Cuarto Vexilo

Hay quienes destruyen para crear puesto que la naturaleza misma dicta que cuando unos mueren los siguientes deben surgir, no es erróneo de pensar, aunque se nos presente el mundo como un sistema que puede llegar a la auto sustentabilidad, es la riza constante de la entropía la que nos sube la mirada a lo que tarde o temprano ocurrirá.

Ante todo este pensamiento siempre tendremos a la moral y la utópica creencia de la perpetuidad, el reino de dios que nos elevara a un paraíso eterno el cual ya no tendremos preocupaciones, la realidad ante aquello nos hace pensar, en la paradoja de la omnipotencia , donde decimos -¿dios es capas de crear una roca que el no pueda levantar?- es allí donde podemos entender que la realidad es que nuestro pensamiento de dios no llega a ser de un ser que todo lo puede, pues esto es una auto negativa, en el mejor de los casos podemos afirmar que dios tiene el poder de todo lo que le es posible, y las posibilidades son en si una limitante.

Teniendo esto en cuenta nos hacemos la pregunta, la eternidad de la auto sostenibilidad es una omnipotencia autonegada.

Pero ante la entropía que nos lleva al caos, a la destrucción y el desgaste tenemos la esperanza, aquella fuerza que se puede considerar como el valor mas pequeño de las estadísticas, es el 1 por ciento, aquello que únicamente es posible cuando no queda absolutamente nada más…

-un viejo se encuentra de pie en un paisaje árido desierto sus ropajes cuentan solamente de una tela que cubre la cintura de su esquelético cuerpo, el cual simplemente parece ser mas ligero que la briza, la piel se apega con fuerza a sus huesos su cabellera solo muestra canas que se encrespan haciendo ver su cabeza como un enorme matorral, su ojo derecho se encuentra vacío mientras que el izquierdo muestra una mirada sin dirección enfocada en el suelo bajo sus pies que se mueve constantemente , en su mano derecha aferra como garra a una rama la cual le sirve de bastón mientras que en su mano izquierda sostiene una esfera traslucida, como una bola de cristal.

“ya lo has conseguido” susurra una voz dentro de la cabeza del anciano – no lo conseguiré, deja que la casualidad se encargue- dijo el anciano para si mismo mientras levantando la esfera para verla con detenimiento. En esta postura permaneció durante días. Hasta que en su mente la voz resonó nuevamente, “nuestro hermano, ahora llamado Deimon ya lo hizo, entrega la semilla para que crezca en manos del siguiente cuidador”