Julio 10, 2019
00:12 am
| Tyee |
Me hace falta solo subir a su auto y ver su cara, para saber lo próximo que va a decirme. Serio, frio, frunciendo el ceño como si últimamente viviera para ello. Va vestido con ese tipo de traje de combate que suele usar para las misiones. Espera a que asegure mi cinturón para ponerse en marcha, pero lo hace a toda velocidad.
—Te dejare en el Hoyo. Les diré a los chicos que no te encontrabas bien, para que me sigas la corriente luego.
Ni siquiera me sorprende cuando lo suelta. —No— respondo instantáneamente; casi se le voltea el auto cuando se gira a mirarme.
—¿Que?
—He dicho que no. Yo voy también.
Y aunque pensé que era imposible, él lograr fruncir más el ceño. —Es muy peligroso, Tyee.
—¿Y no lo era antes de saber que estaba embarazada? Que, ¿Piensas mentir por nueve meses diciendo que me encuentro mal?— Alzo las cejas, aunque él no me está mirando. —Mi vida fue construida sobre el peligro, para sacarme de allí, habría que construirla desde cero.
—Pero ahora debes cuidarte el doble. Saliste del hospital hace solo una semanas.
—Si me vas a dejar al hoyo, tomaré otra motocicleta y los seguiré. Ya me dirás tu si quieres llevarme dentro del auto o a tus espaldas.
¿Irresponsable? Si, bastante. Y ahora cualquiera puede odiar mis decisiones; pero es que nadie piensa de la misma manera que yo con respecto a este embarazo, el cual aún no termina de importarme en lo absoluto. Por otro lado, esta misión es debido a mí, la gente que intentó secuestrarme y luego matarme, y la razón por la cual lo hicieron. Me involucra por completo, por lo cual debo estar ahí.
Blake suspira. Tiene más que claro que voy completamente en serio.
—Ni siquiera tienes tu traje.
—Estaré bien. Me enfrente a la vida sin nada, y ahora llevo la Desert y la Karambite— cuando no vuelve a protestar parece por fin haberse dado por vencido. —¿Donde es el lugar?
—A las afueras de Dublín— me contesta medio gruñendo, medio susurrando. Se distrae unos momentos para seleccionar unos botones en la pantalla y vuelve la mirada al frente de la carretera. —Los tipos eran de la mafia italiana albergada en Irlanda que fueron pagados por una mafia mayor para llevarte ante ellos.
—¿Quienes?
—Eso necesitamos descubrir. Estaban siguiendo a Hall, seguramente para dar contigo también, pero él lo descubrió y lo tomó como rehén— se encoge de hombros. —Le intentó sacar información, pero al final solo le dijo la ubicación de la base. No sabía mucho.
—¿Cómo podría no saber?— Blake dobla y se interna a la carretera, tal cual como lo dice el GPS de la pantalla inteligente de su auto.
—Es normal que en misiones en las que te contratan otras mafias, no todo el mundo maneje la información. Por precaución, en caso de que capturen a alguien y lo torturen. Nadie es tan imbécil como para resistirse a soltar todo si no tiene nada más en juego— asiento lentamente, no tengo mucho más que decir.
Después de unos minutos de camino, un auto nos hace señas con las luces a nuestras espaldas, así que codeo a Blake para que esté atento.
—Es nuevo auto de Heckler— responde a mi pregunta no formulada para tranquilizarme.
Me giro a mirarlo, y efectivamente, aunque muy pequeño, distingo a un serio Heckler en el interior. No puedo verlo bien, pero apostaría que a su lado viene Koch.
—En el auto siguiente esta Stinger y Austria.
Me lo dice como si yo tuviera que saber de quién demonios habla. Con suerte se quién es Stinger, y se debe solo a que entrené con él.
—¿Es esto parecido a una misión?— Blake asiente.
—Lo es. Todo fue informado a Hellion; el envío más personal solo en caso de ser necesario— desvía la mirada por unos momentos para poder volver a ver el mapa, anuncia que nos quedan aproximadamente un km para llegar al destino. Lentamente dobla y se interna en un camino de tierra. Parece un lugar en medio de la nada. —Nosotros tres seremos quienes entren en busca del líder. Es algo corto y sencillo, no debería suponer mucho tiempo. Pero siempre es mejor tomar resguardos.
Estoy a punto de preguntar el «¿Quiénes son el Nosotros tres?», cuando la voz inteligente del auto interrumpe mi conversación.
—Scorpion solicita contacto— Blake toca la pantalla y le da a confirmar.
—Estamos casi llegando— dice una vez que se enlaza el contacto.
—¡No vengan, es una trampa!
Abro los ojos apresuradamente ante la respuesta que nos envía; la comunicación no fue tan solo para nosotros, está hablando con los tres autos.
—¿Que sucede, Scorpion?— pregunta Heckler desde su auto.
—Es una jodida trampa. Estaban esperando, me están buscando...— se escuchan muchos sonidos desde el otro lado, puedo adivinar que debe estar moviéndose, su respiración esta agitada.
—¿Dónde estás?— dice la voz de alguien más.
—Fue Edén...— responde una vez más, ignorando las preguntas.—Ellos contrataron a la mafia italiana para capturar a Tyee. Ahora solo quieren venganza.
—¿Hall?— lo llamo. —Escóndete. Iremos por ti, estamos por llegar.
—No, joder. No vengan. Estaba todo planeado. Aquel hombre fue una carnada para atraernos acá— suena tan desesperado, que yo, y todos los demás comenzamos a entrar en la histeria. —¡Los están esperando, devuelvan..!
Su llamada se corta de pronto, y lo único que se escucha son las maldiciones de los ocupantes de los otros autos.
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Editado: 02.12.2020