Mayo 8, 2017
23:43 Pm
| Tyee |
Su estado es relativo, de un momento a otro podría cambiar, comenzar a fallar y morir; o podría aceptar los tratamientos y comenzar a respirar por sí mismo.
Sin embargo, tres días de espera parecen una completa tortura. Jamás me gusto esperar, mucho menos si tengo que hacerlo por una vida. Es algo completamente distinto y mucho más terrible, estresante.
Vuelvo a darle un sorbo a mi vaso y me giro a mirar a Hall. Junto a mi parece un verdadero guardaespaldas; nadie se me ha acercado en toda la noche debido a su proximidad y su ceño fruncido.
—Tengo una duda— le grito para hacerme escuchar por encima de la música y el bullicio del bar. Él a penas se voltea a mirarme. —¿Aún eres virgen o alguna chica te follo por caridad?
Hall arruga el ceño. —No sé a qué te refieres.
—¡Que estamos en un bar! ¿Por qué no estás flirteando con chicas o emborrachándote por ahí? Vine aquí por una bebida, una conversación e incluso por alguien con quien tirar, ¡Pero me estás espantando todas las opciones, tío!
No puedo evitar soltar una sonrisa debido al asombro en su cara. —Trabajo es trabajo. No puedo dejarte intimar con alguien, a menos que me quieras allí dentro.
¿Qué es esa mierda de "intimar"? Definitivamente debe ser virgen, y definitivamente no quiero que esté allí dentro viéndonos follar.
—Y estoy completamente seguro de que tú ni yo queremos eso.
No, gracias.
—¡Joder! ¿Estás seguro de que no trabajas para Kylan?
Él frunce el ceño. —¿Quién es Kylan?
Ya, probablemente no lo conoce por su nombre, pero lo ha visto todos los días desde que entramos a DF. ¿Quizá por descarte? ¿Quizá si usamos un poco la cabeza? Mirándolo así cómo está, con esa ropa acorde a un bar y su ceño de chico malo, Hall no sería una mala opción para hacer algo. Tiene buen cuerpo, sus ojos son de color marrón, pero no dejan de ser llamativos, y la forma en la que lleva el pelo le da un toque sexy. Podría perfectamente ser uno de esos chicos sacados de las imágenes de Pinterest. Pero si va a hacerme explicar todas las cosas sarcásticas que digo, prefiero seguir en mi estado de santidad.
Inhalo. —Está bien compañero, tiempo fuera— Me paro de mi silla y me acerco a él, quien se muestra un poco desconfiado ante mi actitud. ¿Debería besarlo solo para probar?
Descartó la idea y lo tomo de los hombros para empujarlo y sacarlo de mi lado. —Ve por ahí, conoce a alguien, tíratela, no sé. Déjame sola por algunos minutos. Tengo mi D.E, mis agallas y muchas ganas de meterle un tiro al primer idiota que se me acerque. Voy a estar totalmente bien.
Hall se restriega los ojos un poco. No estoy segura de sí va a aceptar mi idea o me va a mandar a la mierda. Su mirada me da miedo, es como si no confiara en mi aún después de las casi dos semanas que llevamos pegados el uno al otro.
—Si, creo que necesito una bebida— dice sin embargo. Escondo la sonrisa para que no se dé cuenta que estoy a punto de marcharme de aquí.
Se aleja de mí y va por ahí, que se yo dónde. Para cuando se ha mezclado con la gente yo ya estoy abriéndome paso a algún lugar.
Cuando pensé en ir a un bar, mi idea era completamente diferente a esta. Tengo a Hall, pero su compañía es completamente invisible; se dedica principalmente a mantenerse a mi lado. Entiendo que si se confía y comienza a hablar conmigo de lo más normal, no estaría alerta por si alguien quiere hacerme algo, pero al menos podría intentar lucir normal. Para la edad que tiene parece un viejo.
Bailo un poco más pero no sigo bebiendo. Antes tenía a Vike para cuidarme si me pasaba, e incluso si después ya no la tenía, estuvo siempre Kylan; aun cuando no éramos nada de alguna forma sabía que iba a pasarse encima de mi si me veía bebiendo. ¿Ahora a quien tengo? ah sí, a nadie. Blake es mi única compañía y ni siquiera está conmigo.
Deseaba tanto estar aquí, y ahora que lo estoy, me doy cuenta de que no es realmente divertido si no estas con las personas que quieres y que te quieren. Extraño ver a Jaeden y Jhon coqueteando por ahí, a mi hermano haciendo un intento de buscar a Vike disimuladamente para encontrar la forma de darle celos; a Kylan, rodeándome, llenándome, alejando a los ojos curioso y las manos inquietas, peleándose con cualquiera que se atreviera a hablarme, y Skyle, malditamente extraño a Skyle. Las sonrisas que me daba, que le daba a todo el mundo, como podía ser cortés con cualquiera incluso si no le agradaba. Incluso para rechazar chicas era un mago.
No sé qué voy a hacer si no vuelve a abrir los ojos.
Tomo un gran respiro cuando finalmente estoy afuera, allí dentro parece que todo se cerrara cada vez más. Quizá soy yo, o quizá es que hay demasiada gente, pero sin lugar a duda me hace mal. Afuera el frio está que pela. No sé si es una helada primavera, o se debe a esta parte de la cuidad, la que rodea este bar al cual nunca había venido.
Hall me dio un total y rotundo no cuando dije que quería ir Pandemónium. Conozco ese bar como la palma de mi mano, e incluso la gente allá me estima. Beast, el bartender viejo de 50 años que siempre me gruñía, puede que incluso me hubiera dado gratis una de mis cervezas favoritas solo por haber vuelto después de tanto tiempo de no asistir. Pero él salió con una mierda de que podría haber muchos conocidos de Edén por ahí, o que Kylan intentaría algo mayor al estar fuera de DF y que el solo no podría contra la mitad de Edén. Según él, Brothers y Pandemónium son bares solo para miembros de Edén y sus seguidores y por eso, ellos jamás asistían allí tampoco. Si lo veían, incluso la gente que no me conocía podría írsenos encontrar, a los dos, solo porque ahora soy miembro del clan enemigo.
Genial. Adivinen quien no podrá volver a pisar su bar favorito en el mundo.
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Editado: 02.12.2020