Pasado en los corazones

.62.

Última semana de colegio.

Ya hace casi un año que aterrice de nuevo en este pueblo que tantos dolores me había causado pero que poco a poco a conseguido recordarme también las alegrías.

He conseguido mucho en este año.

Desde perdonarme con mi mejor amiga hasta volverme a enamorar del amor de mi vida.

También he podido resolver varias preguntas que tenía sobre el pasado, entender que ninguno de nosotros tenía la culpa.

Todo había sido un plan mezquino y ruin de la persona que menos me esperaba y que porque no decirlo de una persona que consideraba uno más de mi familia.

No recuerdo ningún momento de mi vida en el que Jared no estuviera y eso me hace daño, porque no quiero recordarlo como el acosador que me destruyo la vida. Quiero que todavía sea el chico por el que mi mejor amiga estaba colada, el mejor amigo de mi novio y por qué no decirlo el que iba a ser mi futuro cuñado y padre de mi sobrina.

Ojalá Jared hubieras tomado otras decisiones.

Cuando esta mañana he recibido la llamada de la policía contándome que te había atrapado intentando huir del país casi me muero de alegría pero luego recuerdo a esa pequeña niña que vas a dejar sin padre y se me parte el alma.

Yo mejor que nadie se lo que es crecer sin uno.

Jane no lo dice pero veo la pena en sus ojos y es por eso que he decidido que solo voy a poner una orden de alejamiento contra ti. No vas a pisar la cárcel pero para nada hago esto por ti lo hago por ella.

Por otra parte Michael tú no vas a correr con la misma suerte, escóndete porque en cuanto la policía te encuentre no volverás a ver la luz del sol.

Me termino el café entre caricias de Eliàn y algún beso, llevamos durmiendo juntos varias semanas y la idea de mudarnos juntos nos ronda la mente.

Puede parecer precipitado pero llevamos toda la vida juntos, sé todas sus manías igual que él sabe las mías, lo conozco como a la palma de mi mano y sé que esta vez todo saldrá bien así que porque retrasar algo que es inevitable.

-Múdate conmigo *dice*

Sonrió porque ya es la tercera vez que me lo pide desde que hemos terminado de hacer el amor esta mañana.

-Vale

Le robó un beso antes de ir hacia la puerta

-¿Así de fácil?  *dice extrañado*

-Para que esperar Davis, ya hemos estado demasiado tiempo separados

Me atrae hacia su pecho y pega su frente contra la mía

-Eliàn para ti siempre Eliàn

Le doy un beso en la nariz y le recuerdo a qué hora será la fiesta antes de marcharme.

Los niños están demasiado emocionados por saber de donde proceden, algunos se montan fantasías sobre qué sus antepasados fueron piratas otros vikingos y porque no algunos sueñan con que fueron reyes.

Se me llena el corazón a medida que pasa el día.

Me reúno con Owen y con Helen para comer, mañana por la mañana Owen volverá a casa y eso me tiene bastante triste. El por su parte si ha decidido denunciar a Jared pero solo le ha pedido una compensación económica, se que lo ha echo por mi y estoy agradecida por ello.

-Se me hará raro no tenerte aquí *le digo*

Pasa un brazo por mis hombros y me pega a su cuerpo.

-Quizás me veas más ahora que cuando vivíamos en la misma ciudad, bonita *besa mi cabeza antes de subirse al coche*

Su hermana y mi mejor amiga me abraza y se apresura en subirse también al coche para marcharse a mi casa, Helen aprovechará el viaje de su hermano para ir ella también a Nueva York a recoger sus cosas ya que ha decidido venirse a vivir con nosotras.

Bueno más bien con mi prima mayor.

Termino de arreglar unos papeles de las notas de los niños cuando recibo una llamada anónima de nuevo.

-Se que eres tú y no me das miedo *digo*

-Vaya vaya la niña tonta ya no es una niña asustada

-Corta el rollo Michael y entrégate ya a la policía no hagas esto más difícil

-Tranquila Emory la boba esto solo acaba de empezar

La llamada se corta y no puedo evitar tener un escalofrío.

-Buenos días señorita Emory, han dejado esto en la entrada para usted *me dice el conserje*

Me entrega un ramo de flores en el que hay una tarjeta de parte de la madre Gael, debo ir de nuevo a tomarme un café con ella. Es una mujer tan valiente que hace que la admire cada vez que me cuenta su historia y como está sacando a ese niño adelante ella sola.

Me da las gracias por todo lo que he echo por su pequeño.

Voy al baño a arreglarme un poco para la fiesta y voy hacia el gimnasio donde ya están todas las decoraciones puestas, el acto consistirá primero en las actuaciones de los niños, luego al recogida de diplomas y por último los resultados.

Unos brazos se ciñen sobre mí cintura y me trago una sonrisa boba antes de darme la vuelta y ver esos preciosos océanos que se alegran de verme igual que yo me alegro de verlos a ellos.

-Pensé que vendrías más tarde *digo*

-Ya sabes florecilla no puedo estar mucho tiempo separado de ti *sonríe*

Me da un beso corto antes de ir a saludar a su madre, la sonrisa se me borra cuando veo su postura, parece tenso y eso es algo extraño ya que debería estar tranquilo y feliz por la fiesta.

Como he dicho conozco a este hombre y cuando se pasa las manos por el pelo mientras habla con su madre se que algo anda mal.

Voy a acercarme a él cuando otra profesora me llama para terminar de arreglar unos asuntos sobre una de las actuaciones de los niño.

Pierdo a Eliàn de vista y una extraña sensación se me instala en el vientre.

Debo dejar de tener miedo continuamente.

Debo dejar de tener miedo a perderlo de nuevo.

Debo dejar de tener miedo a ser feliz.

Me repito intentado calmar mi ansiedad mientras me concentro en que toda la fiesta salga bien.

Crucemos los dedos.




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