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Fue solo unas palabras para conseguir una conversación con Roria. Mario y Tom, fueron a la puerta entrando a la acogedora casa.
Roria, inmediatamente llevó a Mario a su propia sala, y mientras caminaba, miró al otro hombre que le sigue, con un lujoso traje. "¡Qué haces todos los días!". Pensó de mal humor.
Tom volvió a los ojos de Mario, y Mario vio la apariencia de Roria sonrió de repente. — Parece que esos malos ánimos todavía... continúan —dijo el doctor susurrando al oido de Tom.
— ¡Ey! — deteniéndose al escuchar las palabras —. Que hablan mío, si van a venir molestar, pueden salir por la puerta que acaban de entrar ¿OK?
Abriendo los ojos: — Disculpa general, el doctor no sabe mantener la boca callada —tragándose el orgullo Tom, culpa al doctor.
— Tienes razón —aplaudiendo fuertemente —. Así es, me agradas más. —girando Roria, alza los brazos hacia un sofá cómodo de cuero en medio de la sala—. Voy a traer algo para beber. Pueden sentarse en el sofá, ya regreso.
— Ok con su permiso, me puedes traer solo agua por favor —responde Tom, sentándose con clase en el sofá, subiendo una pierna en otra.
— Yo quiero un buen café con leche y un pan relleno —Dijo el Doctor lanzándose en el mueble. Como, si fuera su propia casa.
Con un tic en el ojo, Roria respira fuertemente: —. Claro, y al doctor todo lo que pida. "A ese viejo le traeré un buen café picante, con un pan negro tostado". Pensó, caminando a la cocina con pasos fuertes.
En ese momento, cuando Roria busca un aperitivo para tener una buena conversación. Los dos hombres quedan solos en el sofá, uno alado de otro. El primero es el doctor bien acostado en el sofá y el otro ocupado con un móvil.
— ¿Doctor, no debería comportarse? —pregunta el acompañante, levantando la vista del celular. Pasando pena por la actitud reciente.
— ¿AH? —alzando una ceja el doctor —. ¿Yo por qué?
— Estamos aquí desde muy temprano, en la casa de una dama —tocando la frente Tom, suspira —. Por lo menos, ten un mínimo de cortesía.
— Ella no es una dama, es un monstruo esp... —sin terminar sus palabras, se encuentra con varias balas de gomas en todo su cuerpo.
Roria, desde la cocina escucha las palabras del doctor, agarrando una pequeña pistola de mano. Dispara varias balas de gomas hacia el viejo grosero. Retirándose el doctor del mueble, cae al suelo.
— Por eso te decía, no molestes a una mujer... —sonriendo Tom, al ver a este doctor en el suelo.
Nuevamente agarra el celular Tom y el Doctor, sube al sofá. Sin hablar ni una palabra, los dos hombres esperan el regreso del General.
Transcurriendo unos minutos, regresa Roria. Con varias bebidas para tres personas, un pan negro y un vaso libre, con una jarra de Agua. En el camino, se le puede ver a la mujer una gran sonrisa, al voltear la mirada, mirando el estado patético del doctor.
Colocó los aperitivos en la mesa de la sala y miró el celular de la otra persona, solo entonces acción siguiente, se sentó frente a los hombres en un llamativo sillón.
La sala era completamente blanca de un tamaño medio, de quince metros cuadrados, mismo tamaño que el bunker. Posee en las paredes unas obras abstractas de blanco y negro, con un sentido de arte y al final de la sala, una repisa de armas de fuego de alto calibre, prohibidos en toda la ciudad.
— Me presento para el señor Tom, espero le comentaran un poco de mí el doctor. Aunque, con su estatus, ya debió investigarme —con una sonrisa amenazadora —. Soy el General Roria de la ciudad Paraíso, a cargo de vigilar cada frontera de la barrera y su exterior.
— Un placer, si he escuchado mucho de usted —sintiendo una presión, empieza a titubear —. Me presento, soy el asesor Tom, ejecutivo entre los administradores. Espero nos llevemos bien.
Hablando entre esas dos personas, el doctor sigue inmóvil en el mueble. Intentando pasar desapercibido para salir.
— Entonces Doc. ¿Me puedes informar de su visita?
Acomodando su postura, el doctor: — Este... sí, disculpa las palabras anteriores —mirando fijamente a Roria —. Como puedes ver, te das cuenta que el clima está un poco anormal.
— Sí, claro —asintiendo Roria — Aunque, hace más frío que en otras épocas, este frío mayor, se regula al tener contacto con organismos.
—Exacto —sin perder la mirada, empieza a ver tensión en la sala —. Esto es debido a una pequeña filtración, de un suceso pasado.
Inclinando levemente la cabeza Roria: — ¿Filtración?
— Si, hace unos días ocurrió —exhaló —. La gravedad en nuestro sistema, fue forzada un poco la rotación, llevando estas consecuencias. Debido a una intrusión entre planos, sin un adecuado puente.
(Los sistemas solares, se encuentran en constante rotación por galaxias. Ocurre por una masa mayor en el espacio, debido a varias razones; por un enorme agujero negro en el medio o por miles de millones de estrellas y masas solares. Impulsados por esa rotación, giran y forman un espiral constante)
— ¿AH?, no entiendo —Dijo Roria, sin entender ni una palabra.
— Es decir, se abrió una ruptura o una grieta, en nuestro planeta con el otro mundo —con las manos en las barbilla —. En pocas palabras, hay dos energías en nuestro planeta, que no debería haber.
— ¿OK?, entonces para que me necesitas. —cansada de escuchar palabras científicas —. No conozco nada de ciencia, solo pelear.
— Para eso te necesitamos —interrumpe Tom al doctor y Roria —. Debido a varios cambios, unos animales mutaron de tamaño.
— ¿Te refieres a las larvas? —entendiendo, porque vinieron.
—Sí, hace unos días mi grupo salió a recoger unas Bayas y otras plantas —asintiendo Tom—. En esta época, aparecen varias de buena calidad y consecutivamente salimos en una misión de recolección.
Cuando termino la guerra nuclear, todo el ecosistema cambió. Tanto de animales, como plantas y clima. Hay nuevas especies que aparecen por temporadas.