CAPÍTULO 26

ErdoSü llegó a la casa de los padres de Alfonso dispuesto a todo. Curiosamente una señora mayor lo dejó entrar, lo acompañó a una sala donde se encontraba la señora Ynurreta Capetillo y lo anunció. Antes de hablar el chico activó con disimulo la grabadora de su teléfono.

– ¿Qué es lo que desea de nosotros señora? –preguntó sin preámbulo.

–No sé quién eres y de qué hablas –respondió la mujer quien vestía de negro de pies a cabeza.

–Usted sabe bien quien soy, también que un juez nos declaró inocentes con pruebas fehacientes y que Alfonso falleció de una enfermedad natural. ¿Cuál es entonces la razón de atacarnos y calumniarnos públicamente? –recalcó ErdoSü.

–Desconozco de qué estás hablando, mi familia está de luto y es mejor que te marches.

ErdoSü se dirigió hacia la despejada salida pero se resistía a irse sin haber logrado algo así que se introdujo en una solitaria habitación pensando qué podía hacer.

Esa mañana, el Director General de la empresa había llamado a los cuatro chicos a su oficina y los puso al tanto de lo que había salido en los medios. Aún no lo sabían así que les enseñó el reportaje y el impacto en redes sociales a escasas dos horas de emitido.

–Chicos, me informaron apenas salió el reportaje. Como saben tengo múltiples contactos dado el giro de la empresa. Gracias a ellos anulamos la propagación en redes sociales y la policía cibernética ya bloquea cualquier contenido al respecto. El diario que publicó la noticia presentará una aclaración y disculpa mañana reconociendo que recibió la información de una fuente anónima y no cuenta con bases para sustentarla. Obviamente mi abogado les hizo ver la demanda que se les vendría encima. Sin embargo lo transmitido por televisión ya está hecho, los ejecutivos respaldan y darán continuidad a la noticia. El reportero dijo trabajar en el caso por cuenta propia y no tener miedo de ser demandado. Ustedes son excelentes en su trabajo, además puedo dar fe de su honestidad y no entiendo el por qué los están atacando de esa manera. Haré lo posible por defenderlos siempre y cuando la empresa no se vea involucrada ya que un escándalo así puede afectar la percepción de nuestros clientes. Váyanse de la ciudad por tiempo indefinido,  mientras las cosas se aclaran y por ningún motivo se dejen ver o den entrevistas. Tomen cartas en el asunto con su abogado para que les indique el camino a seguir y manténganme informado.

–Vayan a la casa de la montaña en Pachuca, mis padres la usan solo algunos fines de semana pues como saben viven en el centro de la ciudad. Los alcanzaré apenas pueda –pidió ErdoSü a Cloe, Rahui y Bree.

–Vayamos juntos, ¿Por qué debes quedarte? –sugirió Cloe.

–Confíen en mí –dijo él con firmeza.

ErdoSü se encontraba en la habitación de la casa de la familia Ynurreta y no tenía la menor idea de lo que haría.

Escuchó que alguien entraba y abrió lo suficiente para ver a Amy quien se dirigía a la sala donde estaba la señora.

Con cuidado y confiando en su buena suerte se colocó afuera de la estancia y activó la cámara de su celular dirigiéndola hacía ellas.

–Estoy dispuesta a iniciar un proceso legal por difamación y daño moral contra usted, el reportero al que compraron y la cadena de televisión; al final ganaré pues las pruebas son contundentes –informó Amy a su suegra–. Sin embargo quiero saber qué es lo que busca en realidad. Sé que no nos dejará en paz así pierda las demandas que le esperan. Le daré lo que pida.

La señora Ynurreta, a pesar de saber que debía negar cualquier acusación y no había dejado rastro de que estaba atrás de todo, cometió el error que ErdoSü esperaba.

–Quiero que renuncies a la herencia de Alfonso y me entregues al bebé –confesó la mujer–. Mi objetivo es que tus amigos pierdan todo: tranquilidad, reputación y trabajo. Sé perfectamente que ganarán cualquier demanda pero se la tendrán que hacer al reportero y a la cadena de TV, no a mi familia y a mí. Al final en todo caso perderé dinero y eso me sobra.

– ¿Estaría dispuesta a desmentir en la cadena de televisión lo dicho por el reportero si le doy lo que pide? –preguntó Amy.

–Por supuesto –aseguró la señora–. Puedo decir que el reportero inventó esa historia y aclarar que mi hijo falleció por una enfermedad natural.

–Le pido una tregua en lo que pienso las cosas –solicitó Amy.

–Date prisa pues el segundo reportaje ya está preparado –amenazó la mujer.

ErdoSü salió de la casa fácilmente y antes de irse a Pachuca envió la grabación a Yunuen el abogado, a Amy y al Director de la empresa. Daría la noticia a sus amigos y decidirían qué hacer.

Al llegar a la casa de la montaña y después de besar a su novia, los puso al tanto de lo ocurrido.

–Yunuen está listo para abrir el proceso legal contra la señora Ynurreta, el reportero y la cadena de TV. Con las pruebas anteriores y el video tenemos todas las de ganar pero debemos decidir si queremos pasar nuevamente por esa situación desgastante y esperar más golpes de esa terrible familia.

–No entiendo cómo nuestras vidas cambiaron tanto –declaró Rahui desganado.