Capítulo 16

Las ventiscas del camino hacia la pradera Leld eran demasiadas fuertes, nos complicaba el camino hacia nuestro destino y más la nieve que era muy densa.

- A este paso, creo que tardaremos millones de años para llegar -masculló Olav.

- A no ser que muramos de frío -dije temblando.

Nos dirigíamos hacia la aldea Sefir que les pertenece a los Yetis. Es algo lógico que haya frío y nos estemos congelando hasta los huesos.

- Las capas ni nos protegen -castañeó los dientes Dustin.

- Está un poco cálido aquí -dijo Howard.

Literalmente todos lo miramos con una cara de ¿Es en serio? Y el sólo levantó los hombros.

¿Cálido? ¿A esto llama cálido? Sí me estoy congelando, está más helado que el silencio de Xianat.

- ¿Por qué teníamos que dejar a los caballos abajo? -se quejó Ralph- Creo 
que ya ni siento mi cara por el frío.

- Sino fuera la ventista, la nieve y que el camino sea dificil para ellos, con gusto los traeríamos aquí -masculló Zita con amargura.

Esa chica y yo hemos tenido unas discusiones que uf, mejor ni recordar. Pero bueno, yo no puedo hacer nada, eso ya es decisión de ella si quiere cambiar o no.

Me detuve un momento ha observar todo... Algo no se sentía bien aquí.

- Dejen de quejarse, además ya llegamos -farbulló Ragnar.

La aldea de Sefir estaba delante de nosotros, la nieve del invierno adornaba los techos de las chozas, los árboles desnudos estaban adornados por telas y luces, la mitad de un gran copo de nieve azul que se encontraba en la cima de otra montaña de al fondo de la aldea, decoraba el nublado cielo.

Pero había un problema.

El copo se estaba derritiendo.

- Tan sólo estar al pie de la aldea, se siente el aura de una criatura peligrosa -murmuró Howard.

Y tenía razón, hasta yo que soy una humana normal y corriente siento esta presencia. Sólo espero que todo salga bien en esto.
La aldea estaba un poco silenciosa, apenas habían Yetis caminando afuera.

- ¡Dioses! -exclamó alguien- Me alegro que ya estén aquí -se acercó apresuradamente una anciana con ropas únicas blancas y azules con guardias detras de ella.

- Anciana Edeak -saludó Ragnar.

Era una mujer no muy alta, era delgada y muy bonita para ser una anciana, se ve que desde lejos transmite un aura tranquilizador.

Ragnar se dirigió con ella. Ellos se quedaron hablando, no puse atención por ver a Dustin y Ralph que estaban un concurso de miradas, en el que al final Dustin le sopló a los ojos de Ralph haciendo que los cerrara y yo me riera de ello. Luego me fui con Howard.

- ¿Quién es la anciana? -le pregunté cautelosa.

- Ah, ella es sacerdotisa de esta aldea -respondió Howard.

- Genial -observé a la anciana y a Ragnar- Se llevan muy bien, ¿Qué tipo de relación tienen? -dije curiosa.

- La anciana Edeak es una amiga sercana de Su Majestad, practicamente vio crecer a Ragnar y a todos los de la familia Real -respondió.

Debe de tener decadas de estar viva, ya ví que es una gran amiga del anciano Yair por lo sercano que es Ragnar a ella.

- ¿Qué criatura es ella?.

- Ella es una dragona del hielo.

La sorpresa de mi cara se hizo presente. Esa anciana puede congelarte hasta los huesos y matarte con tan sólo un soplido.

- Eso es genial -dije con emoción- Cambiando de tema... ¿Este lugar siempre tiene nieve? -pregunté.

Sí, sonó estúpido decirlo, es área de criaturas que viven del frío, pero tenía dudas.

Bueno, estábamos en medio de montañas que no dejan entrar el calor del sol, además que su fuente de energía era un gran copo de nieve ¿Acaso nunca se derrite con el calor del sol del verano?

- Sé lo que estas pensando y no, el copo de nieve nunca se queda de esa forma y los Yetis no sólo viven de la nieve, también son como toda criatura que se adapta facilmente a los cambios de clima -supongo que mi cara muestra confusión ya que él se rió y me siguió explicando- La fuente de energía es una roca llamada Eln y es como un cambia forma. En cada estación del año cambia su aspecto. La fuente de los Yetis es esa roca, lo que les permite y ayuda con la adaptación del clima.

Eso es bastante curioso, los Yetis pueden vivir en cualquier lado con la ayuda de esa roca, lo que significa que es muy especial y también el objetivo de varias criaturas con razones malas.

- ¿Estas diciendo que esa roca toma un aspecto como un objeto de cada estación? -pregunté aún confusa.

- Mmm un objeto en sí no, es más como un concepto, por ejemplo en primavera toma el aspecto de una flor o una mariposa, o en verano una gota de agua o como el otoño de hace unos meses se convirtió en una hoja roja.

- De lo que me he perdido por tantos años -dije con asombro.

Esto es más que asombroso, es un mundo completamente diferente a lo de los humanos. Sabía un poco sobre este lado del muro por el libro de mis padres, pero verlo con tus propios ojos es otro nivel, las criaturas, la flora y fauna totalmente diferente y lo más impresionante es las maravillosas habilidades de cada criatura.
En libro describen un poco sobre cada criatura, una información breves pero exacta. Toda mi vida desde pequeña mis padres me han inculcado el interés de investigar a fondo a las criaturas, conocer más sobre ellos, aprender e incluso interactuar con ellos. Ahora que lo estoy haciendo ni siquiera yo me lo creo, es como aprender diferentes idiomas y claro, es algo que también estoy haciendo. Son muchas culturas nuevas.

Iba a continuar hablando pero la anciana Edeak me interrumpió.

- Ragnar querido vamos a mi hogar -la anciana lo abrazó y luego se dirigió por donde estábamos los demás- ¿Pero qué tenemos aquí? -pronunció cuando me miró- Una bella humana -dijo con una mirada coqueta- No es de todos los días ver a una humana como ella aquí -se dirigió a Ragnar pero aún dándome esa mirada.

Me pone tan incomoda su mirada tan analítica y coqueta, yo le sonreí para no ser descortes con ella.