Sorpresivamente Gerardo le dice a su hijo. –sabes que... este domingo iré acompañarte a la Iglesia, no sé si tu madre ira- - ¿Qué has dicho? - -lo que escuchaste hijo, que me gustaría ir este domingo a la Iglesia- -vaya, estoy muy contento de haber escuchado eso de ti, la vida es una sola y tenemos que aprovechar cada momento y cada segundo. En la búsqueda de nuestra salvación.
De inmediato, Cecilia les dice a los dos. –la comida se les enfría caballeros.
Jorge le dice a su mamá. –sería feliz si tú y mi hermana también fueran a la Iglesia este domingo- -claro que sí, de mi parte no hay ningún problema, pero no esperes ese milagro de Ines, ahora vengan a comer.
De inmediato, Gerardo deja el teléfono de su hija en una mesa coqueta y se sienta en el comedor junto a los demás.
Cecilia va a la habitación de su hija y la abraza diciéndole. –baja a comer con nosotros, tu padre, tu hermano y yo. Te queremos mucho.
Ines se sonríe y le dice a su mamá. –está bien, pero quiero mi teléfono- -claro está en la mesa coqueta, tu padre lo dejo en ese lugar.
En ese instante, Ines sale de su habitación y coge su teléfono, se sienta en el comedor. Y se disculpa con su padre diciéndole. –perdona mi altanería, no quería hablarte así- -disculpa acepta, ahora come, para sigas así de bonita como lo estas.
Jorge se sonríe y les dice a los tres. –así es como yo los quería ver a todos.
4 días después, Cecilia despierta a Jorge diciéndole. –hijo, hijo, ¿no vas a trabajar hoy con tu padre?
Jorge se despierta y le dice a su mamá. – ¿qué hora son? - -son la 9:05 de la mañana- - ¿qué?, y mi padre porque no me llamo? - -no te quiso despertar y se fue temprano al taller.
Jorge se levanta muy rápido y le dice a su mamá. –estamos trabajando muy duro en unos asientos de una señora, esta es la primera vez que me pasa esto- -arréglate con calma, Gerardo puede empezar solo mientras llegas.
Después de 15 minutos, desesperado Jorge coge su bicicleta y se va al taller.
En ese instante, Jorge en lo único que piensa es en llegar al taller y pasa la carretera sin ver los vehículos.
En ese momento, Gerardo sale al andén del negocio y comienza a poner silla por silla, para luego empezar a pintarlas. Cuando alcanza a ver a su hijo desde lejos y dice. –mi muchacho.
Jorge está llegando a su trabajo. Cuando repentinamente un perro callejero se cruza en su camino. Jorge para no atropellarlo, cantea su manubrio hacia la izquierda. Cuando es atropellado por una camioneta.
El golpe fue tremendo, el afán de Jorge no lo hizo ponerse el casco por primera vez. Y sufrió un fuerte trauma en su cabeza.
De inmediato, Gerardo corre a donde está su hijo y trata de reanimarlo.
El conductor se baja con las manos en su cabeza diciendo. –yo no tuve la culpa, el muchacho se me atravesó.
Gerardo comienza a gritar para que las personas lo ayuden a trasladar a su hijo al hospital.
De inmediato, El conductor le ayuda a Gerardo y entre los dos lo llevan rápidamente al hospital...
Editado: 29.12.2019