Tenerlo en mi habitación resultaba raro en muchos sentidos, miraba mis cosas como si fuera la primera, ves que estuviera ahí, pero no era así, se sentó al filo de mi cama frotándose los ojos.
—¿A qué hora es la consulta?
—A las ocho
—¿Te importaría que pasara antes por la empresa?
—Claro que no —Respondí mientes, me quitaba los zapatos
Le trajeron una pijama mientras yo me cambiaba la mía, cuando estaba acomodándome la parte de arriba del pijama sus manos tocaron mi piel descubierta, sentí sus labios en mi cuello, mientras sus manos palpaban mi vientre plano.
—Creo que te voy a quitar el pijama
—Creí que estabas cansado
—Sí, pero nunca para ti —Sonreí —Rouses
—Dime
—Lamento haber sido un bruto contigo —Me quede callada —Soy un inculto sin modales que lo único que quiere es a ti, lamento si te asuste
—No podrías asustarme Alessio —Me arrimé a su pecho —Me hiciste enojar, pero no me asustaste
—¿Cómo lo vamos a llamar?
—Quiero que se llame Henry
—¿Henry? ¿Por qué?
—Me gusta el nombre ¿A ti no?
—No es muy antipatriota de tu parte
—Puede llamarse Henry Alejandro —Sonreí
—Mmm…
—O tal vez se nos ocurra otro
—Si definitivamente sí, venga princesa a la cama
—Ya no soy princesa, lo olvidas
—No, pero para mí siempre lo serás
Apenas sé a costo se quedó profundamente dormido con un brazo a mi alrededor, me acurruqué contra él y me quede dormida.
A la mañana siguiente salimos muy temprano del palacio, hacía un frío de muerte, no salimos del invierno aún. Cuando llegamos a su empresa tomados de la mano, más de uno se paró a mirarnos. Salude a la señora Patel mientras él comenzaba a revisar varias carpetas.
—¿Cómo estás, linda?
—Bien, gracias, ¿y usted?
—A esta edad, puedo decir que estoy bien, es bueno que esa cabeza dura haya hecho algo al respecto —Sonrió, Alessio la miro alzando una ceja —Si necesitas algo pídemelo
—Claro, gracias —Me senté en uno de los sillones y saque mi teléfono a responder algunos correos
—Te hice levantar temprano, puedes dormir un rato hasta yo terminar aquí
—Estoy bien Alessio, no es la primera vez ni la última que me levanto a esta hora
—Vale, debo ir a una junta, estaré aquí para ir a la consulta
—Sabes que no…
—No lo digas, quiero ir, y tengo un poco de derecho, soy el padre
—Lo sé, pero no quiero abrumarte
—Haremos esto juntos Rouses —Me sujeto de rostro —Seremos un equipo y debemos a prender a trabajar juntos
—Vale, te espero, y dormiré un poco antes de que me bombardeen con trabajo
Estuvo siete y media conmigo, que me había despertado para atender una llamada, estábamos camino a la consulta mientras yo respondía más correos, él conversaba con Jack de algo que no preste atención. Cuando llegamos nos hicieron pasar directo.
—Hola Rouses
—Doctora Gerald
—Bien, lo que haremos primero será sacarles un poco de sangre para hacer unos análisis, y pasaremos a revisarte ¿De acuerdo?
—Si
—Por favor Eva una muestra de sangre
La enfermera se acercó y me saco sangre a mi primero, fue rápida, pero con Alessio sí que se tomó su tiempo, parecía hasta algo nerviosa, la doctora la miraba con molestia.
—Bien puedes irte, me ocupo yo —la enfermera salió corriendo al ver la cara de enojo de la costura, que me hizo reírme —Pensé que tener una enfermera contigo sería lo mejor después de lo que paso con el enfermero, pero no considere a tu prometido
—Aún no estamos prometidos —Aclare —Solo somos novios, seremos prometidos en unos días
—Oh, bien pasemos
Me pidió que me recostara y que levantara la blusa y me bajara un poco el pantalón, paso un pequeño aparato sobre mi vientre, anoto varias cosas, Alessio sujeto mi, mano y agradecí el ghetto.
—Ahí está lo vez, es muy pequeño, no más grande que un granito de arroz, bien, haré una lista de las vitaminas que debes tomar, debes venir cada mes a una revisión, puede todos los cinco del mes, alguna anomalía, síntoma extraño no dudes en venir, y ten.
Tome una pequeña foto en la que estaba mi bebe, la mire, era una manchita.
—Felicidades, Rouses, nunca pensé que iba a verte convertirte en mamá, cualquier pregunta que tengas házmela saber
—Gracias
Salimos de ahí acordando el día de las consultas, y una receta con mis vitaminas.
—Déjame ver —Alessio me quito la foto en el elevador, y la quedo mirando, y se la guardo en el bolsillo
—Oye, es mía
—No, es mía ahora, tú lo tienes contigo, merezco tenerlo aunque sea en foto
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Editado: 23.05.2023