Después de contarle todo lo sucedido con Lionel y Jessica me dijo que nunca les cayeron bien ninguno de los dos.
«cosa que ya sabía».
Jessica siempre le hacía cumplido a mi tía, pero ella siempre le sonreía falsamente.
Yo y mi tío nos dábamos cuenta, ya que según mi él esa cara pongo yo igual cuando algo no me agrada, el la hace llamar "sonrisa Smith".
Luego de tener esa charla me decidí de ir a mi habitación a estar sola, mi tía no me dijo nada al respecto. No me puse a pensar en la mudanza ni lo de Lionel y Jessica. Puse música en mi parlante, empecé a leer en mi celular historias y con eso me distraje hasta que vi que eran las 12. Am y me fui a dormir para ir al día siguiente al instituto.
Bueno ahora estaba en ese día y esperaba que me dijeran algo sobre que se decidieron sobre la mudanza.
Me preparo como todos los días ya que milagrosamente no estaba enferma ni nada, me bañó, me visto y me arreglo. Y cuando estoy lista bajo ya mis tíos estaban en la cocina.
Cuando estoy ahí les doy los buenos días a ambos. Dejo la mochila al lado de la silla que me voy a sentar.
Pero antes de sentarme me dirijo a la pava eléctrica y cuando compruebo que tiene agua, como siempre mi tía me deja. Me sirvo un poco en la taza para hacerme un té.
Luego me siento al lado de mi tío en la pequeña isla que tenemos en nuestra cocina.
- ¿Cómo dormiste cariño? - me pregunta mi tía apoyada desde la mesada, mientras me sonríe.
-bien- les contesto le digo una verdad a medias.
No sentía ánimos por ir al instituto, por más que me olvidé por algunas horas de todo lo ocurrido. Al tener mi mente en el presente y no en un mundo de ficción todo se me venía a la cabeza y eso me desanimaba más.
-hoy voy a ver si podemos irnos en esta semana o en la otra o al mes como se estaba predicho-dice mi tío sacándome de mis pensamientos, veo que nos mira a ambas tomando de su café mañanero de siempre- ¿Están de acuerdo? -nos pregunta ambas. Solo nos limitamos asentimos.
Cuando terminó con mi té, me levanto de la mesa y me dirijo a al baño para cepillarme los dientes.
Cuando salgo me dirijo a la cocina devuelta para recoger mi mochila.
-me voy yendo! - les gritó mientras me dirijo a la puerta.
- ¿querés que te lleve de paso? -me gritan ambos a la vez antes que yo pueda meter mis llaves y abrir la puerta.
-no hoy voy a ir andando-cuando termino de decir eso cierro la puerta a mi espalda.
En el camino me pongo mis auriculares, escucho "No puedo" Paulo Londra.
En el camino, siento algo extraño. Como que me siguen y observan, mira hacia tras y solo veo a personas andando o chicos que van a sus institutos.
"no pares, no mires atrás"
Escucho una voz en mi cabeza. Pero hago lo que me dice y aceleró mi paso para llegar al instituto.
Cuando estoy ya al frente. Se me vine a la cabeza lo ocurrido de anoche y ahora voy a tener que dar frente.
Paso el estacionamiento que tiene y voy directo a mi casillero. Saco mi libro de historia y un anotador. Cierro el casillero y me encuentro con Lionel.
- ¿Qué quieres ahora? -le pregunto brusca mirándolo fijamente.
-Quiero arreglar las cosas- me dice y se acerca queriendo agarrar mis manos.
-a ver, para arreglar no hay nada y mejor por qué desaparece y te vas con tu otra zorrita- le digo para darme media vuelta. No me gusta llamar así una mujer, pero a ella ni vale como mujer al menos para mí.
Lionel me agarra del brazo y me trata de acercar a el nuevamente. Yo solo actuó y le dio con mi codo que me tenía agarrado en su estómago. Haciendo que él se lleve las dos manos al sitio retorciéndose por el golpe.
-no me vuelvas a tocar nunca, y no me busques. No me quiero contagiar lo que tenga ustedes- con eso me doy media vuelta y recién me doy cuenta que había varias personas como espectadores - ¿y ustedes que miran? -les grito a todos. Y todos vuelven hacer lo suyo.
Me dirijo a unas de las máquinas expendedora que está a unos metros para sacar una Coca-Cola.
Cuando ya tengo mi lata suena el timbre, haciendo saber que empezaba la primera clase, me dirijo a mi salón, me siento en uno de los lugares del medio y trato de prestar atención durante la hora.
(...)
Ya habían pasado tres horas tenemos un receso para comer o descansar.
Yo me dirijo al baño para así arreglarme el pelo o si un poco del rímel se corrió.
Cuando ya estoy ahí me miró y veo que está todo en orden y luego me lavo las mano.
Salgo veo como me miran todos y no entiendo el porqué. No le prestó atención y me dirijo a unas de las mesas que está abajo de los árboles. Y vuelvo a poner unos de mis auriculares para escuchar música.
(...)
Ya estaba de regreso a la casa y me doy cuenta que no hay nadie, así que solo me dirijo a mi habitación me pongo unos shorts de tela ya con una remera vieja que era de mi tío ya que había un poco de calor.
Cuando bajo me dirijo a la heladera a ver sí hay algo para hacerme. Veo que mi tía me dejó para hacerme unas milanesas las agarro y preparo todo para cocinar.
40 minutos luego
Ya terminé de comer y lavé lo poco que había utilizado. Me dirijo a mi habitación para echarme una siesta hasta que lleguen mis tíos.
(...)
Me encontraba en un lugar oscuro. Pero llegó a notar que hay una especie de ventana que entraba una gran cantidad de luz que parecía quedar a un par de metros de mí.
Al tratar de acercarme, me doy cuenta que estoy en un lugar lleno de agua que llega hasta mis talones. El agua estaba tibia lo sentía por mis pies que estaban descalzo.
También me percate que llevo un vestido blanco que me llega un poco más arriba de mis pies, logrando no mojarse.
Me sigo acercando a dónde entrar toda la claridad y cuando estoy lo suficiente cerca siento como está luz me envuelve todo mi cuerpo.