Perseguida por mi Pasado

Capítulo XII - Kurt Adler

Narra Juls

Han pasado dos largos meses desde la pelea, en los que muchas cosas han cambiado. Mi padre descubrió que su novia se acostaba con otro, por lo que la dejó al instante y se molestó bastante, pero sinceramente no volvió a ser el mismo... ya todo le resbala y hay momentos en los que ni siquiera es consciente de su alrededor.

Yo por mi lado me he vuelto amiga del francesito narcisista, ¿quién lo diría? Ahora creo que se podría decir que somos buenos amigos.

También nos hemos acercado bastante con Matt, con quien básicamente estoy más de la mitad del tiempo gracias a los entrenamientos del mastodonte y a que siempre programamos las peleas en el Underground para el mismo día ambos para hacernos compañía antes y después; odio admitirlo pero ese par se han convertido en unas personas importantes en mi vida, claramente sin llegar a depender de ellos ni nada pero sí lograron ganarse un pedacito muy pequeño de mi corazón.

Hablando de peleas me ha ido bastante bien, permanezco invicta hasta el momento y me he ganado el respeto de las personas del sitio.

----------

Me despierto por el tedioso sonido de la alarma del celular, ya aprendí que si de verdad me quiero levantar tengo que usar ese método. Le echo un vistazo rápido al celular y veo tres notificaciones, por lo que desbloqueo el teléfono y veo de qué se trata.

De: Mastodonte

*¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS HOBBIT!!! Ya sé que no te gusta celebrarlo pero te voy a arrastrar conmigo a algún sitio quieras o no, ¡Ya eres mayor de edad! PD: Se te quiere y se te aprecia genio*

De: Bombillo

*¡Feliz Cumpleaños enana! ¿Y tú cuándo pensabas contarme que hoy cumplías años?*

De: Matt

*Hoola Juls, solo me pasaba por acá para pedirte la tarea de mate... vale no, ¡Feliz Cumpleaños! ¿Por qué no me contaste nada? Me tuve que enterar por Crawford ;-;*

Oh vaya, ¿Hoy qué es?, confundida veo el calendario del celular -Junio 1- efectivamente hoy es mi cumpleaños... ya me los veo preguntando ¿qué clase de persona no celebra su cumpleaños o de plano ni siquiera recuerda la fecha?

Pues aquí me tienen como una bola levantando la mano tanto como puedo, digamos que nunca me ha gustado celebrar mi cumpleaños, ni tampoco le presto mucha atención a eso así que simplemente lo dejo pasar tanto como me es posible.

¿Qué esperaban, una melancólica y oscura historia de por qué no celebro mi cumpleaños? Pues no, mis razones son aburridas y comunes así que ¡Vivan con eso o lárguense!

Ok, ok querida creo que es buen momento para bajarle dos rayitas al asunto

Le respondo los mensajes a cada uno de ellos y entro al baño, donde me desvisto y abro la llave del agua caliente... pero el agua sale helada, obligándome a arrinconarme en una esquina de la ducha mientras cierro la llave de golpe.

Al parecer el calentador se dañó, por lo que tendré que bañarme con agua helada... genial.

Vuelvo a abrir la llave esta vez con cautela y empiezo por meter mi pierna y brazo izquierdo -mierda, mierda está helada- digo mientras los retiro y repito el proceso con la derecha.

Veo el reloj y me doy cuenta de que se me va a hacer tarde si no me apuro, por lo que me armo de valor y me adentro en el agua completamente -La madre que le re parió al agua fría, esta mierda está helada, mierda, mierda, mierda, hijueputa calentador que no sirve para un carajo, sirve más el agua para pegar metal...- digo mientras el agua me recorre por completo.

Y bueno, entre insultos y más insultos me terminé de bañar; para luego vestirme con un pantalón negro, zapatos del mismo color, una camiseta gris claro y para no morir de hipotermia un cárdigan vinotinto.

Bajo las escaleras y le echo un vistazo a todos los rincones de la casa en busca de Rick, pero no lo veo por ningún lado; se me hace raro pero lo dejo pasar para luego ir a la cocina y hacerme un sándwich de desayuno junto con un vaso con leche.

Luego del súper desayuno -nótese el sarcasmo- me fui directo a la escuela, en el camino me seguía preguntando en dónde se encontraba mi padre...

Narra Rick

Me levanté aturdido, no tengo ni la más remota idea de en dónde me encuentro sin contar que me duele horrores la cabeza.

Hago el amague de levantarme de lo que parece ser una camilla, pero me doy cuenta de que estoy atado a esta en mis cuatro extremidades; empiezo a entrar en pánico por lo que empiezo a removerme en mi puesto y a gritar lo más alto que puedo, pero al parecer estoy solo...

De repente escucho como una puerta se abre a mis espaldas y me encuentro con un señor un tanto joven bastante alto, se acerca a la camilla y me mira con uno de los ojos más claros que he visto en mi vida; se parecen mucho a los de mi princesa.

Mi princesa... hoy cumplía años, espero esté bien.

-Por fin despierta, señor Jones- Me dice el hombre con una sonrisa macabra dibujada en su rostro.

-¿Quién es usted?- le pregunto desconcertado, nunca había visto a este hombre; pero algo me dice que no es de fiar.

-¿Quién soy? Me impresiona que su esposa no le haya contado sobre mí, mi nombre es Kurt Adler, el verdadero padre de Juliette...



#45502 en Novela romántica
#11737 en Joven Adulto

En el texto hay: pasado, adolescente, amor

Editado: 13.01.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.