P.D._

II

Querido Jonathan:

 

Vi que encontraste mi carta en tu casillero. Me alegro que así fuera. Te vi leerla y que se te dibujó una discreta sonrisa en los labios. Qué dulzura. También buscaste a tus alrededores con la mirada a ver si hallabas a quien era responsable de tal papel. Lo siento, ya te lo dije, no es tiempo aún. Pero me hace feliz que mi carta te haya gustado, me halaga mucho. Si quieres recibir más solo sigue sonriendo cada vez que leas mis notas.

Hoy te vi en la clase de química, creí que te aburrirías como ostra ya que a los deportistas no suelen gustarle mucho las ciencias, pero me sorprendiste gratamente con tu interés, fuiste el más activo en la clase, ¡tus respuestas audaces nos dejaron a todos impresionados!

En las otras clases no fuiste diferente, por lo visto tu ingreso a nuestra prestigiosa escuela fue debido a tu alto nivel académico además de ser increíble en el fútbol. Te vi jugar con el balón dando acrobacias increíbles con él como todo un profesional. Supe también de tus dos goles que lograste prácticamente solo en la cancha.

Estoy honestamente emocionada con tus habilidades y creo que tu presencia en la escuela hará un cambio significativo en ella y su alumnado. Te animo a hacerlo.

Sigue adelante.

Atte.

T.

P.D. M_ ___t__




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