Desperté en la habitación del palacio, miré a mi lado, la vi dormida ahí. La puta pesadilla hizo que mis alertas se despertaran, ella se despertó y me miro.
—¿Qué haces? ¿Estás bien? —Junte mi frente con la suya y la bese —Alessio
—No quiero que te vayas, aunque la situación se ponga fea, no quiero que te vayas con nadie, que no sea conmigo, quiero ser yo a quien elijas —Me miro sin entender
—Creo que ya lo hice no, te elegí a ti quedándome —dijo después de un rato —Alessio
—Sé que dijiste que no te forzará, pero te amo maldición y no puedo vivir sin ti. Te necesito a mi lado, eres mi droga, y no quiero compartirte con nadie, porque eres mía joder, eres mi mujer, quiero verte y tocarte a cada momento sin importar que —Respire —Ya no puedo vivir sin ti
—Alessio…
—No quiero que esta pesadilla se haga realidad —Toco mi rostro
—Solo fue una pesadilla, ven —Me hizo espacio y recosté mi cabeza en su pecho, ella comenzó a acariciar mi cabello —Ya paso, no me voy a ir a ningún lado
—No lo harás —Le dije aferrándome a su cuerpo —Te lo prohíbo
—¿No vas a comenzarme a prohibir cosas?
—Es la única que te prohíbo —Sentí como sonrió
—Tal vez quieras, no sé verificar que esto no es un sueño —Bese su cuello
—No entiendo —dije y sonreí —A pesar de acostarnos cada que podemos, tú sigues poniéndote como un tomate —Se tensó —Pero amo eso, porque soy el único que puede ponerte así, amo que a pesar de todo sigas sonrojándote, no quiero tener sexo ahora
—Entonces duerme, estaré cuando despiertes —Cambie de posición llevándola hasta mi pecho abrazándola, no quería perderla, no podría vivir otro infierno como ese, nadie me la quitaría, ella era mi mujer, mi esposa, mi todo.
El sol entraba por las cortinas que no habían sido cerradas, Rouses se movió en mi pecho, la apreté más a mí, sacándole un pequeño gemido, era más un ronroneo
—Sabes una cosa, te tomaré la palabra —dije, ella no dijo nada —Pero no tendremos sexo, sino que te haré el amor —Una sonrisa apareció en su rostro y comencé a devorar a mi mujer como era debido.
—Olvídalo eso no —Hablo Gia
—Has crecido mucho, ya no tienes los granos en la cara —Le comento Cronos y Gia le lanzo una almohada
Me reí, después de hacerle el amor a Rouses y pasar media mañana en la ducha y la cama, ella tuvo que salir al trabajar recordándome por ochentava vez lo fastidioso que era los guardaespaldas de más.
—Hola, primos, Cronos, ¿han visto a mi hermana?
—Está trabajando —Él alzó, las cejas
—Es domingo —Aclaro —No puede ser, se volvió en una maniática del trabajo, debí estar aquí para que se divirtiera. —Se sentó a mi lado
—Pero lo lleva en la sangre, sus padres no paraban, recuerdo que una vez vio a sus padres al otro lado de la calle, ella no estaba enterrada que estarían en la ciudad o en el país y juntos
—¿Paso algo?
—quería saber si estaba bien, ayer era mi cumpleaños, me mando un pastel, aún no se atreve a verme en mi cumpleaños, por lo que paso
—¿Eran gemelos? —Asintió
—No éramos iguales, para nada, yo era como mi madre frío y calculador, con momentos de diversión de parte de la familia de mi padre. Mi hermana era una completa, Ferri, ella era divertida y elocuente, era el alma de la familia, claro que la verdadera alma de la familia era y es Rouses, pero ya saben, ella dejaba que ella lo fuera; ya que sentía desde que llego que le había robado ese puesto, su enfermedad empezó cuando teníamos seis, nadie supo decir por qué el de su enfermedad.
—¿Enfermedad?
—Tenia bipolaridad
—¿A esa edad? —Él asintió
—Alessandro tuvo miedo de Rouses cuando ella llegó, así que no pasaba mucho tiempo, pero era Rouses y desde niña se escapaba, a Eleonor le hizo bien su llegada, los episodios fueron menores y muy pronto ya estaba bien, todo gracias al pequeño angelito que consideramos como nuestra hermana. Eleonor le enseño Disney y cantar con todo el corazón cualquier canción, por más triste que fuera, a bailar, Rouses es de observar, pero a veces solo actúa por instinto.
>>Eleonor le enseño a ver que los demás tenían sentimientos, que les dolía, que amar no era malo, que enamorarse de su misión no era el fin del mundo y que a veces una mentira puede ser mejor que la verdad. Rouses también le enseño muchas cosas una de ellas fue madurar, a pesar de que mi hermana era mayor era como una niña, Rouses era la adulta y le enseño a madurar. Rouses comenzó a tener más misiones y participación, ya no pasaba mucho con nosotros y Eleonor no conversaba con Bianca, si no hubiéramos sabido que se enamora de quien no debía, y cuando se enteró quien era quiso destruirla y lo logro. Se volvió loca, intento matarme y después se fue, para eso el tío Alessandro murió y Rouses estaba que hecha furia por sus ojos, tan enojada matando era una máquina.
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Editado: 23.05.2023