UN FIRME PASO A MI SALVACIÓN

Desconsolado por la pérdida de su amigo, Jorge llega a casa y su hermana lo abraza diciéndole.    –en estos momentos no tengo palabras para consolarte, pero quiero que sepas, que yo te quiero mucho-      -gracias hermana.

En ese momento, Cecilia abraza a su hijo y lo deja ir a su habitación sin decirle nada.

Jorge se acuesta en su cama y de inmediato comienza a pensar en su salvación, en que no podía morir sin estar verdaderamente con Dios y dice en voz baja.     –voy a dar el paso que necesita mi vida.

En casa del vecino del frente, Gerardo no vio a qué hora llego su hijo del entierro.

En ese momento, Escaloni le dice a Gerardo.      –amigo no te vayas a ofender conmigo, pero tú y Cecilia deberían de buscar ayuda de un profesional, para que así se puedan entender mejor-      -no había pensado en eso, pero las cosas con Cecilia cada vez se ponen más complicadas y no creo mucho en supuestas ayudas de parejas que puedan arreglar esto-       - ¿Por qué? -      -yo siento que ella no me quiere, y contra eso no hay nada ni nadie que solucioné este problema-    -parece que no vives en el barrio, tú y tu familia fueron testigos de las grandes dificultades que tuve con mi esposa, y ahora estamos como si nos fuéramos casado ayer, gracias a que recibimos ayuda profesional que salvo la relación.

Gerardo se levanta de la silla y le dice a su vecino.      –está muy buena la conversación, pero ya me voy-      -espera, una última cosa-       -dime-     -necesito saber en cuanto me arreglas ese sofá-    -yo no soy tapicero Escaloni, yo hago trabajos con la madera. Haciendo closet, camas, mesas etc.

Escaloni se sonríe y le dice a Gerardo.      –perdóname, yo creí que tú y tu hijo, también tapizaban en su taller-      -no tenemos a nadie que lo haga, pero voy a pensar en eso.

Gerardo entra a su casa y pasa por el lado de su mujer sin decirle nada. En seguida, le pregunta a su hija.      – ¿tu hermano ha llegado del cementerio? -      -si, esta en su habitación.

De inmediato, Gerardo entra en la habitación de Jorge, el cual estaba escuchando sus alabanzas y le dice.     –perdona hijo por interrumpirte, pero conversando con el vecino me di de cuenta que tenemos que guiarnos también al trabajo de tapizado.

Jorge baja un poco más el volumen de su mini componente y le dice a su padre.      –no sé, para eso tenemos que buscar a otra persona, porque sinceramente, yo no sé tapizar y eso tú lo sabes-     - ¿pero te suena la idea? -      -si-      -entonces busquemos a alguien que nos ayude con eso.

3 días después, Jorge se encuentra en el taller cortando una cinta de 7 metros de largo. Y en ese momento se distrae pensando en el destino de David. Cuando escucha un tremendo grito de su padre que lo hace quitar sus manos de la madera que estaba cortando.

Gerardo muy enojado le dice a su hijo.      –PERO EN QUE ESTAS PENSANDO JORGE, POR POCO TE VUELAS EL BRAZO.

Jorge desconcertado le dice a su padre.      –no sé de qué me hablas, estaba haciendo todo perfecto-      -eso crees tú, mejor ve y siéntate un buen rato-      -no, yo puedo terminar con esto-      -hazme caso, en estas máquinas debes de estar el cien por ciento concentrado, o lo lamentaras para toda tu vida.

Jorge le hace caso a su padre, y descansa un poco. Sentándose a leer la biblia.

Luego de varios minutos, Jorge sale al andén del taller y saca su teléfono celular y llama al pastor.

Leomil contento por la llamada de Jorge le dice.      –hola muchacho, ¿cómo está la familia? -      -bien gracias, lo llamaba para saber, ¿si usted todavía está bautizando este año? -     -clara que si-     -que bien, yo quiero bautizarme...