Ser una persona detallista es una cosa, ser una persona misteriosa y detallista es otra totalmente diferente.
A pesar de que todo había iniciado como un inocente juego nunca se hubiese imaginado planeando y actuando tal cual para cumplirlo, se lo agradecía a Jane por haber insistido tanto, sin ella no sabría que regalarle a su novia, aunque más que eso quería conversar sobre su tiempo juntas. Había notado como Lauren cada vez se volvía más dependiente de ella, incluso había dejado de pasar tiempo con sus amigas solo por pasar el tiempo con ella y no era que le moleste, al contrario, amaba pasar tiempo con su amada oji-verde pero le preocupaba que descuidara sus otras relaciones, tal vez dejándola este día sola se reflexionaría sobre el tema.
Decir que tenían todo totalmente planeado le quedaba pequeño, Kate tenía todas sus cartas bien jugadas, había planeado esto junto a su compañera durante un mes y medio, cada detalle fue calculado con precisión, aunque pareciese que un simple baile de invierno no era la gran cosa, es lo contrario, teniendo en cuenta de que no solo tuvieron que organizar una pequeña cosa para ellas cuatros sino también para el club entero. Su tío les había dado esa condición, sin más aprovecharon la oportunidad de hacer su pequeña sorpresa en un gran evento exclusivo, por obvias razones su tío había quedado muy contento con la idea así que dio luz verde para que comenzaran con todo.
Ahora se encontraban terminando los pequeños detalles de la decoración, faltaba poco menos de tres hora para que comenzaran a llegar las personas y lo más importante, su hermosa novia. Trataba de pegar las estrellas en el techo del club para darle un buen efecto mientras que los demás empleados acomodaban el lugar, otros se encargaban de limpiar el sucio que caía, en fin, en aquel lugar no había espacio para la vagancia. Pensar que en pocas horas vería a Lauren con el hermoso vestido que le compro le hacía ponerse un poco nerviosa, tenía toda la confianza cuando se trataba de impresionar a su amigos, a su madre e incluso hasta sus suegros pero cuando se trataba de su novia siempre tenía ese pequeño temor de no ser lo suficiente, por algo siempre trataba de dar todo su esfuerzo a la hora de hacer estos detalles.
— ¡KATE! — Si no hubiese estado sujeta firmemente de aquella escalera podría jurar que estuviese ya en el suelo. Miro con molestia a la dueña de aquella voz, por poco le tira todo el pote de pegamento por aquel susto de infarto—. No me mires con esa cara, te estuve llamando unos cinco minutos y tú no parabas bolas.
—Cuales, si no tienes — respondió con gracia observando como su compañera le sacaba el dedo medio, le saco la lengua riendo tratando de pegar algunas estrellas—. A ver, dime que quieres. Necesito terminar esto rapido, Camila y Lauren ya deben estar preparándose, nosotras todavía estamos acá.
—De eso quería hablar — dijo la más joven, pudo notar en su cara la inseguridad, sabía que también era importante para su joven amiga demostrarle lo mucho que le importaba a Camila. Tenía el conocimiento de la historia entre Jane y Cabello, como no saberlo si fue la primera en enterarse sobre todo los acontecimientos e incluso ayudo a que esa relación floreciera. Termino de pegar las últimas estrellas para bajar de la escalera y poder hablar mejor con Jane—. ¿Qué pasa si no le gusta?
—Yo creo que no deberías preocuparte por eso — le respondió con simpleza. A veces le sorprendía la inseguridad que mostraba la escritora ante pequeñas cosas. Kate coloco una mano en su hombro para transmitirle un poco de seguridad—. Deberías preocuparte más por el regaño que viene en camino.
— ¿Cómo así? — Pregunto la joven escritora confundida, ella negó de manera divertida al ver la intriga de su amiga—. No me digas, se enojó por que la he estado ignorando toda esta semana.
—Si, al parecer Cabello es un poco irritable— dijo con tono burlesco haciendo reir a su compañera—. Más que estar enojada creo que está preocupada.
—Me va a tocar una noche larga — le dice Jane con pesadez mientras se daba leves golpes en el hombro, ella negó mientras sonreía—, pero valdrá la pena al ver sus caras.
—Hablando de eso, ¿ya terminaste con tu parte? — Pregunta mientras revisa la hora cerciorándose de que todavía tienen suficiente, la más joven asiente con una sonrisa cansada—. Perfecto, vamos hacer el último ensayo y nos vamos a mi apartamento para arreglarnos.
Dejaron todos los materiales en el almacén y ambas chicas fueron al apartamento de la mayor, por suerte lograron llegar justo a tiempo a la parada del bus. En el camino reviso su celular verificando todas sus redes sociales. Casi no le gustaba revisar y era porque cada vez que lo hacía veía como su país estaba más crítico, por todas partes siempre un noticiero, un reportaje o documental hablando sobre lo mal que estaba, aunque sabía que esa era la realidad le dolía saber que miles de personas morían para conseguir la libertad de aquella dictadura. Le carcomía ver que millones de madres tenían que enterrar a sus hijos, que los jóvenes se sacrifican por aquellos quienes no pueden.
Aunque muchos dicen que el pueblo venezolano tiene miedo, es todo lo contrario, los reprimidos ya no tienen miedo, ahora son los que reprimen quienes tienen miedo. Las personas como ella le tienen miedo a la escasez, la inseguridad, a la falta de insumos pero al gobierno ya no le tienen miedo, prefieren mil veces morir en la guerra tratando salvar a su nación a morir sin haber colaborado, y es compresible porque ella lo hizo.
Recordó muchas cosas al ver las imágenes que posteaban, aquellos jóvenes quienes solo se defendían con piedras y bombas molotov, mientras que el gobierno los atacaban con perdigones, bombas lacrimógenas y aquellas tanquetas que causaban terror con solo verlas, pero aun así ¿creen qué siente miedo? Pues no, tal vez sea por el rencor y odio que ayuda a suprimir el temor, posiblemente sea la adrenalina por el momento, quizás solo ha perdido mucho pero si ella tuviera la oportunidad de ir nuevamente a Venezuela seguiría tirando piedras, seguiría matando a los soldados, lo haría porque ya está cansada de ver tanta injusticia, tanta represión, la dictadura que comenzó desde el noventa y nueve, solo quiere que su país sea libre.