Al girarme no lo encontré, me puse una pijama y salí a la sala o estaba, la puerta se abrió y entro Klaus.
—Buenos días, señora, el señor tuvo un viaje de imprevisto, se disculpa y dejo esto para usted.
Dejo una bandeja en la mesa y asintió.
—Gracias, dijo a donde fue
—No me supo explicar, el presidente me informo que la reunión se realizaría en Dinamarca
—¿Reunión?
—Sí, por los soldados
—Gracias
Regrese a la habitación por mi teléfono y antes de marcarle él me estaba llamando.
—Feliz cumpleaños
—No tan feliz, estoy sola aquí
—Rouses lo siento, no quise irme, pero hay cosas que el resto no puede responder —Bufe —Te veo en Italia
—No voy a ir
—¿Qué? ¿Por qué?
—Tengo una reunión en Dinamarca.
—Iré a verte
—Bien, ahora estoy más enojada contigo
—Lo imaginaba, ¿Saldrás con tu tío?
—No tengo otra opción, ya que tú te fuiste, igual no será el primer cumpleaños que pase sola
—Haré todo lo posible por ir
—Está bien Alessio, gracias por el desayuno
—Almuerzo queras decir, son las once
—Pues es tu culpa que me levante tarde
—Yo, yo no fui el que estaba coqueteando
—Idiota
—Yo también te amo Rouses, feliz cumpleaños
Me acerqué a la bandeja y empecé a comer, tenia hambre.
A las dos estaba en el Partenón de Atenea, habíamos caminado por dos horas.
—Deberíamos ir a comer ¿Tu esposo aún no vendrá?
—Creo que no, tiene mucho trabajo y no puede distraerse, significa vidas
—¿Lo amas?
—¿Por qué me casaría entonces?
—¿Por qué está guapo? —Pregunto Hedoné
—También, pero es un factor
—Su majestad, su esposo —James me dio el teléfono
—Hablando del rey de Roma
—Pregúntale si vendrá a almorzar
—Hola
—¿Donde estás?
—En el Partenón, mi tío quiere saber que si vas a venir a almorzar
—Quiero que me escuches Rouses, llego un paquete al departamento, él sabe que estás en Grecia, estoy en camino okay
—¿Él?
—Ivo, Cronos debe estar por llegar —Se escuchó un grito y me giré, ahí estaba venía rodeado por un grupo de hombres armados
—¿Pero que es eso?
—Está aquí
—Señor debemos irnos
—Mi sobrina —Mire a mi tío
—Ellos me sacarina de aquí —Él asintió
Comenzaron los disparos, James y Carlos me jalaron hasta unas ruinas.
—La policía está luchando
—Pásame a James y Rouses, voy por ti
—Alessio —Le pasé a James, estuvo un rato con el teléfono y luego lo guardo
—Corremos a mi señal su majestad, quiero que corra hasta el auto y suba
—James
Ambos hombres tomaron mis manos y comenzamos a correr, cuando estuvimos cerca del auto, alguien me tomo de la cintura y me subió al auto, mire y era Jack.
—Arranca el auto James, arranca
Salimos del Partenón, me sentaron en el suelo del auto mientras íbamos por la ciudad, llegamos hasta un helipuerto.
—¿A donde vamos?
—Alessio lo ordeno, él llegará pronto, debemos salir de en continente
Llegaos hasta la isla de mi madre, Klaus ya estaba ahí, mire a Jack.
—¿Donde está?
—En este momento debe estar volando sobre Italia
—Dios
Sentí una presión en el pecho, y James me sostuvo, lo miré, comenzaba a faltarme el aire. Sentía el cuerpo entumecido. Intentaba respirar, pero cada vez sentía que el aire me falta, el temor estaba invadiendo mi cuerpo.
—Su majestad
—Llama a tu jefe, llámalo
—Enseguida
Con dificultad entre a la casa. Las paredes parecían que se caían sobre mí. Jack me extendió el teléfono.
—Alessio
—Rouses, estoy lejos aún
—Necesito que llegues, es que yo —Tome aire —Yo…
—Ya llego, mantente conmigo
Mi cuerpo se tensó y se me callo el teléfono, el aire me era más escaso, las paredes parecían caerse, se escuchaban gritos y disparos.
—Rouses, Rouses, mírame, estoy aquí
—No, no
—Rouses, mírame —Levante la vista
—Alessio —Me abrazo por la espalda
—Estoy aquí —Me sujeto las manos y beso mi frente —No te voy a dejar, estoy aquí
—¿Por qué me está siguiendo? ¿Por qué me sigue?
—No lo sé, cariño, no lo sé
—Quiero que esto se acabe ya, quiero ir con Máximo y Erick. Ya no puedo más.
—Se acabará cariño, Rouses
Me quedé ahí, entre sus brazos, aferrada a él, cómo si fuera una tabla salvavidas.
—Alessio
—Baja la voz, apenas acaba de dormirse
—Desapareció, lo seguimos, pero se hizo humo
—¿Como supo que estaba aquí?
—No, lo sé, ¿Cómo está?
—Muy nerviosa, le dio un ataque de pánico, la llevaré arriba, mis hermanos deben estar por llegar
—Esperemos que ellos hayan tenido suerte
—Esperemos que si
Había mucho revuelo cuando desperté, baje hasta el salón. Estaban discutiendo, se callaron cuando me vieron.
—¿Ya te sientes mejor? —Alessio se acercó
—Sí, ya, ¿Que está pasando?
—Tenemos un soplón
—¿Qué?
—Nadie sabía que vendrías aquí, más que el grupo que estuvo ese día. Milo está interrogando a todos. Entonces quien fue.
—¿Insinúas que nosotros fuimos?
—Si
—¿Por qué lo haríamos? Nuestro hermano está casado con ella
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Editado: 23.05.2023