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Mayo 19, 2017
18:33 pm

| Tyee |

Salgo de la habitación cerrando despacio, como si adentro Skyle hubiera vuelto a dormir. Me quedo unos segundos respirando entrecortadamente, pese a la situación, me siento aterrada. Solté muchas cosas allí dentro, y aunque intenté permanecer normal, la intensidad de la presión fue desgarradora. En la habitación los chicos están sentados alrededor de la mesa, pero se quedan en silencio en cuando me escuchan salir. No puedo evitar notar que están hablando de cosas que no me pueden contar, y siento ganas de comenzar a gritarles otra vez. Pero en vez tomo un respiro y decido intentar calmarme. Yo también quiero dejar todo atrás, quiero comenzar de nuevo, dejar de cometer errores y redimir mi vida. Quiero intentar superar la pena y la soledad que pesan en mi corazón, y sé que perdonarlos podría ser el primer paso.

Camino hasta el comedor, me acerco y me detengo cerca de ellos, pongo mis manos en las correas de la mochila y les dirijo una mirada cautelosa mientras me balanceo de adelante hacia atrás sobre mis zapatillas. Algunos de ellos me regalan una sonrisa, Ian me mira curioso, noto en su expresión corporal que está nervioso; quiere decirme algo, y está analizando la situación, analizándome a mí para saber si es buen momento de hacerlo.

—¿Que tal fue eso? ¿Vas a quedarte tranquila ahora que lo ves en todas sus piezas?

Fulminó con la mirada a Jaeden. —No te ilusiones, no van a librarse de mi hasta que aquel engendro sea capaz de soportar su propio culo.

Ambos J se largan a reír. Esta vez Jhon es quien abre la boca. —Para cuando eso suceda, la más probable es que vaya corriendo a ligar chicas a Dig tau.

—Asegúrate de llamarme para traerlo de vuelta.

Jaeden me guiña un ojo. —A la orden, mi señora.

Por unos segundos se forma un pequeño e incómodo silencio. No sé si debería irme ya o darle la oportunidad a alguien más de intentarme hablar.

—Preparamos comida— tartamudea Ian, — ¿Quieres quedarte?

miro los platos frente a ellos, verdaderamente se han preocupado de guardar un lugar para mí; dejaron un plato y cubiertos con un apetitoso trozo de carne.

—Estoy segura de que ese «Preparamos» te deja totalmente excluido— le sonrío, y cuando lo veo sonreír también, una parte de mi se suelta.

Suelto un suspiro de alivio cuando todos comienzan a reír naturalmente burlándose de mi hermano. Esta escena está a punto de hacerme llorar; cualquier rabia que sentía hace unos días atrás la he olvidado completamente. Antes creía extrañarlos, pero cuando los tengo a todos reunidos, hablándome y preocupándose de mi como cualquier día normal cuando aún era parte de ellos, me está sacando parte del corazón a pedazos. Más que mis amigos, son mi única familia, y en estos momentos estaría dispuesta a todo por recuperarnos si ellos también así lo quisieran.

—Se que va a gustarte— hay muy pocas cosas que no me guste, y me encantaría poder quedarme, pero así como quiero recuperarlos, también quiero hacerlo a mi modo. Quiero ir despacio, pisar cautelosamente; estoy haciendo un nuevo esfuerzo con mi delicado corazón, y no quiero caer nuevamente. No estoy muy segura de cuantas decepciones más sea capaz de soportar. No creo que vayan a volver a mentirme, pero no sé si voy a poder soportar el misterio de todo lo que aún no me han contado, o en su lugar, la verdad detrás de él.

Niego con la cabeza soltando un suspiro. —No puedo, Blake está esperándome abajo.

Kylan e Ian no pueden evitar tensarse, y podría jurar que el primero está haciendo un esfuerzo sobrehumano por no pararse tirando todo de la mesa. Jaeden y Jhon sin embargo están calmados, me sonríen amablemente aun cuando les cuesta disimular su decepción.

—Lamentó dejar el plato— Incluso a mí me sorprende estarme disculpando de una manera tan educada. La tensión y el nerviosismo me enredan hasta las ideas.

—¡No te preocupes!— me dice Jhon animado. —Yo puedo comerlo.

—¡Eso ni lo sueñes!

Jaeden forcejea el trozo de carne en una guerra de tenedores que no termina hasta que ambos mandan el alimento directamente al suelo. Niego con la cabeza rodeando los ojos ante la mirada recelosa que se envían ambos.

—Pero estaría bien ir a aquel restaurante que mencionaste en el mensaje— le digo a Ian, refiriéndome a un mensaje que me envió días atrás invitándome a cenar para poder hablar. Él brillo de emoción no pasa desapercibido. —Y estaré encantada de aceptar una invitación de su parte otro día— continuo para los J. Ellos también sonríen.

—Preparemos un super buffet— dice Jaeden. —O bueno, Jhon lo hará— se corrige ante la mirada petulante de su amigo, —pero yo formare en gran parte, del comité organizativo.

Vuelvo a sonreír y asiento lentamente, liberando en parte la tensión. —Hasta entonces.

Salgo por esa puerta cerrando lentamente porque cada parte de mi me duele dejarlos ir. Por un pequeño instante todo volvió atrás, y se sintió tan bien, que me da miedo salir de aquí y perder el pequeño progreso que di. Suena gracioso viniendo de mí, porque exactamente fui yo quien los mandó a la mierda con equipaje y todo. En estos momentos ya ni siquiera estoy segura de sí lo qué pasó fue suficiente como para lo que hice y si estuvo bien que me enojara, o todo esto luce como una rabieta de niña pequeña. La verdad es que ahora solo soy un mar de emociones incontrolables, he perdido mi identidad, me comporto como cualquier cosa; ni yo misma me reconozco.

—Tyee...

Su llamado me sabe a necesidad y me descubro a mí misma soltando aire retenido en una exhalación profunda. Esto era justamente lo que estaba esperando sin siquiera saberlo.

—Tyee, espera por favor.

Hace unos días que dejamos atrás las huidas y mis comentarios hirientes, y lo hice exactamente porque me dolía ver el daño que provoqué en él. Estaba tirando de un elástico cada vez que nos veíamos, lo estiraba y lo soltaba completamente consciente de que lo iba a golpear. Por ello que en estos momentos me esté rogando, me rompe en muchos más pedazos, los aplasta con fuerza. 
Estoy siendo malditamente cruel, pero no sé qué más hacer, ni como detenerme.