En el océano profundo de tus ojos
mi travesía temeraria da comienzo.
Encerrado en un rincón de tu alma pura
esta el amor, el tesoro que persigo.
Atravieso, decidido, las barreras
que el temor de tu pasado ha levantado,
y cuando a un paso de tu corazón me encuentro
me despierto con la noche por testigo.