquella muestra de cariño, si, ella también creía que solo era cariño y algo pasional que los llevaba a sentirse bien aunque no todo siempre salía bien apenas hace casi una semana se habían casado pero sentía una conexión con Isaac que indicaba que él se podía convertir en una persona muy importante en su vida.
Isaac se acurruco al lado de ella y rodeo su cintura con uno de sus brazos, la chica se sentía en aquellos momentos verdaderamente muy protegida era como que si todos los problemas los olvidase por un momento, tal vez aquellas horas que pasaban juntos se hacían demasiado cortas porque ellos pensaban que pasar tiempo juntos era maravilloso y por eso trabajarían en aquello que llaman convivencia dado, que el uno no quería estar enojado con el otro porque eso evitaría que perdieran tiempo de calidad que podían disfrutar siendo felices y construyendo aquellos que la mayoría llama amor.
Se quedó dormida, Isaac la observaba hasta que sus parpados le pesaban y no pudo aguantar el sueño.
Hace un mes de todo lo que le había ocurrido los días habían pasado lentos y la investigación iba muy rápido. Las leyes de Seuropia pedían un mes para que se investigarán los hechos y se llevará a cabo un juicio que es lo que debían hacer ante esta gran afrenta.