Junio 2, 2017
4:09 am
| Tyee |
Estoy congelada, tiritando, y no puedo dejar de pensar. En este estado es una suerte que llegara viva a mi habitación. Iba tan sumida en mis pensamientos, que no me di cuenta de que pasé los 150 kilómetros por hora en mi motocicleta, hasta que un policía me detuvo en el inicio de la ciudad, me planto en la frente una multa desgraciadamente alta, y casi me quita la motocicleta por conducir con alcohol en el cuerpo. De pura suerte no me arresto. Resultó finalmente que la identidad falsa que me dio Hall, sirvió de algo, y pude huir tranquilamente de allí. Ellos solo saben de una fugitiva llamada «Charles Oak» que nunca más podrán ver.
Vi abre la puerta en cuanto escucha mi voz y seguido comienzo a ingresar. La sorpresa que me llevó entonces casi me deja plantada en el techo; un serio y frustrado Blake se sienta de golpe en cuanto siente las puertas abrirse, y me dedica una mirada severa; por unos segundo me siento diminuta.
— ¿Dónde demonios estabas?— cierro los ojos y retrocedo un paso. —Te he llamado toda la noche, incluso Hall y Heckler lo hicieron también.
Intento sacar el teléfono del bolsillo de la cazadora, pero me toma más de lo normal debido a los temblores y mis manos congeladas. Cuando lo enciendo me doy cuenta de que es verdad, aparecen más de veinticinco llamadas perdidas entre distintos destinatarios, incluido Kylan. Pero lo tenía en silencio, y no me paré un ningún momento a verificarlo.
—Lo siento... no estaba pendiente de ello.
—¿Estas ebria?— niego con la cabeza mirando el suelo. No estoy ebria, pero sí que estoy bebida, y sé que si Blake se da cuenta, me montara una de las grandes.
Me escapo, no contesto llamadas, me emborracho, conduzco en ese estado, me para la policía, y además, aunque él no lo sepa aun, lo engaño. ¿En cuántos problemas puedes meterte en solo un par de horas, Ty? Ni siquiera intento discutir algo, tiene todo el derecho.
—Tyee, joder, no me digas que condujiste en ese estado— Blake toma mi mandíbula y me obliga a mirarlo. Me siento tan avergonzada. Pone ambas manos en mis mejillas y luego las baja rápidamente a mis manos. —¡Estás congelada! ¿Qué demonios te sucedió?
—Nada, nada...— susurro. —Está muy helado fuera, eso es todo.
Respiro hondo para poder controlar las malditas ganas que me están entrando de llorar. En este mismo momento no estoy siendo yo, para nada. Las pocas piezas que me quedaban intactas y las que había logrado reconstruir, luego de esta noche, las he roto todas. Estoy en un estado débil y susceptible, cualquiera podría hacerme lo que quisiera y yo me dejaría, porque no encuentro mis fuerzas ni para luchar. Verlo acá, solo me lo hace peor. No planeo esconderle lo de hoy, pero tampoco estaba planeando que fuera inmediatamente.
Blake me atrae en un abrazo y respira sobre mi cabello. Estoy a punto de alejarme, la culpa me pesa como una mochila enorme sobre los hombros; le hice algo horrible y él no se lo merecía en lo absoluto. Pero cuando se acerca y me besa, lo sigo también. Continuo, porque una de las partes descabelladas espera que volviendo a besarlo, todo regrese a como era antes de esta noche. Cuando sentía que si podía funcionar, que solo necesitaba algo más de tiempo
Llevamos más de un mes saliendo. Y todo con él ha sido genial. Se que así se supone que sea el principio, pero tengo la leve impresión de que aun con el tiempo, Blake jamás cambiaria. A su lado me siento, tranquila, estable y también protegida. Se calman muchos de mis miedos. Pero entonces estuve con él y esa parte de mí que había logrado apagar, despertó. ¿Qué haces? ¿Te das cuenta de cómo te sientes? Me pregunta. ¿Cuál es mejor? Tú lo sabes muy bien. Ella sabe que aun cuando todo funciona, no se siente igual, no es lo que quiere. Porque quiere a Kylan.
Así que me obligo a apartarme.
—Lo siento— le digo, y ahora si no puedo evitar comenzar a llorar. —Lo siento mucho.
Blake se aleja de mi asustado, y me atraviesa con aquellos increíbles ojos pardos completamente preocupados. —¿Que sucede Tyee?
—No puedo, discúlpame.
—Está bien, no te disculpes— me toma la cara entre las manos. —Lamento si hice algo mal...
—No te disculpes, por favor— le ruego, porque el hecho de que crea que él es el malo aquí, me mata mucho más. —No es eso, yo... ¡Oh, Dios!
Digo, y me aparto. Cada vez veo más culpa en sus ojos, más preocupación, y siento más remordimiento. Deseaba lo que paso con Kylan, pero si alguien me hubiera dicho entonces que iba a sentirme de esta forma, juro que no hubiera continuado. Blake no se merecía esto. Soy jodidamente idiota. Me hicieron tanto daño, que ahora es lo único que se provocar. Destruyo todo lo bueno que tengo, porque ya no sé cómo tratar con ello. Realmente me gusta Blake, lo quiero, y sé que esto podría haber funcionado, pero solo si Kylan estuviera muerto. Porque presiento que no hay ninguna otra forma de que alguna vez dejemos de buscarnos el uno al otro.
—Tyee, me estas preocupando. Dime que sucede.
—Lo siento Blake...— me limpio las lágrimas y me doy la valentía para mirarlo. No puedo borrar de mis errores, no puedo acobardarme de ellos, esa sí que no es la verdadera Tyee. —Se que estuvo mal, y no estoy esperando que me disculpes, yo... solamente quiero que sepas que de verdad lo siento... No te lo merecías.
—¿Qué hiciste?— pregunta cauteloso; por su tono de voz noto que comienza a deducir lo que estoy a punto de decirle.
—Te engañe, Blake. Me acosté con Kylan.
No estoy segura de sí es mi imaginación, o realmente algo lo golpea, porque se tambalea, y a tientas retrocede un paso. No despega la mirada de mis ojos, pero se queda en silencio y completamente inmóvil. Creo que alguna parte de él sabía que algo como esto, porque fue algo que le advertí desde el inicio, pero ni aun así creo que estuviera listo para enfrentarlo realmente. Lo peor, es que luego de que veo su reacción, inmediatamente sé que no tan solo acabo de destruir toda confianza y amistad. También lo destruí a él.
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Editado: 02.12.2020