Me siento apenada por estar aquí en la casa del Hokage-Sama, pero si requiere mi ayuda no puedo ser descortés y negarme, por alguna razón me siento nerviosa al estar cerca de el, pero seguramente estoy exagerando, —Byakugan— lo mejor es terminar con esto cuanto antes para que pueda irme, al estar revisando cada rincón de esta casa con mis ojos puedo darme cuenta que hay demasiada ropa interior femenina, creo que si ese un pervertido tal y como todos dicen en la aldea, ahora con más razón debo darme prisa,
—Kajashi-Sansei— al llegar a su habitación con mis ojos puedo notar como se pone una loción, se supone que ya es hora de dormir, ¿Pará qué usa eso a esta hora?, es muy extraño el Hokage.
—¡Lo encontré!— Tras escucharme gritar el baja emocionado, —¡Esta en la tubería!— Debo admitir que fue gracioso ver su rostro de decepción cuando escuchó el lugar donde se encontraba el anillo.
—Bueno Hinata, al menos ya se donde esta—soltó una carcajada, es linda su risa he de admitirlo.
—Hokage-Sama, ya es tarde y debo irme a mi
casa— Ya no es tan gracioso cuando lo veo acercarse tanto a mi, ¿me está acariciando el cabello?, ¡ay no!, ¿Que hago?, —Hasta luego— Cuando intento irme el me jala por el brazo hacia el y me pega a su pecho, pero... ese olor, esa fragancia es la misma que... —¡Suelteme!— Mi miedo y mis recuerdos me han hecho presa de nuevo, pero esa misma fragancia es la que usaba el desgraciado que me violo hace un año y nunca voy a poder olvidar ese maldito olor mezclado con olor a Sake , Mi llanto y mi desesperación por salir de esta casa se hacen presentes, pero sus brazos me envuelven por la espalda, inmovilizadome,
—¡Suelteme porfavor!—
—Hinata, tranquilizate, yo no te haré daño, jamás lo haría— Esas palabras de alguna forma me hacen volver al presente y dejo de luchar por escapar, ese abrazo me reconforta de alguna manera, pero es la misma fragancia, —¿Que pasa Hinata?—
—So... Solo déjeme irme a casa porfavor—
—Esta bien niña, vete—
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Mitad de la madrugada y de nuevo esa maldita pesadilla me ha despertado como cada noche desde hace un año.
"La noche de la celebración cuando fui nombrado sexto Hokage, muy temprano me puse muy ebrio, tanto que he olvidado todo lo que hice esa noche en la fiesta, mis recuerdos son nulos, pero hay algo que no puedo olvidar, al menos tengo las imágenes y esa maldita sensación como si hubiese sido ayer.
Las imágenes de un camino cubierto por las hojas caídas por el otoño y una chica a mitad de la noche llorando recargada en un árbol, luego yo derribandola sobre el suelo, dominandola y destrozando su ropa, recuerdo que puse mis asquerosas manos sobre sus blancos pechos, cubrí su boca para que sus gritos no fueran escuchados, luego la penetre con fuerza logrando que en mis brazos se retorciera por el dolor, ahí me di cuenta que era virgen aún, después solo se quedó quieta y dejó de luchar para mermitirme usar su cuerpo para mi propio placer, soy un Maldito bastado, pero juro por Kami que no puedo recordar quien fue la pobre mujer de la cual yo me aproveche, si supiera quien es le permitiría castigarme por ser un Maldito patán, se que andaba demás de ebrio, pero no es justificación , le arruine la vida a una inocente chica y me arrepiento desde el alma"
Hyuga, ¿Porque te pusiste así?, yo nunca podría hacerte daño a ti, quizá deba romper la apuesta con Gai, yo no puedo hacerle eso a Hinata, soy un Maldito bastardo—
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Al cabo de algunos días Kakashi se encontraba en un bar bebiendo con Gai, —Como vas con la apuesta— Preguntó un desafiante Gai algo pasado de copas.
—No lo haré Gai, mañana te doy tu dinero— Dijo el peliplateado mientras bebía un poco de Sake.
—¿Te dio miedo enredarte con alguien del Clan Hyuga verdad?—
—Es solo una niña—
—Eso no te impidió corromper a las otras kunoichis de su generación—
—Hinata no es como ellas y ya no quiero tocar el tema Gai, sabes que mejor me voy a mi casa—
De regreso a su casa el peliplata caminaba por la aldea, desde aquella noche no volvió a embriagarse, no quería cometer más estupideces por estar en ese estado tan ruin. A lo lejos pudo visualizar a Hinata correr, no dudo y fue tras de ella, la alcanzó en el parque y se sentó en el columpio de a lado de ella, —Hola Hinata— Ella tuvo intención de levantarse y marcharse pero el no se lo permitió, —Perdóname por asustarte la otra noche—
—Discúlpeme usted a mi Hokage-Sama, es solo que...— Suspiro fuertemente,
—Solo discúlpeme—
—Puedo saber ¿porque corrías así y porque te ves tan afligida?—
—Mi padre quiere que yo me case, pero yo no puedo casarme con nadie— Ella bajo la mirada al suelo y el frunció el ceño.
—Eres hermosa Hinata, eres excelente persona y se por los chicos que cocinas muy bien, se que serias buena esposa— Ella sonrojo un poco ante sus palabras y le sonrió levemente, —¿Porque no puedes casarte con nadie?— Esa pregunta hizo que los ojos de ella se inundaron en un segundo, en realidad nunca le contó a nadie sobre esa horrible experiencia, —Dime que te pasa Hinata—
—Verá, hace un año yo... Me encontraba en los campos de entrenamiento y...— Se puso de pie para irse, —Olvidelo—
El la detuvo con fuerza, —¿Que pasó?— la estrujo un poco, —¡Dime!—
—Llegó un hombre con máscara de AMBU y me... El... ¡El abusó de mi!— De inmediato el la jaló y la abrazo con fuerza mientras ella rompió en llanto, —Ese hombre me arruinó la vida, he tratado de olvidar pero yo no puedo, por eso no me puedo casar nunca con nadie, nunca voy a poder estar con Naruto y nunca seré felíz— Las palabras apenas eran entendíbles entre los sollozos de la ojiperla.
Editado: 21.01.2021