Perfecta Combinación [terminada]

Capítulo 27

Safra
 

Antes del discurso.
 

Estar al aire libre, sentada en la orilla de una colina, viendo el atardecer, es perfecto para admirar toda la belleza natural.

El mundo siempre estará lleno de odio, aunque quieras cambiar eso... No lo podrás hacer. En algún lugar, habrá alguien lleno de ese obscuro y terrible aversión.

Pero como una vez mis padres dijeron... "La vida es complicada, amásala para que sea más fácil moldear".

Lo que quiero decir, es que hay que trabajar con los problemas, ser consiente de todas las consecuencias que conllevarán.

La oscuridad nunca acabará, pero, poco a poco cambiarán las cosas.

El viento hace que mi cabello revolotee. Pero no es cualquier viento.

Era el viento producido por una gran criatura, descendiendo de su vuelo.

- ¿Por qué tan sola? -esa voz es fácil reconocerla.

- ¿Estas consciente de que acabas de sonar como Ralph? -pregunté divertida al ver su hermosa cara.

Él bufó.
 

- ¿No puedo coquetear con mi alma gemela? -questionó con sorna.

Reí ante su intento de coquetear de Ragnar.

- "Alma gemela" eso fue cursi y raro viniendo de ti -él se sentó a mi lado.
 

Bueno, nuestro respaldo era una roca, no era cómodo, pero, sostenía nuestro peso.
 

- Te busqué por todos lados Linda -habló despues de unos segundos.
 

Creo que no fui muy disimulada al suspirar como una enamorada. Este chico me va ha matar de ternura.

- ¿Qué pasó?

- Nada, sólo quería ver cómo estabas -su perfil despreocupado, lo hacía ver más hermoso de lo que ya era- Se te caerá la baba si me sigues viendo -su sonrisa descarada salió a relucirse.

- Tonto -bufé divertida.

Me apoyé en él, rodeándolo con mis brazos.

El olor a chocolate se hizo presente, era su olor de siempre, que loco ¿no? Tremendo dragon temible y es todo un bombón dulce.

Él hizo lo mismo, me rodeo con sus brazos y una de sus manos me empezó a acariciar mi cabeza.

- Sabes -soltó un ruidito para que continuara- Nunca me imaginé estar aquí -confesé.

Tenía mis sueños, pero nunca pensé que se harían realidad, agradezco a mis padres por hacerme la persona que soy. Ellos siempre me enseñaron muchas cosas sobre este mundo, muchas cosas que me interesaron y me gustaron. Aveces siento que si ellos no hubieran muerto, nosotros estaríamos aquí... Juntos, sin temerle a nada.

- Bueno -habló él- Yo también tengo que decir, que nunca me imaginé estar en una relación con una humana.

Reí.

- ¿Y eso que tiene que ver con la conversación?

- ¿Y eso que tiene que ver con navidad? -contraatacó.

Un ruido proveniente del anillo de Ragnar empezó a sonar. Me quería sentar, pero, él no me dejó. Me pegó más a él.

- ¿Abuelo? -contestó.

- Ay, me dijiste abuelo y no Su Majestad -soltó con ternura el anciano Yair.

Icónico.

- Al punto -bufó Ragnar rodando los ojos.

Reí ante su contestación.

- Prepara una reunion para todo el reino en la plaza central -habló el anciano serio- Debo informar algo.

Colgó sin dejar que Ragnar contestara.

Esto... Fue raro y preocupante.

- ¿Estará algo mal? Sonó muy serio -no es normal, o al menos para mí que el anciano sea así.

- No lo sé... ¿Vienes conmigo? -sugerió.

- Sí -contesté con una sonrisa.

La noche cayó y las estrellas salieron a lucirse.

Me subí al lomo de Ragnar y emprendimos el viaje de regreso al castillo.

De una corta y entretenida charla por telepatía, llegamos a nuestro destino.

Mientras me acomodaba mi cabello, Rag llamó a algunas personas para que activaran algo.

Los chicos llegaron y recibieron órdenes por parte de mi chico.

- Zita -le llamó Ragnar- ¿Por qué sigues aquí? -preguntó desconsertado.

Ella con su aspecto serio habló.

- ¿Cuándo se irá ella de aquí? -sus ojos reflejaban furia y desdén.

No estoy segura qué fue lo que sufrió por los humanos, pero no es justo que lo pague conmigo.

- Eh... -mi respuesta se quedó en la punta de mi lengua.

Literalmente, no me dejó contestarle.

- Una humana debe estar con su raza de basura -vociferó más fuerte- Vamos Ragnar ¿crees que ella en verdad te quiere? Abre los ojos -le comunicó.

- Te dije que la dejarás en paz Zita, nuestra relación es privada y si a ti te molesta que ella esté aquí, con mucho gusto puedes ir con mi abuelo para avisarle que te vas de la ciudad -contestó tajante Ragnar.

Zita rió descaradamente.

- ¿Ahora la defiendes? Que hipócrita eres -escupió con veneno- Antes querías echarla sin ninguna excusa -reveló- Si no fuera por esa conexión de enamorados, tú estuvieras sacando a esta humana de nuestra vida.

- Zita ya basta -vociferé- No te hice nada para que me trates así, si sufriste por otros humanos no es mi culpa ¿Qué te hicieron?

Ella resopló irónicamente.

- Señorita huérfana -auch- Por tu culpa Ragnar terminó conmigo.

Silencio.

Ninguno de los tres habló por unos momentos.

- ¿Qué? -me atreví a preguntar.

- ¡Como lo escuchas, él y yo teníamos una relación antes de que vinieras, incluso seguíamos juntos antes de que se supiera de que tenían esa estúpida conexión! -gritó.

A este punto ella ya estaba llorando, Ragnar estaba en shock, no negaba y afirmaba todo y yo... yo, no sé cómo sentirme.

- ¿Eso es verdad? -me dirijí hacia él.

No me contestó, su semblante estaba serio y sorprendido.

- Safra yo....

- Yo necesito ir a otro lado -informé- El anciano debe estar esperando la reunión, deberías completar tu trabajo -me marché rápidamente de ahí.

A lo lejos escuché mi nombre, no me di la vuelta, no me detuve, necesito aire y espacio.

Me siento como una infiltrada.

Me siento mal.

Siento la culpa de ser la razón por la que ellos terminaron.

No me di cuenta en qué momento llegué al estanque que está atrás del castillo.



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En el texto hay: romance, accion, criaturas miticas

Editado: 16.07.2021

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