Perfecta Combinación [terminada]

Epílogo

Safra
 


 

Creer que todo el problema ya había terminado, era imposible para digerir, aunque viendo el desastre que causo, todo era creíble. Siena me contó que Nieves cayó por un portal, luego de haber terminado la lucha, dijo que pudo ver algo raro, como personas, pero ella desapareció, estamos preocupados por ella, aunque estamos seguros de que ella se puede proteger de todo.

Me di cuenta que ya no tenía al Thunderbird grabado en mi muñeca, pero recordé el sonido de un graznido entre todo el ruido que hubo en la mente de Zerena. 


El funeral del anciano Yair comenzó poco después de que Ragnar me contara lo que pasó. Al final de todas las palabras de cariño hacia él, una onda de magia con destellos de mariposas y mini dragones, se expandió por todo el reino.
Honrar el honor del anciano, era lo primordial para todos, incluyéndome.

Pero ahora, estábamos en la corte, por circunstancias que ya sabemos, o sea, sobre quién será el nuevo Emperador.

- ¡Silencio! -ordenó el juez- ¡Pido orden en la sala!

No era de esperar que la familia de Ragnar alegara quién podría ser el nuevo Emperador, el tío de Ragnar estaba convenciendo a todos de que a él le había dejado el trono, al igual que los otros tíos de Ragnar, incluso su padre. Era obvio que todos querían el poder.

Pero, afortunadamente, yo tenía lo que los demás no.

Lentamente me levanté y me dirigí hacia el juez, ignorando las miradas potentes y curiosas de los demás, me saqué el collar de mi cuello. Colgaba de mis manos en dirección del señor.

- "Voluntatis viventem" -pronuncié las palabras indicadas por el anciano.

Sabía que tenía planes para un día como este, pero, siempre imaginé que él estaría con nosotros.

Un rollo se formó por destellos dorados cayendo en mis manos hasta posarse en mis manos. Se lo entregué al juez con una sonrisa y luego me volví a mi asiento junto con los murmullos de los demás.

- ¿Qué planeas? -preguntó Rag en bajito.

- Que horrible que pienses que hago algo malo -lo molesté- Solo escucha.

Volví mi mirada al anciano, entrelazando mi mano con la de Ragnar.

El juez se aclaró la garganta.

- El mandato que tengo en mis manos, con dichas palabras del Emperador Yair de Zussman, dice lo siguiente:
"Como Emperador y con un gran linaje, supungo que mis hijos deben estar peleándose por el trono, típico de ustedes, pero lamentablemente, les tengo que decir que ya tengo a el nuevo Emperador, y no es ninguno de ustedes 4 mal agradecidos. 
Como decía, el chico, bueno, el hombre (ya que es todo un hombre con demasiados dotes... alguien cercano a él puede corroborar a eso) que e elegido, se ganó todo de mí cuando era pequeño, su arrogancia y hoscosidad me recordaba a su padre, por suerte, mi esposa y yo, le enseñamos lo vital mientras crecía, un gran chico con mucho honor y respeto, un gran lider y un gran compañeronde vida.
Desde aquí noto lo feliz que es desde que conoció a su alma gemela... querido nieto, mi querido Ragnar, te elijo a ti, como el nuevo Emperador de Zussman, dicho esto, te bendigo a ti y a tu futura familia, sé que harás tu labor de la mejor forma, confío en ti.
Y aquel que se niegue a estas palabras, tendrá que cumplir con un castigo... Espero que me mantengan en sus corazones, bola de inútiles (broma, no todos son inútiles)"

Incluso cuando está muerto no puede dejar de bromear, lo adoro.

Ragnar lucía sorprendido e incrédulo al verme, asentí con mi cabeza y apreté su mano para asegurarle que no era mentira todo lo que citó el juez.

- Por favor, señor Ragnar Arau, le invito a que se coloque en medio -le señaló un lugar específico de la corte.

El señor se colocó enfrente de el, Ragnar se arrodilló, con unas palabras, unas bolas de fuego dorado, se formaron alrededor de él, introduciéndose en su cuerpo, una en su cabeza y dos en su pecho.

- Con esto queda claro que el nuevo Emperador de Zussman, está bendecido por cuerpo, alma, mente y corazón, lo necesario para dirigir una ciudad -al terminar, las exclamaciones no tardaron.

Corrí para abrazar a Ragnar, el gustosamente me aceptó.

- Te amo -soltó mirándome.

- Te amo -sonreí acariciando mejilla.

Salimos al balcón.

Necesitábamos el aire fresco, ya que era de noche, la luna lucía resplandeciente y el cielo estaba despejado.

- ¿Crees que seré un buen Emperador? -sus ojos mostraban inseguridad, asi que lo obligué a mirarme.

- No lo creo, estoy segura Ragnar, eres un gran chico y una gran persona, eres fuerte y no tengo nada que decir porque es la primera vez que me preguntan esto -su sonrisa salió a relucir- Pero, de algo que siempre estaré segura, es que tú eres un gran lider.

Un destello me llamó la atención, un espacio del castillo situado enfrente de nosotros estaba brillando, fue ahí que me di cuenta, que no era que otro lugar, que el Jardín del anciano Yair.
En un instante, lucecitas verdes se expandieron por todo el lugar y rodeándonos a nosotros.

Era simplemente maravilloso.

- Las luciérnagas de las Auroras -explicó Ragnar- Salen cada mil años, es la primera vez que las veo -su rostro iluminado me causaba ternura.
Era como un niño.

- Que bonitas -dije viéndolas.

Sentí que sus manos me dieron la vuelta para verlo, sus ojos derrochaban amor, poco a poco nuestros labios se juntaron, dejando un hermoso sentimiento.

Seguimos observando las luciérnagas, pero esta vez abrazados.

No puedo evitar pensar en nuestro futuro, y todo lo que vamos a vivir, pero, el momento del ahora, es lo mejor.

Fin.
 


 



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En el texto hay: romance, accion, criaturas miticas

Editado: 16.07.2021

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