Eres casualidad de la noche, rodeada de ojos segadores, sabias que mi mirada te seguía, sabias que no era tu lugar de espera, tu asiento indicado, tu estación de último tren
Pero disfrutabas tu nueva libertad entre estrellas de ciudad brillantes de excesos haciendo lucir tus ojos entre vibrantes luces de neón
Suave cabello sin grietas, déjame soltarlo para que baile toda la noche
Reluciente farola nueva con dulces labios de alcohol de fresa, que hermoso viaje daba en el corto camino que tomaba hasta tocar con mi voz tu oído
Tu danza tan quieta, tan firme te daba elegancia imperdible para mis deseos, aquellas tentaciones que solo se pueden tener en una noche contigo
Rubia en un cuarto de neón, digno de un cuadro clásico para los que soñamos con amores nocturnos y manos que nos acaricien el remordimiento y la resaca del día siguiente
Rubia de neón, que lindo despedirte con un beso en la mejilla solo para tocarla y recordarte al abrir los ojos en la mañana como la nueva estrella libre que más brilló durante toda la noche…