Quien no ha tenido una historia de amor de esas que no puede olvidar fácilmente...
Quien no ha sufrido, llorado y vuelto a sonreír fingiendo que todo estaba bien...
Entonces podemos decir que todo el mundo ha sufrido por amor y el que dice que no hay dos obsiones o está mintiendo, o aun no le ha llegado su verdugo.
Si tuviera que escribir cuantas veces llore por amor o escuche a alguien hacerlo no me alcanzaría los dedos de las manos.
Pero todos querrán saber que quiere una chica contando todo esto que dirán ustedes que nada tiene que ver con el título de la historia, pero les digo que si tiene que ver ya que el amor por el que lloramos es como una flor seca.
Porque diríamos que es como una flor seca, cuantos no guardan el recuerdo de un amor en el fondo de su corazón o su mente. Recordando momentos como si fueran ayer, si se pudieran volver a vivir porque simplemente se repiten una y otra vez en sus cabezas, como cuando ves una hermosa flor, brillante , fresca, con un aroma increíble y decides cortarla, por tu mente pasa ese pensamiento egoísta y posesivo de tenerlo solo para ti...
Te das cuenta que esa flor que un día se alzaba majestuosa, pierde su brillo, su frescura su hermosura, te desesperas buscas la manera de que vuelva a ser como antes, pero te das cuenta que ni poniéndola en un jarrón puedes salvarla, entonces pasa, la guardas en un cuaderno...
Se marchita, se seca, pero increíblemente no pierde su fragancia, su esencia. Está ahí para ti, para poder olerla, recordando la primera vez que pudiste contemplarla, cuando estaba en tu jardín, pensando en que pensabas en el momento de cortarla, como fue que esa hermosa flor, ahora está en tu cuaderno, y sus recuerdos en tu mente.
Es ahí cuando te das cuenta que un viejo amor, es como una flor seca, está guardado en un cuaderno, en tu mente o incluso en tu corazón pero no va a volver a ser más que un hermoso recuerdo...